domingo, 24 de febrero de 2008

La peor política es el silencio

En cultura, si la estrategia es el silencio, GMcL
el resultado es la inoperancia.


La peor política es
el silencio


Esto es el resultado de mi intervención en dos sucesos estrechamente ligados, con la presencia de relevantes figuras del quehacer cultural peruano e internacional.
Suceso 1: noviembre 5 de 2001. ICPNA , Instituto Cultural Peruano Norteamericano, 7 pm. La convocatoria la hizo la delegación local del ITI, Instituto Internacional de Teatro, y a mí uno de sus integrantes, el actor y profesor de filosofía, Jorge Sarmiento, con quien he trabajado en teatro y televisión en varias oportunidades. El tema: discusión e información sobre el proyecto de Ley del Artista y/o Intérprete, que está en manos de la comisión de Cultura del Congreso Peruano, que preside la congresista y también actriz Elvira de la Puente. En la mesa de panelistas estaban, además de la congresista, Ernesto Hermoza, periodista y director del C7 de TV, TNP Televisión Nacional Peruana, la TV del Estado. Edgard Saba, director de teatro y del Centro Cultural de la PUCP, Pontificia Universidad Católica del Perú, la mayor y una de las primeras instituciones formadoras de teatristas y sede del TUC, Teatro de la Universidad Católica; Fernando Petone, secretario de Defensa del SAP, Sindicato de Artistas e Intérpretes del Perú , la versión AAA peruana que tiene 800 asociados y Santiago Soberón, investigador teatral, como moderador. El anfitrión fue Fernando Torres del ICPNA y gestor cultural, responsable de la transformación de ese lugar en la más importante galería de pintura y centro de actividades de todo tipo, además de una estructura arquitectónica de punta.
La reunión prevista para las 7 pm, comenzó 40 minutos después, porque a esa hora sólo estábamos el guardián y quien suscribe. Había conectado un sistema de proyección de PC a pantalla de pared para pasar información desde algún CD o disquetes. Entre los asistentes, unas 40 personas, varios directores, como Fernando Zeballos de “La Tarumba” o Ruth Escudero de“Quinta Rueda”, actores como Carlos Victoria y dirigentes sindicales como su padre Enrique, algunos dramaturgos, gestores culturales, intelectuales, adscritos algunos de ellos a la renovación gubernamental que recién asume, estudiantes de teatro y varios curiosos, entre ellos, yo. En realidad todo comenzó cuando llegó la congresista, invitada especial y principal del asunto, pues es quien presenta el proyecto de ley de la comisión al pleno del Congreso. El texto fue originalmente escrito en 1988 y nunca llegó a ser debatido en el anterior Parlamento bicameral (éste es unicameral). En ambos casos es la célula aprista quien lo propone. Lo extraño, me refiero a esta convocatoria en el ICPNA, es que se informe a los asistentes que, dado el poco tiempo disponible (¿¿??) sólo habrá las exposiciones y debates entre los panelistas, no así permitiéndose la intervención in situ de los presentes, quienes sólo podrán hacer llegar sus aportes, críticas y opiniones vía e-mail como en las películas de Tom Hanks, y Tom Cruise, según puede verse a toda hora en el Cable, sobre todo en las emisiones de la CNN.
Claro que los dislates no terminar allí, sino que apenas comienzan. Hermoza inició su intervención criticando algunos puntos del proyecto de ley, según el texto que le entregaron días antes los organizadores para su debate; pero había otro texto nuevo que nunca le fue entregado y que sí la congresista llevaba encima, cuyas copias, más de 30, las tenía su principal asistente, el abogado Jorge López Cano, también actor, quien decidió de motu propio no repartirlas, ya no entre los asistentes, sino tampoco a los panelistas, sobre todo a Hermoza que había quedado off side con sus críticas. López Cano, sentado entre el público, tenía el gran sobre blanco con los 30 sobres marrones, aprisionado en sus brazos y decía “no, no, no”, con su cabeza, mientras la congresista decía “sí, sí, sí, ahora”, produciéndose una típica escena del teatro del absurdo. Los asistentes mirábamos este diálogo entre sordos como un partido de tenis entre Agasi y Sampras, fascinados, del panel a la platea, ida y vuelta, tac, tac, sí,sí, no no, por qué, porque no. El argumento de Cano era que no quería interrumpir (¿¿??) las exposiciones, consiguiendo así interrumpir, no sólo las exposiciones, sino la continuidad del evento. A este grado de incomodidad se le agregaron las voces de protesta de varios de los asistentes, entre ellos la mía, por la arbitraria determinación de no permitir preguntas y/o réplicas. Tal vez lo mejor de la noche fue la intervención de Saba, quien dejó muy claro que era injusto y no equitativo poner en un plano de igualdad el peso laborar de los trabajadores a la par del de los empleadores, sean éstos privados o estatales, pues no estaban dadas en este mundo globalizado las condiciones de estabilidad y equidad para discutir entre pares tan dispares.
La falta de conocimiento del texto a discutir, no sólo entre los asistentes, sino entre los panelistas, las imposiciones de silencio absoluto, la falta de diálogo, imposible de establecer en términos reales, provocó un aumento de entropía tal, según la tercera ley de la termodinámica, que no se pudo evitar el desbande. Sería injusto no señalar que es importante la promulgación de una Ley del Artista, que establezca con claridad las condiciones de trabajo, sus alcances y limitaciones, derechos y obligaciones del empleador, de los contratos, de los ingresos, no sólo de dinero sino por las fronteras. Pero lo que hace realmente falta son dos cosas: una ley de fomento al teatro, al artista y, sobre todo de lo que nadie habla, de lo que nadie se atreve a hablar: el rol del Estado en todo esto, por qué ese Estado aparece como el gran regulador y nadie lo critica en su eterna ausencia, en ese lugar donde no puede estar ausente, que es el fomento, sobre todo, en estos tiempos y geografías, donde se dice mucho acerca del achicamiento del Estado pero no se dice nada que lo que es cada vez más necesario es el aumento del gasto público, sobre todo en cultura, salud, justicia y educación. Faltaba el cierre ad hoc: la invitación a participar de otra sesión de debates sin debate, de consenso sin consensos en el mismísimo Congreso, el lunes 26 de noviembre. (Silencio, mutis por el foro)(Apagón)

Suceso 2: Éste sí fue grave, porque involucra no sólo a algún proyecto, sino a varios países de Iberoamérica: 21 en total: Sucedió en el Suiss Hotel de Lima los días 8 y 9 de noviembre. Tuvo como título “V Conferencia Iberoamericana de Cultura”, como prólogo de la XI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, que será los días 22 y 23 de noviembre. Fue organizada por la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos [para la Educación, la Ciencia y la Cultura]) y el ministerio de Educación peruano. De hecho fue ése ministro, Nicolás Lynch quien hizo el discurso de apertura: “Cultura, desarrollo y democratización”. Hablé con algunos intelectuales y gestores culturales, con otros que fueron partícipes del Suceso 1, ninguno de ellos estuvo al tanto del evento. No sabían nada. No hubo ningún comunicado oficial, apenas una resumida gacetilla que poco decía de la importancia del asunto y de sus participantes. En resumen, un silencio de radio, de diario, de TV, de prensa, de todo. Silencio total: la peor de las políticas. Pero, ahí va:

En el acto de inauguración, los periodistas y curiosos como yo, no enteramos que l as sesiones eran cerradas, sobre todo a la prensa. Es decir, las personalidades culturales de 23 países, entre ellos ministros, secretarios, adjuntos, asesores, técnicos, etc., debatirían sin que nadie se entere. Es que el tema cultural es demasiado peligroso y puede explotar sin control alguno. Pero hagamos un pequeño recorrido entre asistentes y temas:

Acto de Inauguración. Palabras, palabras, palabras del secretario general de la OEI. Francisco Piñon . Después Lynch y su rollo.
Primera sesión de trabajo (día 1) Presentación del tema de la V Conferencia: “Balance de una década y perspectivas de cooperación cultural iberoamericana, en el marco de las Cumbres (suena medio pretencioso, ¿no?), (¿Estarían hablando de las altas cumbres como en el Tibet, o tal vez de Cumbres borrascosas?).

Reseña de las conclusiones de la IV Conferencia (Panamá 2000).
PROGRAMAS E INICIATIVAS DE COOPERACIÓN.

Presentación de las Conclusiones de la reunión preparatoria de México (14 y 15 de mayo de 2001).

Segunda sesión de trabajo. Promover el conocimiento (¿cómo?, ¿a puertas cerradas?) de las políticas y las legislaciones culturales de los países de Iberoamérica (¿por qué no invitaron entonces a la congresista encargada de la Ley del Artista en el Suceso 1?).

Fortalecer la capacidad de gestión cultural (¿y cómo nos enteramos?, ¿10 años después?).

Promover la concertación regional (¿entre ellos, los asistentes, o entre los países?).

Avanzar en visiones (sí, mejor visiones que realidades) y acuerdos que faciliten la inserción en los procesos globales (es el único modo).

Presentación del Portal Iberoamericano de Gestión Cultural (en Internet, para que nadie se entere).

Tercera sesión de trabajo (día 2) Presentación de la Declaración de Lima (no sé cómo en medio de tanto secreto y silencio, pero ahí está).

Cuarta sesión de trabajo Lectura de la Declaración de Lima. Corrección de la Declaración de Lima. Aprobación de la Declaración de Lima. Entrega de la Declaración de Lima (sólo al secretario pro tempore y en lo posible, en secreto)

Como puede verse, los temas no eran menores. Deducimos que si se hace el balance de una década, hubo una década de acciones y coordinaciones. Y algo de esto pudimos verificar en la siguiente relación de los programas tratados.
Programas culturales de la OEI:
1. IBERMEDIA. Programa de desarrollo audiovisual en la construcción del espacio visual iberoamericano. Objetivo: estimular la coproducción de películas para cine y TV; montaje inicial de proyectos cinematográficos, distribución y promoción de películas (y supongo que videos también). Participantes: Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, España, México, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela.
2. IBERESCENA. Programa de integración de las artes escénicas.
Objetivos: Crear una red de teatros y otros espacios escénicos para fomentar la distribución de espectáculos por todos los Estados asociados.
Apoyar a las empresas públicas y privadas a que generen proyectos en las áreas de producción, distribución, formación, información y documentación.
Apoyar la autoría escénica iberoamericana.
Establecer mecanismos de intercambio de información y difusión entre los Estados.
Fomentar el desarrollo y la divulgación de la investigación y documentación.
Desarrollar planes de formación en las diversas áreas de trabajo de las artes escénicas.
Incentivar las coproducciones de espectáculos entre promotores públicos y/o privados.
Apoyar a los Festivales Nacionales e Internacionales que prioricen en sus programaciones a las producciones iberoamericanas.
Inducir proyectos específicos que fortalezcan el desarrollo de las artes escénicas.
Fomentar aquellas publicaciones que contribuyan a dar a conocer la dramaturgia de los países iberoamericanos y la realidad escénica y tradición teatral y coreográfica. Organización: El Consejo Intergubernamental de IBERESCENA (C.I.Es.) El Comité Ejecutivo de IBERESCENA (C.E.Es.) La Unidad Técnica de IBERESCENA (U.T.Es.) Organismo Ejecutor: Secretaría de Cooperación Iberoamericana (SECIB)
Recursos económicos: Se establece el Fondo IBERESCENA, como fondo económico variable según los aportes e ingresos que se integren al mismo. Los aportes al programa se harán anualmente. Los recursos económicos del Fondo provendrán esencialmente de las contribuciones de los Estados miembros y de los rendimientos financieros de la cuenta del Fondo. Todos estos recursos se destinarán a las Convocatorias de subvenciones (léase subsidios) y ayudas que apruebe el Consejo Intergubernamental IBERESCENA, y a sufragar los gastos imprescindibles de funcionamiento del programa. También pueden destinarse a incentivos para estimular la actividad teatral y coreográfica.
3 ADAI Apoyo al desarrollo de archivos.
4 ABINIA Programa de desarrollo de la Bibliotecas Nacionales.
5 RILVI Programa repertorio integrado de libros en venta en Iberoamérica.
6 IBERPYME Proyecto de cooperación interinstitucional en la PYMes .
Durante el evento se presentaron, como referencias conceptuales y descriptivas, una ponencia de Ernesto García Canclini leída por él mismo en México el año pasado sobre el destino de las legislaciones vigentes y posibles, el cambio de actitudes que deben tener las políticas culturales existentes (o la falta de ellas) y un exhaustivo análisis del comportamiento de los factores culturales en Colombia, bajo el título de “Economía y Cultura, una aproximación al impacto económico de las industrias culturales en Colombia”, a mi entender uno de los documentos más prolijos, analíticos, dateados y con gráficos comparativos de última generación a los que he tenido acceso, y que bien podría convertirse en el modelo a desarrollar por cada país. Sólo faltaría agregarle un apéndice crítico integrado por las opiniones sobre el mismo, dadas por organizaciones independientes y/o universitarias y algunos analistas por rubros.
Hasta aquí algunos de los hechos. ¿Por qué ese silencio? ¿Por qué no informar no sólo a la prensa, sino a la población en general y a los artistas, intelectuales y gestores culturales en particular? ¿No son acaso políticas oficiales, es decir, públicas? ¿No se hacen acaso con los dineros públicos, sobre todo los de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos, independientemente de nuestra nacionalidad? ¿Qué es lo reservado? ¿Qué lo oculto? ¿Por qué sesiones cerradas? ¿Cerradas a qué? ¿A quién? ¿Por qué? Éstas son sólo algunas de las preguntas que intenté hacer a los organizadores durante los dos días que fui. Las respuestas eran vagas. Demasiado vagas. Casi sospechosas. Entonces opté por conseguir información a como sea. Soborné amigos, seduje empleadas, me transformé en asesor-adjunto-del-asesor-jefe-de-la célula de consultores de la secretaría de información del ministerio de planeamiento interno de la vice-presidencia del evento del grupo de informadores que no tuvimos acceso. Y así conseguí el material adjunto: La ponencia de Canclini, el informe de Colombia, los informes y declaraciones anteriores desde 1993 hasta ahora. Entrevisté a dos argentinos, y sentí vergüenza ajena. Al secretario de la OEI lo conocí en 1999 cuando era asesor de la secretaria de cultura de la nación (así todo en minúscula, porque la intervención de ella fue también minúscula para la cultura argentina). Fue bochornoso. Después terminó involucrada en denuncias por malversación de fondos públicos para uso personal. Un fiasco. Pero sobre todo cuando encaré al único argentino representante oficial de la cultura de mi país a ese encuentro. En las planillas del hotel y las carpetas oficiales, aparece Alejandro Félix Capatto como “Secretario de Cultura y Medios de Comunicación de la Presidencia de la Nación”. Nada de todo esto es cierto. Capatto no es secretario de nada. Es sólo un asesor de 3er. Nivel, adscrito a la secretaría de Cultura, con el modesto rango de subsecretario de coordinación. Cuando le pregunté en el Suiss Hotel que propuesta traía la Argentina, no supo que responder. Y así se mantuvo durante los dos días de la Conferencia. En silencio. No por prudencia, sino porque no tenía nada que decir. Éste era el representante argentino, país que todo el continente mira como referencia cultural importante. Era el buen reflejo de la mediocridad de nuestras autoridades culturales actuales, donde el actual secretario de Cultura de la Nación, está seriamente cuestionado hoy en día por ineficaz y mentiroso, y que ni siquiera sabe que la secretaría de Cultura no es de la Presidencia (aunque a través de ella cobren sus generosos sueldos), sino de toda la Nación. El pobre, y hablo de pobreza intelectual, de Darío Lopérfido no ha podido superar a su imitación en el programa de Tinelli. Este Capatto parecía de esa troupe. Digo esto porque el nivel de los representantes de los otros países no fue tan bajo. Veamos: Brasil: Norma Ricaldone Schmidt, asesora del Ministro de Cultura. Chile: Agustín Squella Narducci, asesor presidencial de Cultura. Pilar Entrala, asesora de comunicaciones y relaciones internacionales. Ana María Maza, directora de Bibliotecas.
Colombia: Araceli Morales López, Ministra de Cultura.
Costa Rica: Enrique Granados Moreno, Ministro de Cultura y Juventud.
Cuba: Ismael González, Viceministro de Cultura.
República Dominicana: Tony Raful, Secretario de Estado de Cultura.
Ecuador: Juan Valdano, Viceministro de Cultura-
El Salvador: Gustavo Herodier, Presidente de CONCULTURA.
España: Inés Argüelles Salaverría, Directora de Cooperación Internacional
Carlos Alberdi, AECI.
Guatemala: Otilia Lux Coti, Ministra de Cultura.
Honduras: Mario Hernán Mejía, Director de Planificación y Gestión.
México: Sari Bermúdez, Presidenta de CONACULTA.
Nicaragua: Fernando Robledo Lang, Ministro de Educación y Cultura.
Panamá: Rafael Ruiloba, Director del INAC.
Paraguay: Gabino Rúiz Díaz Torales, Director General de Apoyo Cultural.
Portugal: José Santos Rodrigues, Secretario de Estado de Cultura.
Perú: Nicolas Lynch Gamero, Ministro de Educación y Cultura.
Leonor Cisneros, Directora del INC.(Instituto Nacional de Cultura).
Luis Guillermo Lumbreras, Director del Museo de Arqueología y Antropología.
Víctor Delfín, Presidente de la Comisión de Cultura.
Manuel Scorza Hoyle, Jefe de Gabinete de asesores de la Primera Dama.
Uruguay: Susana Rodríguez Varese, Directora de Cultura.
Venezuela: Alberto Arévalo Ramos, Miembro Principal del Consejo Nacional de Cultura.
OEI: Franciso Piñon, Secretario General
SECIB (Secretaría de Cooperación Iberoamericana: Jorge Alberto Loyola, Secretario.
ABINIA: Alfonso Quintero, Secretario Ejecutivo.
CERLAC: José Luis Acosta Herrera, Secretario General.
CAB (Convenio Andrés Bello): Ana Milena Escobar Araujo, Secretaria Ejecutiva.
BID (Banco Interamericano de Desarrollo): Susan Kolorin.
BM (Banco Mundial): Livia Benavides
Comunidad Andina: Sebastián Alegrett, Secretario General.
OEA: Sara Meneses, Coordinadora General del Programa de Cultura.

En estos niveles de representación, a Capatto no lo quedó otra estrategia que el silencio, la peor de las políticas. Un buen ejemplo de inoperancia. Recordemos que hace muy poco hubo en Lima una reunión sobre Políticas Públicas, donde estuvo, por Argentina, Daniel Filmus , hoy secretario de educación de la comuna metropolitana, y un representante de las opacas gestiones de Gianettassio y de Bordón, dos conspicuos justicialistas, una sospechada por enriquecimiento ilícito y el otro renunciante al FREPASO y hoy en Cultura bonaerense. Recordemos también que esta V Conferencia es previa a la reunión de Jefes de Estado de la XI Cumbre, los días 22 y 23 de noviembre.
Políticas Públicas, Cultura desde el Estado, Reunión Cumbre, V Conferencia de Cultura iberoamericana..., y nosotros, ¿Capatto? Da vergüenza ajena, por lo menos.
Las preguntas que se impone podrían ser éstas: ¿Hasta cuándo vamos a apoyar a estos ineficaces? ¿Hasta cuándo vamos a bancar sus pasajes, estadías e inoperancia? ¿Hasta cuándo vamos a ser cómplices silenciosos del silencio? ¿Hasta cuándo vamos a seguir mirando para otro lado? ¿Qué es necesario que pase para que nos atrevamos a proponer políticas alternativas desde nuestras propias organizaciones o individualmente? ¿Vamos a seguir pagando impuestos sin exigir nada? ¿Hasta cuándo?


Gustavo Mac Lennan
SAIP # 309 – AAA 14935
En Lima 448 0201 en Baires 4813 0585
gustavomaclennan@hotmail.com gusmac@iplanhome.com.ar

OEI: Portal Cultural: http://www.gestioncultural.org/gc/politicas/main3.jsp#
Lima 2001, Iberescena: www.campus-oei.org/pensariberoamerica/ric00documentos .

Desarrollo programa Iberescena: www.oei.es/iberescena.htm+Iberescena

2 comentarios:

jimmy dijo...

creo que es bueno que lo digas mucha gente se queda callado frente a todo lo que pasa en le teatro peruano y de america muy bueno escribe por favor a ver si podemos hacer algo aqui en tumbes

gusmac dijo...

Jimmy: siempre se puede hacer algo. Lo que no hay que hacer es quedarse callado. Cuenta conmigo para lo que necesites. Iré completando esta página no sólo con datos de la Argentina, sino también del Perú, donde viví y trabajé por más de 18 años.