domingo, 24 de febrero de 2008

Polémicas sobre el rol del Estado y la creación de públicos nuevos

Teatro: Polémicas sobre el rol del Estado y cómo generar públicos nuevos
Foro Celcit, (GMcL, 9/1/007)

9/1/007: De Silvia Yarad (Bs Aires, Argentina) paraGustavo Schraier: Mito de la profesionalización
Hola Gustavo, soy la amiga de Magali, a la que justamente acaba de prestarme el libro "PRÁTICAS DE PRODUCAO TEATRAL EN SANTA CATARINA" de André Luiz Antunes Netto Carreira, y paso a transcribir el párrafo que espero seas el que deseas. Estoy siguiendo este intercambio con mucho interés, espero conseguir tu libro. Un abrazo.
"-A análise de diversas experiéncias grupais, evidencia que a escolha dos diferentes caminhos possíveis para o profissionalismo e uma questao fundamental para a compreensao da dinámica dos grupos. No entanto, antes de dedicar atención a esta questión é conveniente buscar uma definición do profissional do teatro. "Comumente utilizamos o termo "profissional" para referirnos a diferentes aspectos do fazer teatral: para qualificar o nível do trabalho artístico, para definir o tipo de dedicación dos artistas a este trabalho, e finalmente, para delimitar uma relación de trabalho artístico remunerado" (Carreira, 1996: 2). Como ficou demonstrado anteriormente nao é possível considerar como expressivo o número de pessoas envolvidas naquela faixa do mercado teatral onde o trabalho é assalariado. O produtor cultural Yacoff Sarkovas afirma que "as pessoas que sao profissionais do teatro no país vivem de outras atividades como televisao, publicidade, ou da renda de suas famílias" (Sarkovas Apud Del Rios, 1992), isso significa que o nosso teatro nao apresentaria, nem sequer a nível das grandes cidades, um mercado de trabalho auto-sustentável. Portanto a idéia de profissional como aquela pessoa que sobrevive do trabalho no teatro nao parece representar a realidade do nosso contexto. Parece mais conveniente utilizar o termo profissional para significar a qualidade da dedicayao ao trabalho artístico teatral, tanto no que se refere a qualidade quanto ao tempo empenhado na preparación do artista, e na construcción do espetáculo. Evidentemente, a isso pode corresponder relaciones de trabalho assalariado, mas, nao será isso o que definirá a qualificacao de profissional. Assim, podemos assumir o fato de que como aponta Sarkovas, a maioria dos teatristas vive de relaciones profissionais paralelas. Estes vínculos laborais podem variar enormemente, mas, podemos constatar que os diretores e atores que exercem outras profissoes, como forma de sustentación económica, buscam ocupar um lugar social que corresponde as suas atividades no teatro. Eles consideram seus empregos como secundários enquanto a "carreira" teatral ocupa um lugar de privilégio e demanda uma dedicación que extrapola o simples hobby. Apesar desta situación, a idéia de profissionalización teatral aparece como um motor de acoes decisivas no universo teatral. Através de um processo de mitificación. O mito da profissionalización se manifesta a partir do desejo de galgar degraus numa imaginária escala de profissionalismo. Essa ascensao se daria a partir da conquista de etapas circunstanciais, algumas associadas a qualidade do trabalho desenvolvido, outras, relativas ao tipo de relaciones trabalhistas. Neste processo de mitificación opera o que o sindicalista francés G. Sorel chamou de "idéia-forca, algo que incita a uma resposta vital, a obrar em sua consecucao ou consequéncia (ou a um nao obrar que é também, uma forma do mesmo, um obrar invertido, por omissao intencional de resposta)" (Magrassi, 1980; 117). Se considerarmos que este desejo de profissionalización é um poderoso instrumento de catalisacao na formacao artística dos reatristas e um agente propulsor de realizaciones espetaculares, poderemos compreender como se poe em marcha um fenomeno de mitificacao que atribui a idéia de profissional diversas características que pertencem mais ao universo do imaginário social do que aos aspectos concretos do fazer teatral. Para aqueles teatristas que estao situados fora do eixo Rio Sao Paulo esta mitificación se manifesta na forma de uma crencia na existencia de um mercado profissional nas grandes cidades, de difícil acesso, mas real e concreto. Este potencial mercado, que constituiria em uma espécie de patamar superior da arte teatral e seria acessível somente aos artistas inscritos naqueles contextos, funciona como gerador do paradigma estético e técnico. Esta mitificación ve este mercado, o único na conjuntura nacional, como aquele que permitiria que atores, atrizes e diretores pudessem viver do seu trabalhador teatral. Assim o eixo Rio-Sao Paulo se transforma em uma espécie de "Meca teatral", a qual os teatristas están obrigados a procurar, sob pena de nao alcancarem jamais o nivel de profissionalismo desejado. De fato nao se pode desconhecer o papel referencial da producao de Sao Paulo e Rio, tanto a nível de intensidade, de qualidade artística, como de circulacao de capital, e nível de relacoes de trabalho assalariadas. No entanto é fundamental tomar como dado da realidade que o nível de profissionalizacao - se consideramos a sobrevivencia a partir do trabalho teatral - é muito menor e concentrada do que se supoe miticamente (Del Rios, 1992)".
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De Gustavo Schraier (Buenos Aires, Argentina): El público
Aclaración: cuando mencionaba en mi anterior correo que creía que existía un “problema económico” (no como único factor) a la hora de asistir o no al “teatro en general” sólo me circunscribía a los adolescentes y jóvenes de entre 18 y 25 años aproximadamente. Es decir a personas aún no emancipadas de sus padres o a aquellos que, por más que trabajen (precariamente o no), no les alcanza el sueldo o que se encuentran más limitados para darse “algunos” gustos más costosos que unas horas en el ciber, la entrada de algún boliche barato o la reunión con amigos alrededor del combo hamburgueseril más barato o de una grande de muzzarella en Ugis o similares (y ojo, que no pretendí ni pretendo hacer un estudio sociológico o económico, no es mi especialidad). Transcribo fragmentos de una encuesta realizada, creo que en 2002, por Ibope a pedido de la Secretaría de Cultura porteña y que fuera publicada en el Suplemento de Cultura del Diario Clarín:
“Jóvenes de alto nivel educativo y ávidos de acceder a propuestas culturales de bajo costo son el nuevo público que se insinúa como una tendencia de la Argentina en crisis. Así lo recogió la consultora Ibope, de Enrique Zuleta Puceiro, en dos encuestas realizadas para la Secretaría de Cultura porteña. El 65,2% de los asistentes al Festival de Cine Independiente realizado en las dos últimas semanas de abril y el 52,5% de los que concurrieron al ciclo "Todos al teatro" por 3 pesos, que tuvo lugar mediados del mes último, fueron menores de 30 años. Entre el 70% y el 80% de los concurrentes tenía estudios terciarios o universitarios. Entre el 53,7% y el 81,6% de los encuestados señaló que el precio de la entrada fue decisivo a la hora de comprometer su asistencia tanto al Festival de Cine, con un precio de $ 4 por entrada, como al ciclo "Todos al teatro", con entradas por tres pesos (…) En cuanto a los "adictos" al teatro, sólo el 13,5% concurrió a las salas del circuito comercial, al que con mayor frecuencia concurre un público de mayor edad (…) En la opción teatral, la mayoría de los asistentes fueron mujeres (60,1%) y un 53,1% admitió que acude al teatro ocasionalmente. El 36,9% se hallaba desocupado o inactivo. El 78,9% de los entrevistados prefirió el teatro público y los circuitos independientes, de precios más accesibles, a las salas comerciales. De todos modos, los precios se han adecuado sensiblemente a la crisis (…) En cuanto a la semana del teatro al alcance de todos, del que no tomaron parte las salas comerciales por imposibilidad de sostener sus costos con entradas tan económicas, el 95,5% se mostró conforme con el costo de las entradas a $ 3 y sólo el 2,8% dijo que le parecía regular. El 33,6% eligió todos los géneros en escena, en tanto que un 34,1% se inclinó por el drama y el 27,4% por la comedia. El 81,6% de los encuestados señaló que el precio de la entrada fue decisivo a la hora de decidir su asistencia.”
Sin embargo después de releer esta encuesta me quedé pensando que muchos de estos jóvenes que no asisten habitualmente al teatro por el “alto costo” de las localidades encuentran la forma (ya sea mangueándole a sus padres o no almorzando durante meses o vaya a saberse cómo) para ir a recitales de por ejemplo: Rolling Stones, U2, Shakira, etc., con precios de entradas a valor dólar o a otros espectáculos o recitales con entradas no tan costosas (pero si al valor de la de un espectáculo comercial) como los de De la Guarda o el “teatro” de Los Nocheros (alumnita dixit). Y me dije no, no debe pasar por un tema “económico” (o mejor dicho, no sólo por un tema económico). Entonces me pregunté si no habían cambiado algunos parámetros culturales y/ o hábitos de consumo cultural que nosotros, la gente de teatro, no tuvimos (ni tenemos) en cuenta a la hora de querer acercar “nuevo” público a nuestros espectáculos u obras de teatro… Cuando quise reflexionar sobre ello, Lucio (mi pequeño de 2 años) me sacó del ensimisma-miento en el que me encontraba para invitarme a jugar al “tatro” (así le llama a los juegos de teatro que hacemos con mi mujer y con él, disfrazándonos). Así que sepan disculpar pero no pude rechazar tamaña invitación. Continuaré…
PD: En otro correo transcribiré unos fragmentos muy interesantes de las respuestas que Mariano Pagani me dio con respecto al público, en una mesa redonda sobre producción teatral que yo moderé en el Rojas).
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De Carlos Gil Zamora (Bilbao, País Vasco, España): El público
Llevo varias semanas siguiendo el interesante debate. Tanto que hasta lo he utilizado para alguno de los artículos que sobre Teatro escribo en un periódico vasco (Gara) y me ha servido de inspiración para alguna parte de algún editorial de la revista ARTEZ que dirijo. Me da la impresión de que existen varios ejes en la discusión, en donde se intenta ver la intervención del Estado en todas sus formulaciones y estratos en el proceso cultu-ral: por otro lado el Teatro Independiente, del que algunos venimos con orgullo y con-vicción y sabemos cómo han evolucionado algunos de los que en los setenta formaban parte de ese movimiento y de repente se convirtieron en los inventores del teatro institu-cional. Y ahí siguen.
Yo simplemente quería señalar que desde hace unos años me di cuenta, advertido por algunos sabios, de la existencia de públicos diferentes. Decir 'el público' es demasiado totalizador. Si interiorizamos la pluralidad de públicos, a lo mejor nos dejamos de ago-biar. Si cada creador, productor, artista, sala, compañía elige un tipo de trabajo, está realizando una selección de público. Y es lógico que existan unos públicos para el teatro comercial, otros para el teatro en verso y otros para lo más arriesgado. Es posible que algún individuo pasee por todos, pero lo lógico es que cada espectador elija. Y otra cosa sobre los públicos en el Teatro, la oferta de entretenimiento en vivo y directo, en televi-sión, los modos de socializar el ocio actualmente han cambiado todo el panorama. No solamente por hacer teatro, aunque sea bueno o muy bueno es suficiente. Hay que saber llegar por los conductos posibles a los públicos adecuados. En ello tenemos mucho que decir los medios de comunicación, que de una manera vergonzante han renunciado a que las páginas de Cultura sean algo más que una muestra de eventos publicitados. Un saludo a muchos amigos que voy leyendo en estos días. Salud.
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De Gustavo Schraier (Buenos Aires, Argentina): El público
Para Christian Krämer: concuerdo con vos en que uno de los factores para que el público “joven” no asista al teatro “en general” es su poco hábito a la lectura sumado a la escasa educación y a desintereses culturales varios, etc., etc. Y en ese sentido acuerdo también con Carlos Ianni y con muchos de ustedes cuando abogan por la enseñanza de teatro (por docentes de teatro) desde la escuela primaria para revertir a futuro, y entre otras cosas, la tendencia negativa o mejor dicho “indiferente” de los jóvenes hacia el teatro…
Sin embargo, y como soy tan escéptico –ya lo advertí–, me pregunto si eso será suficiente. Si dos, cuatro o hasta diez horas de clases de teatro semanales dentro de la currícula estudiantil servirán para formar nuevos espectadores. No sé. Puede ser. Obviamente me podrán decir que si logramos que 5 de cada 100 estudiantes se interesen en un futuro por el teatro, podríamos cantar victoria.
Recordé de pronto los comentarios de varios amigos docentes de teatro y lo que yo ya les comenté de mis alumnos de producción (pero estudiantes de actuación) en Andamio 90 sobre que un gran porcentaje de sus/ mis alumnos de actuación no iban al teatro (ni siquiera a ver a sus compañeros) ni tampoco acostumbraban a leer obras de teatro (y si lo hacían, era obligados para una clase y no por el simple placer de leer teatro).
Entonces me pregunté si un gran porcentaje de la misma gente que estudia teatro no suele ir al teatro ¿cómo hacer para que aquel otro mayor porcentaje de gente que no estudia teatro se interese en un futuro por el teatro? Cuando mis neuronas estaban por producir un cortocircuito, vino mi hijo Lucio a proponerme que lo llevara al parque Centenario a ver a los patos… No me pude resistir a su dulce pedido. Continuaré
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De Pilar Bravo Hansen para Martín Ortiz: El público y otras yerbas
Es la primera vez que escribo al foro, y lo hago para decirte que coincido plenamente con las ideas que has puesto en común en este espacio.
Yo me dedico a la danza y como tantos otros artistas debo equilibrar las exigencias mas cotidianas de la vida diaria (garantizar el sustento, criar a los hijos. sobrellevar los problemas personales) con la imperiosa necesidad de crear y poder expresarme a través del arte en el camino que, con no poco esfuerzo transito en vías de llevar adelante mi propia utopía.
A lo que has expresado solo quisiera agregar que también deberíamos tener en cuenta la necesidad de profesionalización no solo desde la técnica y la producción artística, sino desde la gestión de los proyectos propios. A mi entender es desde la gestión indepen-diente por una parte y desde la gestión política en el caso de las instituciones, que estos espacios preestablecidos o asumidos como estancos, podrán abrirse y dejar de funcionar como cofradías en las que sus miembros se ensalzan unos a otros, cada uno encerrado en su propio circuito. Teatro independiente, teatro oficial, teatro comercial. A mi entender la gestión debería ser una herramienta para flexibilizar estos circuitos de modo que obras y artistas pudieran pasar esos límites con una mayor fluidez.
Considero que para el artista esto significaría ampliar sus visión por un lado, y sus recursos por otro, proporcionándole mayor capacidad de adaptación y la posibilidad de tomar contacto con códigos diferentes a los conocidos.
Esta fluidez creo que es la que democratiza el contacto con la cultura, la posibilidad de llegar a diferentes públicos, mas o menos numerosos que sin duda –desde mi personal visión– no siempre esta preparado para acercarse a un espacio off pero si puede acer-carse, por ejemplo, a un evento masivo organizado desde la orbita oficial o comercial en la que aquello que vio tal vez permanezca en su retina o su memoria y sea el inicio de un nuevo vinculo con expresiones usualmente alternativas incapaces de competir con salas, prensa y publicidad de gran envergadura.
Simplemente eso. Agradecer el espacio del foro y felicitarte por tu reciente paternidad.

Carlos Ianni mete la cuchara: La próxima, Pilar, no dejes de indicar desde dónde escribís. Gracias
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De Gustavo Schraier (Buenos Aires, Argentina): El público
Para César Brie: me parecieron brillantes tus observaciones, permitime que te tutée. Un placer leer tu inteligente intervención sobre “El público” en este foro. Concuerdo contigo en que uno de los factores fundamentales para atraer público es preguntarse a quién me dirigiré, para quiénes trabajaré (antes de producir un proyecto teatral, sea cual sea su índole)… y eso me llevó a pensar (Ay, por Dios este foro no deja de hacerme reflexionar) en las metas y objetivos que nos planteamos (si es que nos las planteamos) a la hora de llevar adelante un proyecto teatral y en una diferenciación que creo perti-nente hacer para clarificar un poco las cosas –y que tal vez dispare algunos otras reflexiones–.
Tendemos a nombrar al “Teatro independiente” (por lo menos aquí) como una masa medianamente uniforme de asociaciones teatrales con objetivos exclusivamente artísti-cos en las que conviven una gran mayoría de elencos cooperativos (las “sociedades accidentales de trabajo” –que se reúnen para llevar adelante un único proyecto teatral y que tras ponerlo en escena y llevarlo adelante durante una temporada más o menos duradera, según sea el caso, suelen terminar disolviéndose– con otras asociaciones más permanentes como grupos, colectivos, asociaciones teatrales, cooperativas de trabajo (no confundir con las otras), etc.
Los primeros, que suelen ser mayoría dentro del amplísimo panorama de la escena independiente –por lo menos en la Ciudad de Bs As-, tienen o suelen tener como objetivo el de materializar sus proyectos (montarlos, ponerlos en escena, exhibirlos lo que puedan o les de) y nada más.
Los otros, los grupos, colectivos o asociaciones teatrales, etc., (aunque tal vez hayan empezado igual que los elencos cooperativos, no lo sé), tengo la sensación, que pusieron o que suelen poner en el horizonte de sus objetivos al mismo grupo (y a las personas que los componen, claro está) y no tanto al proyecto o a los proyectos que decidiesen llevar adelante. En otras palabras, su proyecto es el grupo (priorizando, entre otras cosas, el desarrollo a mediano o largo plazo de una poética de la escena, de una ética y una estética en común, de una profesión, etc., etc.).
Esta clasificación arbitraria que me sirve de ejemplo me llevó a pensar en dos cosas (bah, la primera es solo una sensación):
En que con el tiempo se ha perdido (creo que más en la Ciudad de Bs. As., que en el interior del país) gran parte de aquella “mística grupal” que identificaba, y le daba un gran valor simbólico, a gran parte de las agrupaciones teatrales independientes. Y ojo que dije que sentía que se ha perdido gran parte y no toda la “mística grupal” como lo demuestran, por suerte, Libertablas, el CELCIT, la Hormiga Circular, el Rayo Misterioso, los Macocos, Kasalamanka, y tantas, tantísimas otras agrupaciones independientes, alternativas o como quieran llamarlas, a lo largo de la Argentina y del mundo.
Lo otro, ahora si una reflexión, se refiere a la generación de público que unos y otros pueden desarrollar y que viene a cuento por lo que mencionabas en otro correo, Carlos, en referencia a la experiencia del CELCIT en la Ciudad de Buenos Aires o lo que comen-tabas, César, con respecto a tu grupo en Bolivia (ambos coincidieron en que les llevó 4 años crear un público y por ahí viene mi reflexión).
Creo que para un “elenco cooperativo” que tiene mayoritariamente como objetivo mon-tar tal o cual proyecto teatral y nada más se le hace más dificultoso (aunque no imposi-ble, si no dejaría hoy mismo de dar clases de gestión y producción escénica) desarrollar estrategias tendientes a captar público por el habitualmente poco plazo que media entre que deciden llevar adelante el proyecto y el de su materialización (poco tiempo en el que además tienen que ejecutar conjuntamente mil y una tareas artísticas, técnicas, administrativas, de gestión, etc, etc.).
Obviamente que estos plazos acotados a los que me refiero no justificarían que los elen-cos cooperativos no se planteasen a qué público van dirigidos sus proyectos y cómo hacer para llegar a ellos. Son cosas diferentes.
En cambio creo que a un grupo, colectivo o asociación teatral, al tener un horizonte artístico proyectado más a mediano o largo plazo (de permanencia en el tiempo), al tener una intención más clara de desarrollo y crecimiento profesional y sobre todo, al tener más claramente definidas sus metas y objetivos se le hace el camino más llano, más transitable (ojo que no dije fácil. Fácil lo único que conozco es el Pago Fácil donde abono mis impuestos y servicios…) para desarrollar estrategias de captación de públicos o de nuevos públicos o de grupos de afinidad o etc., etc.
Esto, es tan sólo una observación para pensar y pensar y pensar que interrumpe, cuando no, mi pequeño Lucio arrojándome una pelota de fútbol Nº 5 a la cabeza con la intención que salga a jugar con él al patio. Continuaré…
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De José Luis Arce (Córdoba, Argentina): El rol del Estado
Me estoy yendo unos días de vacaciones y quería apuntar un par de cositas. Una es una crítica al rigor lógico de nuestros razonamientos. Creo que se banaliza y confunde si dividimos el teatro en categorías estatal, comercial, independiente y después con un eclecticismo total, nada más que justificando posiciones personales, queremos fundir esas categorías eliminando el verdadero sentido económico-ético-artístico que tienen. No se puede estar con dios y el diablo. Siento que Luis Rivera López embarulló un poco mi apreciación anterior porque dedujo un poco arbitrariamente mi mención a los Sofovich, significando detrás también criticar a Veronese, Daulte, Aleandro o cualquier otro. En esa nota no uso el término ‘comercial’ que motivó todo un discurso que tal vez Luis tenía necesidad de expresar, pero lamento que a mi costa. Lo tomo como un error de forma porque mi nota en realidad estaba referida a otra cosa, cual era la de responder a Schraier respecto a la neutralización de la proliferación de pequeñas producciones teatrales. En realidad ‘comercial’no me parece una categoría muy útil para pensar el teatro, como tampoco es una fórmula idónea dentro de la crítica de arte.
La esquematización ‘estatal, comercial, independiente’ guardan un reduccionismo revisable en tanto luego dichas categorías se realimentan de nuevos contenidos que ni las leyes u ordenanzas demuestran corregir. Pero aparte, y esto lo digo como militante de una idea de país real, esa clasificación guarda un peligro de etnocentrismo primero de la gran metrópoli hacia el interior, y luego de las metrópolis hacia sus respectivos interiores provinciales que no responden a esas categorías. Es más general y objetivo hablar de lo público y lo privado a secas pues en esas dos categorías entran todas las subcategorías que se originan en distintas conceptualizaciones, ideologías, condiciones económicas, etc. Dentro de ellas uno puede hablar de Teatro de Arte o de Teatro Industrial o lo que fuera. Hay territorios de gran incertidumbre que para nada es necesario que accedan a una legislación si es que para eso depuramos conceptos y terminología, ya que pertenecen a un campo de crítica de arte.
Podríamos convenir que en esos territorios de gran incertidumbre se marcan tendencias como expectativas artísticas (no todo lo que se pretende artístico, luego lo es), expectativas comerciales (no todo lo que se pretende comercial termina recaudando acorde a eso. Los teatros oficiales se programan como teatros artísticos y con la baja de elencos estables, se nutren en gran medida del ámbito independiente. La incidencia de lo independiente también es de relativa importancia en el ámbito de gran consumo de mercancía teatral, donde se siguen fórmulas del catálogo industrial (poner a tal autor, comprar una puesta que se vende para todo el mundo igual, como fue el caso “Equus”, o las condiciones de numerosos exitos de Brodway –Chicago, Hair, etc-). El teatro en tanto complejidad de convenciones, renovaciones y fórmulas prescriptibles, es uno solo. La diferencia de andariveles surge en un campo no menos complejo habitado por decididores que potencian uno u otro factor: el artístico, el económico, el ético, el educativo, el estético, etc, en ámbitos donde el mandamás a veces es el productor, a veces el director, a veces la cooperativa, a veces el dueño de la sala, o el director artístico, etc, etc. Muchas de estas variantes se subsumen unas en otras de mil formas distintas que responden a vivencias, experiencias, historias, visiones, tradiciones, éticas, costumbres, etc. O sea, motejar en tanto ‘nombrar’ sería para darle identidad y entidad a algo y así poder conceptualizarlo. Es decir que si se moteja para llamar las cosas por su nombre habría un enriquecimiento de la situación que favorecería la discusión, por lo tanto no es algo que preocupe. Luis Rivera López adscribe mi visión a un supuesto prejuicio hacia lo comercial. Deniego tal cosa, lo que no quiere decir que no tenga mi posición crítica dado que donde me muevo me exige ‘ser parte’, demarcar territorios asediados institucional, económica e ideológicamente (Alain Badiou califica al teatro como “un arte asediado por las instituciones y las opiniones”) y que deben ser defendidos con emplazamientos que podemos sintetizar como ‘tomar parte’. A veces el flujo intercategorial no es ejercicio de una supuesta libertad sino el ejercicio ecléctico al que le cabe un juicio crítico como a cualquier otra zona temática de la cultura. Ese eclecticismo es uno de los factores que ha roto con las cadenas de coherencia y de reaseguro generacional y militancia en los organismos teatrales, adonde los jóvenes no se acercan (sobre esto acordábamos con el Roly Serrano en la fiesta anual de Actores-Cba, con quien co-fundáramos junto a otros, la Delegación Córdoba hace unos años, la que sufre similar síndrome). Las separaciones que se pueden hacer en lo económico-productivo, necesariamente afectan laboral o artísticamente a un hacedor teatral. Creo que lo independiente, como forma compleja pero inscripta en la tradición del teatro nacional asimila a todos los rubros, porque un alto porcentaje de lo mal o bien llamado comercial y estatal se asimila o se sirve de él (esa misma complejidad autoriza incluso a revisar la actual validez integral del término independiente, y en eso concuerdo con Luis). Eso no justifica que mecánicamente cuando a una obra independiente le va bien en la taquilla se la deba considerar ‘comercial’. Lo comercial así empleado parece ser una especie de horma preconcebida en términos de asegurar dividendos económicos. Y en este sentido no me cabe duda que hay andariveles teatrales más complejos que esas clasificaciones, donde el proceso de creación está fuertemente ligado al proceso de recepción. Hay una dialéctica de lo artístico que se consume en su propia cancha, porque con ella tiene bastante y donde la lid es con el teatro a secas en toda la dimensión de su complejidad y riqueza específica como arte. Esto es, ser de tal mote o de tal otro es tan relativo como que a veces ni el éxito o el fracaso lo decide la taquilla. Hay miles de ejemplos en el arte de vanguardia (a priori un arte no masivo) que la fortuna toca al fin y al cabo, como el caso Picasso. Aunque tampoco es masividad sino cotización que se maneja en un estricto lenguaje financiero. El ejemplo Veronese-Daulte tal vez remite a eso, traspolar una experiencia a planos de mayor consumo, e incluso de mayor poder adquisitivo que el under o el terreno de lo alternativo. Las motivaciones son privativas pero no unanimizan criterios. Por eso defiendo mi crítica y mi convencimiento de sostener una actitud en tal sentido. En el marco de crear condiciones desde el propio arte, digo que hay producciones que crearon mercados impresionantes (Cirque du Soleil v.gr.). En la música Los Redondos cuidaron su obra, su terreno, pero para eso debieron construir un mercado como cualquier otro. Pero con un mérito increíble. Para hacerlo, el precio fue alto: son un grupo de cabotaje y no un grupo internacional, esa es la verdad. Pero su coherencia tiene el poder de un síndrome de China que partiría a cualquier banda careta de MTV. Hay muchas obras que sin ser comerciales a priori, tienen mejor taquilla que otras premeditadamente comerciales. Pero los modos de producción crean territorios diferenciados, un ethos y hasta un pathos distintos, hay que asumirlo. No es lo mismo Palito Ortega que Luca Prodan. En el ámbito comercial, por su misma condición, predominan los fracasos antes que los éxitos. Después, los éxitos tienen éxito por tener éxito. El éxito disculpa y exculpa, lo que también es cultural, es más, casi un sucedáneo religioso. Por lo demás, el olfato de los productores para hacer funcionar fórmulas, rubros, en los que otros no creían (un poco el sueño americano ¿no?), es como un arte aparte, aunque en ese plano basándose siempre en un alto nivel de redundancia y no de originalidad. Los Modernos de Córdoba es un ejemplo más genuino porque ellos llegan a la calle Corrientes con la misma obra que hacían a la gorra en pubs y restaurantes por acá. Son un fenómeno algo inexplicable. Si el éxito es un valor debe ponerse en relación a imponer lo que quiero hacer y decir, sin tomar para ello las modalidades del modo de producción al que probablemente me oponía antes. Este fenómeno de traspolación quien lo desnudó como mecanismo a través de una parodia histórica y genial fue Boris Vian. Cuando se propuso demostrar que podía dejar por un rato sus experimentos de hombre davinciano de vanguardia y hacer novelas policiales como cualquier autor estadounidense de moda (Hammet, Cain, Chandler), a través del seudónimo de Vernon Sullivan, hizo pequeñas joyitas como “Escupiré sobre vuestras tumbas”. Cuando lo descubrieron le abrieron un proceso por estafa moral o algo así. Quizá se trate de algo como eso: no apto para puristas ni para tramposos que en el fondo juegan doble discurso. En el campo privado hay un teatro culturalmente afirmativo, mercadotécnicamente afirmativo de un mercado que es el mismo que asedia lo que se hace en reductos alternativos, y cuyo rasgo distintivo pese a quien le pese, es su posición cuestionadora y su convicción transformadora. No importa que otros se hayan hecho light o contemporizadores, mucho menos cuando la injusticia continúa. Creo que la posición que uno juega en casos como estos, deciden un poco nuestro coeficiente intelectual por decir así. No podés trabajar para la lucidez y para confusión al mismo tiempo. Los mercaderes como Sofovich son los que más se salen con la suya con el cambalache y los que más se tranquilizan en estas situaciones. Lo cierto es que el arte nunca se fortificó de ninguna confusión.
Por lo demás, los receptores dictaminan, donde algunos, no todos, hacen de los números una autoridad que se la hace rendir como defensa y justificación. Era lo que trataba de decir al respecto a Schraier. Digo que no hace falta una policía del espíritu para poner orden en el mercado. Los dilemas éticos de los artistas tienen el poder de ser ejemplares. Por acá había un teatrero muy exitoso que quizá culposo de la tremenda y envidiable taquilla que lo asociaba a lo comercial, decía que su finalidad era lograr una posición para hacer luego lo que realmente quería hacer que era poner obras de Ionesco. Hoy esa persona está retirada, vieja, y no tuvo tiempo para hacer Ionesco. Moraleja: la vida es corta. Sin juzgar, porque por lo que esta persona se jugó, quizá fue lo mejor que pudo y debió hacer. ¿Sabés la gente que comió a su alrededor durante años? Dijeran Kauffman y Hart con impecable anarquismo: “Vive como quieras”.
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De Julio Cejas (Rosario, Santa Fe, Argentina): El rol del Estado
Queridos compañeros del Foro, quisiera comentarles que en Rosario, todos estos temas que se están discutiendo acerca del rol del Estado, están teniendo un perfil mucho más práctico y de acuerdo a lo sucedido en la última Asamblea promovida por este periodista debido a los enfrentamientos directos no con la idea del Estado y de los subsidios como plantean algunos integrantes del Foro
Aquí se trata de la dignidad, de tener una relación democrática, de no ser bastardeado ni patoteado por los que dicen ser los responsables institucionales de los fondos de la Cultura.
Me parece que la discusión aquí en esta ciudad pasa por otro lado, no por los dineros que se reciben o si el teatro es independiente de qué o de quién, pasa por no permitirles a los delegados, a los funcionarios, a los que están en determinados lugares, como a los políticos , que usen el dinero que les corresponde a los hacedores de teatro, que lo usen como se les ocurre y que se olviden de que fueron elegidos para otra cosa.
De allí extracto la nota que se publica hoy en el diario Rosario12 y que esta dentro de la columna en la que escribo, dentro de la pagina habitual de los trillados balances del año.
Es para informar y ampliar esta discusión , y de paso es para que algunos que opinan que los críticos somos una especie al margen del teatro o en contra del teatro, para desmentir esas posturas, trato de fundamentar mi rol ,ya que el llamado a la gente de teatro de Rosario para debatir estos temas, partió de este periodista y otros colegas que hace años venimos defendiendo la producción de teatro no comercial en esta ciudad, a pesar de lo que los medios de comunicación exigen.
Con apoyos o subsidios el teatro siempre funcionó, pero ahora cuando existen organis-mos que administran los dineros que dicen les pertenecen a los teatreros, no es lo mismo, sino se reclaman esos dineros, esos dineros se quedan en los proyectos que diseñan y organizan los administradores de esas instituciones, al igual que las Secretarias de Cultura y las Direcciones de Cultura, etc.
Bueno aquí les reenvío esa nota y espero que este debate continúe y se enriquezca con mas opiniones.
La difusión del teatro
Ideas y malestar. Por Julio Cejas
Cuando el año que viene se lance una nueva edición de la tradicional Fiesta Nacional del Teatro organizada por el Instituto Nacional del Teatro, Rosario/12 estará ausente como lo estuvo en la última Fiesta Regional de Teatro en la ciudad de Córdoba. Hace algunos años ya habían existido antecedentes que evidenciaban el malestar que les producía a algunos funcionarios del INT la presencia de determinados periodistas que no siempre acordaban con la totalidad de las decisiones que se producían en dichas Fiestas.
En una ocasión en una Fiesta Regional que se desarrolló en la ciudad de Cañada de Gómez, el actor y director local Raúl Saggini, que se desempeñaba como jurado suplen-te, se dirigió hacia los únicos periodistas que cubríamos ese evento comentando en tono humorístico "el costo que implicaba la prensa que venía de arriba y a la que había que darle de comer".
Esta frase que bien podría ser tomada como una de las tantas ironías de un cómico de la legua, en realidad fue ratificada cuando el propio autor de las chanzas intentó apartar al jurado de la presencia de los periodistas que según su criterio estaban "influenciando" sus decisiones.
En ese momento y ante la decisión de los periodistas Roberto Schneider (El Litoral), Miguel Passarini (El Ciudadano) y Leonel Giacometto (La Capital) de abandonar el lugar debido a otros insultos de mal gusto, fuimos invitados por otros responsables del INT a deponer la actitud y las aguas se aquietaron.
Este lenguaje volvió a ser utilizado por Miguel Palma durante la Conferencia de Prensa del Festival Internacional de Teatro del Mundo en Rosario, haciendo referencia concre-tamente a este cronista a quien manifestó su desagrado por las notas escritas con respec-to a las Fiestas, en las que supuestamente él tenía "que pagar las comidas".
De allí se deduce la falta de invitación a la última Fiesta Regional en Córdoba, avalada por el representante del INT en Córdoba, Jorge Pinus, y la falta total de cobertura en esta ciudad a pesar de la presencia de otros destacados periodistas invitados por el INT.
No podía faltar en este balance del año una reflexión acerca del concepto que tienen de la prensa algunos teatristas convertidos en funcionarios, prensa que, como en este caso, siguió las alternativas de la creación del Instituto Nacional del Teatro y cubrió las gestiones de sus diferentes Directores. Rosario/12 siempre estuvo cubriendo un espacio que les pertenece al conjunto de la comunidad teatral argentina. En este caso la decisión de no asistir es un tema que resguarda la dignidad de nuestro trabajo y trata de sentar algún precedente para que el resto de los periodistas de espectáculos y la comunidad toda se encuentre debidamente informada.
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De Pablo Gonzalez Ellenberger (Córdoba, Argentina): El rol del Estado
Siento considerablemente no disponer del suficiente tiempo como para poder seguir a diario esta discusión. Esto por ser un teatrista callejero en temporada.
Me he tomado el trabajo de ojear algunas de las reflexiones que aquí se han vertido y la diversidad de opiniones vertidas es de mas interesante. Pero más interesante me resulta ver que la mayoría de los análisis dejan en pie el rol del Estado. Estado de derecho. Pero el derecho del Capital por sobre la Libertad. Entonces me cuestiono sobre el papel que cumple el arte y la cultura para los aquí presentes. Saltan a la vista esa amalgama heterogénea que se escuda en el fin de los fines y enredados en sus posmodernidad no dejan mas que criticar lo obvio. Pero su esencia queda intacta con total displicencia.
Los Estados poseen políticas culturales y la llevan adelante. Es concreto. ¿Desde donde abordamos la problemática hacia el Estado? ¿Por qué no se aborda la relación del Estado para con el teatro? ¿Qué ordena la Ley de Teatro? ¿Qué papel cumple la dirección gremial de los teatristas/actores? A modo de acercamiento con respecto al Rol del Estado tenemos para hacer chicle cuando leemos la Ley de Teatro.
En cuanto a la injerencia e intervención del Estado en el INT que ella crea en su artículo 9, por ejemplo el INT esta bajo jurisdicción de la Sec. de Cultura de la Nación. O sea depende del poder ejecutivo, del presidente, la designación de dos de sus representantes. El director ejecutivo es designado por el ESTADO ¡!!! Otro por la Sec de cultura y los otros uno por región y cuatros elegidos nacionalmente. Lo llamativo del modelo organi-zativo es la falta total de DEMOCRACIA a la hora de poder elegir a los “representan-tes”. Me viene a la mente la tan mentada e inculcada y reconstruida burguesa premisa republicana: “el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes”. Otra imagen que me viene, es la de esos representantes odiados y desprestigiados hace unos años (2001) con el “que se vayan todos” (obvio que todos se quedaron, QUÉ CAGADA CON K).
Las consignas democráticas de este Estado de Derecho no son más que ilusiones irriso-rias. Sólo podemos observar un real Estado Democrático en momentos de cuestiona-miento social hacia el rol del Estado cuando por las contradicciones históricas por la cuales atraviesa (desempleo, pobreza, corralito, gas, universidad, hospitales, fábricas recuperadas, etc.) y la sociedad se organiza en espacios legítimos (no legales) de real democracia. ¿Asambleas de base, como eran los soviets?
Pero también allí vemos los límites. Los límites de las demandas reformistas que ganan en estos espacios cuando no existe una real independencia organizativa y de conciencia para con la clase que dirige el Estado Capitalista. Un poco de eso veo en varias de las lecturas de este foro. Los cuestionamientos hacia el estado putrefacto y parasitario que nos gobierna no son más que simples quejas. Queremos esto, mejoramos esto, ponemos a éste que parece mas honesto… y no la estructura de poder por el vertida hacia todas las relaciones del sistema social, incluidos en él a la Cultura.
El problema de organización para con los Espacios de “Cultura” es un problema trasver-sal y debe acompañar un fuerte pedido de democratización del INT y de no injerencia del Estado por parte de todos los teatristas. Un registro único de actores empadronados nacionalmente y que cada representante sea elegido por el simple voto de la mayoría. Un órgano soberano como la asamblea en cada provincia decidiría como utilizar los fondos democráticamente y tendría la facultad de remover a cualquiera de los represen-tantes cuando considerase que estos no cumplen con su voluntad.
Las políticas culturales del Estado son de carácter privatista, clientelar y de marketing político (sobre todo en momentos de campaña). Los presupuestos que éste asigna no son ni siquiera próximos a la realidad que vivimos los hacedores en los que refiere a montar una producción. Ni qué hablar cuando uno lee lo (mal) gastado por sus “Representan-tes” en planes y proyectos en los que la gran mayoría nunca tiene cabida.
Otro punto de la cuestión es la situación objetiva por la que atraviesa el artista (lo estoy haciendo extensivo no solamente a los teatristas) en su situación concreta de creación. La gran mayoría de las personas dedicadas al quehacer artístico dispone de cierto respaldo económico como para poder desempeñar el tiempo necesario a la creación, salvo que en ese tiempo vertido pueda generar lo suficiente como para poder sostenerse de dicha actividad. Acá nos encontramos en un problema nodal para quienes debemos recrearnos con infinidades de estrategias como para seguir trabajando en nuestra actividad artrítica y no morirnos de hambre. ¿Quienes son los que dan trabajo? ¿Quién paga? ¿Cómo costeamos el salario? ¿Que relación tenemos como trabajadores para con el Estado? ¿Y la AAA?
Los actores sociales capaces de dar empleo son o el Estado o el sector privado (empre-sas). Entonces, ¿para quién trabajamos? Los que trabajamos para el Estado cuando éste necesita de la mano de obra artística para sus desfiles, aperturas, cierres, días del… y tantas otras ocasiones que tienen (para darse el gusto de poner a los bufones del Rey para adornar sus galerías y escenarios con show mediáticos y de pegada segura) nos coloca en la disquisición moral de rechazar por principios o aceptar por necesidad. Pero todos los que trabajan para con el Estado: tienen la contradicción de principios? Si pudiese no trabajar para con este Estado, no lo dudaría. Pero no obstante uno no pierde su autonomía moral por trabajar con ellos, sino hagamos memoria de Diego Rivera con sus murales. El otro lazo que genera el Estado es de carácter más autónomo y esta dado por las migajas repartidas de maneras inequitativas por sus Instituciones de “Cultura”. Éste posée la particularidad de no generar las contradicciones de aquel otro, pero a la vez genera un reacomodamiento complaciente en muchos de los que reciben sus benefi-cios escasos. Siguen inertes ante el olvido del Estado hacia la Cultura.¿Qué presupues-tos destinará la actual administración para el funcionamiento del INT en el 2007? ¿Dónde publican los libros contables de cada periodo? ¿Sabemos los afectados por los usos del dinero público: cómo ha sido éste utilizado?
El problema no es sólo de plata, es toda su concepción para con el arte y la cultura. Por eso como leí de Arce citando a Breton/Trotsky “Por un arte revolucionario indepen-diente” creo que debemos hacer nuestro aquel programa para el Arte. En el cual nosotros los trabajadores del Arte podamos dar una pelea contra la alineación social cultural y podamos liberar las cadenas de opresión que atan a millones a poseer las creencias que la clase que nos dirige inculca por sus instituciones Estatales y privadas una forma de aprehender la Realidad. Ese programa debe contemplar necesariamente a desaparición del Estado burgués y todo engendro reformista. Aquellos que pregonan la ideas posmodernas de el fin de los relatos, mirad a la historia y encontraras allí las claves para comprender a aquel que te oprime y las diversas tácticas utilizadas para contra aquel Estado pero con una estrategia clara su desaparición. No podemos volver a cometer los mismos errores pero debemos aprender de ellos. La historia no comienza con nuestros relatos. Los relatos no son mas que formas de comprender/nos la socie-dad/cultura/política y ellos conforman ideologías que nos posicionan en unos u otro lado. Por ello la ideología del fin de las ideologías y el fin de los relatos es la IDEOLOGIA DEL POS CAPITALISMO.
El relato apocalíptico/individualista/escéptico debe ser superado. Ya no pisamos los 90. Pero el populismo reinante no es el cambio real para con aquel relato sino la configura-ción de aquel pero con un discurso renovado y de manos vacías. Ya que las aspiraciones setentistas de una sociedad justa e igualitaria no condice con las políticas llevadas a cabo desde lo económico (mantener y renovar las privatizadas) hasta lo cultural como seguir manteniendo la menemista Ley de Educación, Teatro, etc.,y la delarruista ley de Trabajo (con un cambio cosmético). El apoyo logrado por algunas políticas maquillajes en torno al reclamo de masas de enjuiciamiento a los genocidas que no llega ni a los talones de los esos de miles. A saber de los 3800 implicados en el genocidio de la dictadura militar sólo 200 están procesados y 2 han sidos condenados. Ni hablar de la complicidad del Estado en el ocultamiento de información en lo sucedido en aquella época y ni que hablar con la desaparición de Julio López. Entonces, ¿de qué hablamos cuando hablamos del Rol del Estado? Le pongamos nombre y apellido a las cosas y descubramos el manto de conformismo burgués que reina sobre la realidad merced al crecimiento económico que a sólo a algunos les llega.
A los que dicen que el problema de público no pasa por el poder adquisitivo de la gente para acceder a un espectáculo sea teatral o de un recital. Con la diferencia que a uno van 50 y otro 50.000 no condice con los millones que quedan afuera. Por un arte para todos debemos pensar en un Estado que ponga al alcance de toda la sociedad las creaciones culturales y no para la clase social que posee el poder de compra.
Bueno, se me hizo largo, perdón pero al tener tantas discusiones atravesadas este tema, me tome licencia.
Saludos cordiales, y a los que deseen publico los invito a convocarlos en otros espacios también. Y tomo de nuevo al poeta surrealista para despedirme: “llevar un día al hombre a dar el salto del reino de la necesidad hacia el de la libertad.
14/12/06: De Alejandro Robino (Buenos Aires, Argentina): El rol del Estado
Suscribo los conceptos vertidos por Mario Cura: " Toda "la clase cultural" se preocupó en ocupar espacios de poder y reproducir una cultura clientelística, más preocupada en beneficios propios o de allegados que en una cultura de resistencia a este modelo. Se trocaron convicciones por puestos, silencios cómplices por kioskitos y en muchos casos sólo supervivencia. Llevando a reproducir la matriz del "individualismo narcisista" y la de la competencia que divide y no une. Lo que empezó a juntar fueron las políticas y la ética del poder y no las afinidades ideológicas o creativas. El que cuestionaba o no entraba en esa lógica, quedaba "afuera" por decirlo de alguna manera. Así se da la paradoja de que muchos de los que pertenecieron a una generación de cambio, se fueron transformando en otra cosa, con un discurso progresista por fuera pero con codicia y ambición de poder como construcción interna"
Hago esta trascripción con el afán de darle a estas palabras un subrayado grueso.
El clientelismo pragmático no es un problema ajeno a la administración de políticas culturales, sino, por el contrario tal vez sea este sector uno de los que exhibe su práctica de manera más escandalosa. Las instituciones se han convertido en cotos de caza y quienes otrora enarbolaban banderas de progreso social, hoy se sirven de ellas para provecho propio, bajo la cómplice mirada general que aspira –tontamente– a tal vez algún día, comer de los mendrugos de una mesa que no ha sido servida para ellos.
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De Julio Cejas (Rosario, Santa Fe, Argentina) para Mario Cura y foro: El rol del Estado
Me siento un poco responsable de este enriquecedor debate ya que creo que la discusión va mucho más allá tal cual la plantea Mario cuando se refiere a todo el contexto socia que rodea estas circunstancias en las que el Estado se enrarece al estar en manos de algunas personas que ocupan cargos debido a que el resto de la comunidad delega , o sencillamente no quiere hacerse cargo y como ya sabemos los espacios que se ceden se pierden.
Recupero y coincido y en parte es lo quiero plantear cuando envío las respuestas de algunos funcionarios del INT con respecto a la crítica teatral y a determinados manejos económicos de los fondos estatales; lo que Mario propone como que en parte la "clase cultural" se preocupo en ocupar espacios de poder y reproducir una cultura clientelística, mas preocupada en beneficios propios o de allegados que en una cultura de resistencia a este modelo.
Se trocaron convicciones por puestos, silencios cómplices por kioskitos y en muchos casos sólo supervivencia. llevando a reproducir la matriz del "individualismo narcisista" y la de la competencia que divide y no une.
Lo que empezó a juntar fueron las políticas y la ética del poder y no las afinidades ideológicas o creativas. El que cuestionaba o no entraba en esa lógica, quedaba "afuera" por decirlo de alguna manera.
En estos momentos siento que por allí pasa la discusión, nadie niega el rol del Estado y la importancia de su aporte en la producción y la realización de muchos proyectos que por si solo serian muy difíciles y hasta inviables.
Me sorprende el silencio y la falta de respuesta como en el caso de lo que acabamos de vivir en la ciudad de Rosario, el que suscribe y otro colega periodista, con respecto a repetir conceptos vertidos por uno de los organizadores del Festival Internacional de Teatro acerca de lo que opinaba del teatro rosarino y de la idea que tienen algunos funcionarios o responsables del INT con respecto al papel de la crítica teatral, y de los periodistas, a los que parece habría que "invitarlos siempre y cuando realicen coberturas adecuadas a las premisas de las gestiones que estos funcionarios realizan, detrás de cada evento como Fiestas Provinciales, Regionales y Nacionales de Teatro.
A eso es a lo que me refiero cuando sentí en carne propia la discriminación y el insulto de esta gente que se niega a discutir francamente estas cuestiones y que deciden no invitar a cubrir esas Fiestas porque no seríamos un factor gravitante en el desarrollo y la difusión de las mismas.
Creo que hay que instalar espacios de reunión y discusión en todos los lugares donde no se está de acuerdo con la planificación y puesta en marcha de los destinos de los fondos que maneja cualquier organización estatal, y creo que en esto no pueden abstraerse las secretarias de Cultura municipales, provinciales y nacionales
Hay gente que hace años también trabaja pero opina, y lamentablemente todos sabemos que cuando se necesitan apoyos o fondos para subsidiar una actividad ,los riesgos de opinar en voz alta con respecto a los perfiles que se manejan a partir de la entrega de esos dineros, resultan poco convenientes.
Gracias a este Foro, que me parece que hasta el momento ha demostrado ser el único lugar donde todos podemos expresarnos con libertad, por mi parte y a pesar de las provocaciones de alguna gente que maneja el INT en Rosario ; la falta de comprensión del representante del INT en Córdoba y sus conceptos eminentemente "festivos" acerca de lo que deben ser las Fiestas de teatro y el silencio incomprensible del responsable a nivel nacional, o sea el Director del INT a quien conozco personalmente y creo que también sabe de mi trayectoria, seguiré trabajando en Rosario/12 y en todos los lugares en los que participo difundiendo, criticando y promoviendo el teatro rosarino y nacional.
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De Ariel Dávila (Córdoba Argentina): El rol del Estado
Bueno el tema se está haciendo complejo
En primer lugar cabe la aclaración de Robino, no es mi intención hacer comparaciones.
Mi intención es mostrar el poco apoyo que todavía da el estado aunque este diga lo contrario, aquí en Córdoba se publican premios y estímulos que no hacen más que palear deficiencias. Pero tratando de superar la queja, creo que no hay políticas desde el estado para la profesionalización del artista, o del realizador teatral. Siguen apoyando especulando sobre una actividad fundamentalmente vocacional. El Estado especula con que el artista va a hacer la obra aun sin dinero. Y nosotros artistas aceptamos por que peor es nada que poco.
La profesionalizacion del realizador teatral es fundamental para que nuestro teatro tenga mayor nivel.
Cómo lograr la profesionalización cuando en lugares ni siquiera tienen presupuesto cultural, como contaba una colega.
Creo en primer lugar valorando nuestro trabajo. Haciéndolo valer.
Aquí viene una gran pregunta, ¿está bien que haya elencos oficiales? Ellos son “profe-sionales“ es decir perciben salario mensual, viven de su trabajo sin tener que hacer otras actividades.
¿Está bien? ¿Es bueno lo que producen?
Por otro lado el INT, y los demás organismos por lo menos aquí en Córdoba apoyan o estimulan las producciones independientes, pero no hay políticas para generar público.
Es decir en términos del capitalismo, se genera oferta pero no demanda. Aquí en Córdo-ba se estrenan muchísimas obras durante la temporada pero el promedio de público es bajo.
Perdón que hable en estos términos pero es el lenguaje universal, el capital, es como el Inglés si querés hablar con un Coreano no te queda otra que el Inglés, y para hablar con un funcionario (que a veces es como hablar con un Coreano) tenés que hablar el idioma universal, la oferta y la demanda.
Es cierto que el neoliberalismo se instaló para quedarse en el país, esto no impide la intervención del Estado, que somos todos y por lo tanto nosotros sin perder la indepen-dencia tenemos a su vez que intervenir en el Estado.
Si los funcionarios no tienen en claro por qué invertir en cultura, ¿nosotros tenemos en claro para qué sirve hacer teatro hoy? y estoy hablando del teatro como obra arte, ya sabemos el valor que tiene pedagógico y social. ¿Pero tenemos en claro para qué al Estado le sirve nuestra obra?
La seguiremos. Abrazo foreuta.
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De Juan Carlos Alarcón (Francia): El rol del Estado
Leyendo los comentarios sobre el rol del Estado, tengo la sensación de estar ante la problemática del huevo y la gallina. Y voy a largar un poco de aceite al fuego.
¿Qué relación tiene el Estado con nosotros? ¿Cuál es el rol del Estado dentro de una democracia? Hace tiempo que vengo leyendo estos tipos de interrogaciones dentro de los grupos sociales y culturales que se sienten marginados dentro del proceso político y económico. Eso nos lleva a un terreno más amplio, y posiblemente más conflictivo, porque los análisis se desprenderán desde las posiciones ideológicas de cada uno: ¿Qué país queremos? Y ¿qué tipo de democracia tendríamos que aplicar?.
Se podríamos decir que, une auténtica democracia es posible solamente en un Estado de Derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona. Pero políticamente en un “Estado de Derecho” la ley es soberana y no la voluntad arbitraria de los hombres. Ningún grupo social ni cultural tiene derecho a usurpar el rol del Estado porque ello supone destrucción de la subjetividad de la sociedad y de los ciudadanos. Claro, no es esto lo que se quiere. Aparentemente no es eso lo que los grupos sociales y culturales parecieran querer. En realidad lo que se parecería buscar es una visión más realista de la naturaleza social del hombre y, al mismo tiempo, una participación más directa sobre las decisiones del Estado y no solamente con el voto. Pero eso es buscar un sistema de democracia participativa donde se escuche el reclamo cotidiano de los grupos que no se sienten representados. Sin embargo, nuestro sistema sigue siendo (por el momento) la de una democracia representativa. Allí está el desfasaje que existe entre el político y muchos hacedores de cultura. El Estado tiene el deber de aportar a la vida pública el concurso material y personal requerido por el bien común, y ¿cuál es el bien común cultural de una sociedad? ¿El teatro? El teatro que por más popular que se represente y que se pretenda continúa a ser de grupos minoritarios. ¿Es una cuestión cultural por el cual el público no acude masivamente a las representaciones teatrales?.
En realidad, lo que trato de comprender es ¿por qué la relación del Estado tiene dos visiones entre el hacedor de política y el hacedor de cultura que se vuelven conflictivas? Las políticas públicas no pueden anteceder a las leyes, deben estar encauzadas dentro de un marco legislativo y judicial para que sea una política pública. Hacer teatro independiente o comercial es un derecho que se corresponde y hasta el ciudadano tiene el derecho de manifestar y gritar para que se escuche su voz, pero no mezclemos todo en la misma olla para que podamos ser más eficaces. Empecemos por poner en claro algunos puntos que tienen que ver con ¿Qué tipo de país queremos? El teatro indepen-diente es ¿independiente de qué, de quienes?, ¿Es que es igual el teatro independiente, con respecto a sus posibilidades, entre Buenos Aires con el interior? Y allí entramos en la problemática del federalismo y en la concepción del ser nacional. Me da la impresión que muchas veces estamos criticamos las generalidades de lo mismo que pedimos en particular. Esta contradicción lo vemos hasta en lo cotidiano del teatro. Miremos un tema que parecería anodino. Vivimos diciendo que hay que darle lugar a los nuevos actores, a los nuevos escritores, pero cuando un escritor puso en la mesa de la gente hacedora de teatro su primera pieza nadie le dio bola. Tuvo que sentirse víctima y marginado en un mundo al que él creía que podía pertenecer y pegar su grito de rabia para que los profesionales del teatro independiente reaccionaran. Y muchos reacciona-ron pidiéndosela y hasta justificándose como si se sintieran culpables de estar muy ocupados por el momento, pero que lo leerían porque también tienen otras obras primerizas que le llevan tiempo. Entonces me acordé del discurso que muchos políticos me dicen “Todo el mundo nos pide plata y tenemos que hacer una selección para ver quien necesita más dentro de la sociedad que representamos”. Por eso digo (riéndome) no es fácil ser director de teatro ni representante del Estado.
Dentro del mundo de la literatura pasa lo mismo. Cuando en la presentación de mi última novela en La Pampa dije que no comprendía como es que los escritores debían pagar sus propias publicaciones, porque para mí escribir es una profesión y es como si una maestra tuviera que pagarle a la escuela para dar clases. El primer reproche que me llegó fue de algunos escritores ¿Es que en el teatro pagaremos al espectador para que nos venga a ver? Volvemos al mismo problema ¿Qué país queremos y qué sistema democrático pretendemos? Si lo que queremos es un Estado de Derecho no hay dudas que es lo que se está viviendo. Yo comenzaría por algo más sencillo para definir ¿Cuáles son las normas de la profesión teatral y qué entendemos por teatro independiente? ¿Hasta cuando uno se tendrá que improvisar director de teatro para que el publico pueda ver la obra de uno?
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De Jorge Adrian Rubio (Colombia): El rol del Estado
Entiendo el inconformismo que existe en relación con el apoyo de recursos destinados para cultura, creo que esto lo vive y lo sufre toda Latinoamérica, todavía no e tenido experiencias teatrales en otros países pero en Colombia con este presidente nos vamos culturalmente Pal hueco, pero a nivel local el apoyo también no solamente es paupé-rrimo , sino mas bien misérrimo, pero culturalmente lo que puede funcionar es una unión de los diferentes grupos a la hora de realizar eventos y demostrarle aunque sea difícil, demostrarle al estado local que se pueden hacer eventos sin pedirles ningún centavo, contando con la empresa privada aunque repito sea mas difícil, en un evento local que realizamos en la ciudad donde yo vivo (Tulua Valle) realizamos un evento sin contar con el Estado (alcaldía) al año siguiente se morían por querer patrocinar el evento, todo para quedar bien ellos, la verdad intentamos exprimir lo que más pudimos pero nos dio tanta ira que convertimos el evento en una manifestación cultural. Menos mal no nos dieron la espalda, (falta de inteligencia) pero el caso es que si esto no se puede, tendremos que volver a salir a las calles y manifestar el inconformismo, se imaginan un pueblo una ciudad un país sin procesos culturales, que pena decirlo pero estaríamos cagados? Hay que saturar al estado del inconformismo que sufrimos todos los artistas y comenzar a unir fuerzas, se nos olvidó hablarle al mundo de teatro y más que el Estado y muchas alcaldías están llenas de cabeza supremamente ignorantes, hablando de cultu-ra, que nunca en su vida han visto una obra de teatro, cómo logra uno hacerle entender que el presupuesto que tienen destinado para cultura no alcanza si esas personas todavía piensan que el teatro es algo terciario, repito otra vez, que pena decirlo… estamos cagados; pero si alguien tiene una idea muy buena de coma hacer para que el presupues-to sea mayor háganmelo saber; necesito aplicar esa idea a la alcaldía de mi ciudad, para algún día conocerlos a ustedes en persona. Gracias y Un abrazo……
PD: Una ciudad callada, muere en el olvido…..
11/12/06: De Jorge Salinas (Barcelona, España): El rol del Estado
Debe intervenir. En los estados organizados económicamente con un sistema de econo-mía de mercado Sus gobiernos. De derechas o liberales ¿No intervienen acaso en los mercados financieros? ¿Quién establece acaso la subida o bajada de los tipos de interés? ¿Los mercados de cambios de moneda, ¿por qué reglas de juego se rigen? Hay organi-zaciones macro regionales que regulan la producción, para mantener los precios o direc-tamente subvencionan productos agrícolas o industriales (jodiendo a otros).
¿El Estado no influye en, “nuestros sentimientos patrióticos” (de patria grande, mediana, lateral, adoptada o pequeña) acercándose o enemistándose a otra tribu, al punto de man-darnos a luchar por unos intereses que habitualmente no entendemos y que a veces, sólo conciernen al cacique de turno?
Entendiendo que el Estado, es el administrador de los intereses en común, ¿por qué no va a colaborar para cumplir con el "bienestar general"?. Entonces. ¿Por qué no va a intervenir en la cultura? que contribuye a conservar y crear las identidades (que también es una cagada). Porque la cultura, también, nos ayuda a comer, entender lo que le pasa a nuestro cuerpo (o no), educarnos, sentirnos seguros, a ver el mundo de una manera y a sobrevivir. Y creo que todos los seres vivientes necesitamos un referente, (aunque a la cucaracha castaña de oriente, no le pregunté) y la cultura es esa mezcla rara, de sabidu-ría, costumbres y otras cositas que nos acerca un poquito mas. Con lo lindo que es estar así juntitos.
La cuestión es cómo. Para que no se convierta en política cultural de cada gobierno. De esto, creo que ya se opinó en el foro. Un abrazo.
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De Carlos Ianni (Moderador) para Ariel Dávila: El rol del Estado
No hay tal desacuerdo, Ariel. Cuando escribo "igualdad" me refiero a igualdad de oportunidades para todos los creadores e igualdad de acceso a todos los ciudadanos. La seguimos. Un cordial saludo.
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De Mario Cura: El rol del Estado
bueno, ésta es mi primera semana en el foro, estuve leyendo las opiniones y hubo una que quiero resaltar por su lucidez y valentía, que es la de José Luis Arce de Córdoba. Felicitaciones. jose luis me gustaría que me mandaras tu mail para escribirte. Gracias. mariocura45@hotmail.com
Carlos Ianni mete la cuchara: La próxima, Mario, no dejes de indicar desde dónde escribís. Gracias.
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De Alejandro Robino (Buenos Aires, Argentina) para Ariel Dávila y foro: El rol de Estado
Reflexionar sobre esta cuestión me parece necesario y oportuno. Y me parece valioso hacerlo poniendo sobre el tapete cual es la propia relación con el estado del que suscribe la opinión. Aún más: me una parece condición de honestidad intelectual esencial.
En mi caso, la relación es eventual, de manera directa a través de instituciones como Pro-Teatro, INT o direcciones de cultura Municipal o Pcial., y de manera indirecta a través de salas que son subsidiadas por diversos organismos.
En mi labor, considero el apoyo estatal un instrumento válido y lo utilizo cuando me parece idóneo para el cometido que persigo. En los últimos 10 años, mi actividad teatral ha tenido estimativamente un soporte del estado en un 30% de lo producido. (más info: www.autores.org.ar/arobino)
Mientras el Estado en la Argentina sea una herramienta de derivación de recursos de los sectores más pobres a los más ricos, (el sistema impositivo de predominancia regresivo sigue intacto tal cual se pusiera en marcha en 1975 y se agudizara hasta la fecha), cualquier política cultural será escasa y a contrapelo. Pero ante esta realidad se abren dos perspectivas distintas. O luchamos por un cambio general del Estado que acarree un efecto cascada sobre lo particular o por el contrario, intentamos construir un cambio general del Estado a partir de la sumatoria de pequeños cambios particulares.
Esta segunda opción, si bien es más lenta y más ardua, me parece más firme, más seria y por sobre todo: posible.
Creo que debemos realizar nuestro aporte dentro del círculo de nuestras relaciones cotidianas inmediatas, pues es allí donde la realidad es modificable. Quien trabaja en el Teatro Cervantes en ese teatro, quien trabaja con la dirección de cultura de un Municipio, sobre ella, quien trabaja con el Instituto Nacional del Teatro, en dicha Institución. Claro que para ello debemos estar dispuestos a poner en riesgo intereses personales, pues suscribirse al cambio con la condición de que el vecino empiece primero o nos aseguren que no corremos riesgos, es una puerilidad timorata inconducente. Un pensamiento mágico.
Esta metodología no implica quedar al margen de cuestiones más generales, sino por el contrario, cimentar las posiciones sobre cuestiones más mediatas con actitudes cotidianas que modifican nuestro quehacer.
El modelo de actividad estatal al que aspiro, es aquel que lleva adelante una política de facilitación y prescindencia.
Sistemas objetivos de facilitación de recursos para la actividad y prescindencia de dirigismo en la actividad artística.
Desde una perspectiva del estado social de derecho, el apoyo a la cultura es un deber indelegable, del mismo modo que las garantías individuales que el mismo debe ofrecer a sus ciudadanos para el acceso a dicho apoyo, mediante procedimientos transparentes, sencillos y accesibles.
Haciendo esta consideración general, me es imprescindible subrayar que la actividad teatral - haciendo un trazo grueso - se divide en tres segmentos que poseen características disímiles. Me refiero a los llamados teatro comercial, teatro estatal y teatro independiente.
Sobre el primero, creo que el Estado debe llevar adelante políticas tendientes a fomentar el desarrollo de la industria del entretenimiento nacional y favorecer la sustitución de importaciones (pues los dólares que migran por derechos intelectuales son una sangría innecesaria).
Sobre el segundo, creo que es menester del estado fomentar la conservación y divulga-ción del patrimonio histórico teatral tanto nacional, regional y universal, así como poner al alcance del público aquellas realizaciones que por diversas razones los otros dos segmentos no están en condiciones de llevar adelante, y de dar cobijo en condiciones de acceso igualitaria y rotativa a los creadores.
Respecto del tercero, creo que la tarea fundamental es conservar su independencia, desarrollando sistemas de apoyo económico traducido en infraestructura, logística y financiación; así como una total abstención de conductismos estéticos.
Sobre cada segmento me explayaré más detalladamente.

9/1/007: De Andrés Fernández (Rio Gallegos, Santa Cruz, Argentina) para César Brie: El público
Coincido plenamente contigo César. El formar espectadores de teatro es una tarea que realizamos permanentemente en nuestro medio, es algo que nos debe ocupar en forma continua. Hace dos meses y medio atrás se realizado en nuestra Ciudad Capital un festival de teatro internacional, en el que tuvimos el grato honor de recibir a muchos elencos de Brasil, Francia Argentina y Bolivia, entre los que se hallaba esa maravillosa obra “Otra Vez Marcelo” que realizas junto a Mía. Estoy convencido que el éxito de público de este Festival, en donde en funciones quedo más del 50 % de la sala afuera, no hubiese sido posible hace 5 años atrás de no haber formado publico interesado en ir al teatro. Y esta tarea la realizamos cada uno de nosotros con nuestros espectáculos y nuestro aporte diario a la actividad, muchas veces vapuleados por propios y extraños, por no vivir de esto por no tener la dedicación exclusiva. Nuestra dedicación exclusiva son esos tantos que no pudieron entrar a las salas. Ese es nuestro trabajo aquí y ahora. Y en un nuevo proyecto que he encarado juntamente con otros artistas locales, esta centrada nuestra mirada en un centro poblacional a aproximadamente 20.000 en donde tenemos la intención de construir una sala que atenderá exclusivamente esta idea de formar espectadores, formas personas sensibles, acercarlas al teatro pero además a otras disciplinas artísticas, estamos convencidos que el arte hace posible mejores seres huma-nos. En este medio en donde nuestro publico no va al teatro habitualmente, decidimos hace mucho tiempo ir en busca de ellos, a los colegios, a los centros de jubilados, a los centro comunitarios. Esa tarea se vio recompensada en este Festival Internacional, como en otro encuentro teatral Festeniños que logra acercar a los más chiquititos al teatro. Y no es que el público prefiere a los de afuera, no, no porque a veces también llega cada espectáculo que da calambres. Yo creo que es fundamental ocuparse de estos temas en cada medio, en vez de estar tan preocupados por lo que pasa en otros medios. El otro día miraba la transmisión de los premios ACE de la Asociación de Críticos de Espectácu-los, todo el teatro en nuestro país pasa por Buenos Aires, no había un solo artista , actor, director o productor teatral del interior del país. Claro los críticos no se mueven de Baires para saber que pasa en otros lugares de su país. Lo mismo pasa con los Martín Fierro, es tal el divorcio con el interior que hay dos Martín Fierro uno para Capital y otro para el interior. Ahora si nosotros, actores, directores, productores teatrales nos llevamos por estos parámetros, mejor que pidamos una planilla de inscripción para entrar a trabajar en un supermercado y nos dediquemos a otra cosa. Por eso insisto que cada realidad con esto del público local es muy distinta en cada lugar de nuestra América. Lo importante es tal vez poder compartir estas experiencias y llevar adelante nuestras estrategias para que en las salas cada día haya un poquitito más de publico,… tan sencillo pero tan difícil de lograr. Un enorme abrazo mi estimadísimo Cesar. Con el respeto y admiración de siempre.
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De Jorge Salinas (Barcelona, España) para Gustavo Schraier: El público
Aquí sucede lo mismo con los chicos/as; hay una juventud, a la que se le llama mileurista, que esta habida por acercarse a la cultura, pero esta misma gente, también frecuenta las discos, el botellón u otros entretenimientos. Es más abierta y creo que el factor determinante de esto es que HAY MAS MUJERES que hombres en este movimiento.
Mi universo creativo me hace preocuparme por ciertas cosas, creo que se ha creado una corriente de gente (en nuestra salita) afín a nuestro pensamiento. Sólo me preocupa que los espectáculos que nos ofrecen para ser representados allí, sean dignos, sinceros y que mantengan la línea de nuestros pensamientos, así creo que el público que he ido fidelizando a través de nuestros productos, vuelve.¿Por qué debería estar pensando a quién va dirigido si la gente que viene, supongo, que sabe de que va nuestro rollo? ¿No les pasa a todos lo mismo?¿Qué hicieron? Un abrazo y un beso a Lucio.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------De Jorge Salinas (Barcelona, España) para Julio Cejas: El rol del Estado
Hola Julio. Si no estas en este grupo, perdoná, pero leo con atención tu nota y veo en ti una gran preocupación, diría... ¿política? ¿No crees que los periodistas atienden, sólo aquello que vende? ¿Qué muchas veces con la excusa de que "el medio" no les da espacio, no atienden, (ni siquiera van a ver) a la gente que produce espectáculos, movimientos artísticos, etc.? "Porque como no lo voy a publicar....¿ A, no?...No, no puedo, no me dan lugar...para que lo voy a ver". Un abrazo.
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De Jorge Salinas (Barcelona, Epaña) para José Luis Arce: El rol del Estado
Para reafirmar lo que tu dices, pero disintiendo de que es un "fenómeno inexplicable", sino, "que esta gente ha laburado un montón para pulir su producto", te diré, que a" Los Modernos", no sólo les va bién bién en la "calle Corrientes" sino que aquí en BCN y en Madrid tuvieron les fue muy bien de público y de crítica.
¿Por qué hablas de éxito? ¿Dónde se encuentra? ¿Qué es eso? ¿No es subjetivo?

7/1/007: De Jorge Salinas (Barcelona, España): El público
La falta de público en las salas teatrales es un tema que oigo desde que estudiaba (el jurásico).
Haciendo un estudio de campo y empleando mi sociología de café con leche, creo que podría decir que mayoritariamente la gente busca distraerse sin mucho rollo.
Preferimos: los best-seller – La programación general de TV – Las Películas de aventuras – La pintura figurativa – La música popular – La edificación plana – Los video juegos - ¿Cuántas niñas/os continúan danza? – El video de Ronaldhino - Los juegos y los deportes.
De niño para ser “bueno y sano”, debes hacer deporte, aunque tengas un pariente en la banda, gritándote porque “la perdiste”. O un profe que te puntúa si tu mamá (cuando te hizo) puso los ingredientes para que seas hábil con la pelotita. Pero ese esfuerzo lo llevamos con tranquilidad e indiferencia y de grandes seguimos practicando el “sillón ball”.
Los que queremos intelectualizar la cosa decimos que está íntimamente relacionada con la cultura, en parte si, pero ¿Por qué?.
Aprovechando que los seres humanos tenemos una tendencia gandul ésca…Y a no ir a los museos de mi ciudad… ¿Será una cultura guiada hacia ello? ¿Para que rindas más porque haciéndote pajas mentales, deseas y preguntas cosas raras? ¿Por qué nos resulta difícil ver, lo que no se ve? ¿Tal vez, genético? ¿Tendrá algo que ver nuestra Kundaline? ¿Todo junto, y un poquito mas?
No conozco mucho como se mueve y se mantiene, la gente que hace teatro amateur, por lo que sé trabajan mucho para una sola función. Creo que suelen tener sala propia. Son elencos enormes, de asociados que pagan una cuota y que el concepto de cómo eligen las obras es diverso (calidad de texto, cantidad de actores, nada, todo). Si alguno lo sabe bien que lo explique
Aquí también, nos falta público, pero a todos los tipos de espectáculos. Las salas peque-ñas, (alternativas, independientes o como quieran llamarlas, como bien dice el sr. Schraier, difícilmente mantengan un producto mucho tiempo. Los grupos teatrales que no tienen sala, procuran mantenerlos mucho tiempo y salvo algunas escasas excepciones, lo logran.
En el mal llamado teatro comercial, pasa tres cuartos de lo mismo, pero hay algo, que no tiene nada o mucho que ver, que debo poner aparte…
Los empresarios… CREEN auténticamente en lo que hacen… No hacen lo que creen que deben hacer… Que no es lo mismo que leer en la experiencia (que sería elegir para que un producto tuviera éxito, comedia sencilla, espectáculo que entre por los ojos, y sobre todo actrices/ores mediáticos)…. Además de gustarle el teatro… SINCERAMENTE… Les gusta “ese tipo de producto”, porque sino, pondrían la guita en construir o en la banca… con menos peligro… Se divierten en ese riesgo, pero no por ello deja de gustarles “otra manera de ver el espectáculo”. Y es por esa razón que a veces aparece algún producto independiente, producido, por ellos.
CREER EN ELLO… no buscar nada mas que la felicidad que me produce ir a trabajar en lo que creo y lo que venga sea producto de hacer mi trabajo honestamente (para conmigo)… Esto da para mucho.
Lo personal: Mi sala es de cuarenta espectadores, (Gustavo… ¿apruebo? Pensando que ésta es una ciudad de dos millones, que allí hay mucha mas actividad teatral, sobre todo de autor y que hace ocho años que doy la lata) No recibo ningún tipo de ayuda oficial ni privada, lo que me permite ser INDEPENDIENTE y laburamos como burros para seguir… Funcionamos como escuela y galería de arte. A veces nos falla el público. No acertamos en todo lo que programamos, seguimos una línea. etc., etc.
Lo mejor es que “La Señora del General” con Cristina Fabregat, Vanesa Buchaca y Lucía Jurjo, escrita y dirigida por mi, está en cartel hace catorce meses, con poco apoyo de la prensa y mucho apoyo de la gente. Vivo en un país donde la lengua es el catalá y la gente reserva con un mes de anticipación y nos dicen quien los envió, (como si lo supiéramos), vean sus opiniones en www.atrapalo.com – las chicas trabajan tanto que se lo merecen ). Hicimos algunas cosa de "cronopios" que no nos fue nada mal pero esta... ES LA PRIMERA VEZ QUE ME PASA CON UN PRODUCTO HECHO EXCLUSIVAMENTE POR NOSOTROS: GESTION CULTURAL CINCóMONOS (GCC - www.cincomonos.org ) y tengo cincuenta y seis años y me dedico sólo a esto, hace cuarenta, y no pienso cambiar de oficio, sólo trataré de mirar de hacer las cosas mejor y ser honesto. Qué rollazo! Abrazos.
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De Juan Carlos Alarcón (Francia): Para Patricia Lazzarini + El público
Es una alegría leerte Patricia. Efectivamente supe del espectáculo teatral y del público que hubo en el bar de San Nicolás; más aún, vi algunas fotos que me mandara Elizabeth Almara a quien quiero mucho y le agradezco por haber compartido conmigo la emoción de esa pieza. Y los felicito a todo el grupo.
Estoy de acuerdo que muchas veces al público hay que salir a buscarlo fuera de las salas tradicionales, yo mismo lo hago cuando llevo alguna pieza a las escuelas secundarias o en las salas sindicales, hasta supe presentar una obra “La leyenda de Huanca Iris” en un barco junto al Sena para tocar otro tipo de espectadores. En el 89 llevábamos un camión a las ferias donde hacíamos las representaciones y no nos considerábamos teatro callejero porque el camión era un teatro bien a la italiana. También hice teatro en departamentos donde la cantidad de público era la capacidad del salón comedor, pero nuestros objetivos allí eran diferentes. De todas maneras sigo pensando que hay un problema cultural por el cual la gente no va al teatro, y que al público hay que “trabajarlo” con mucho esfuerzo. De allí que es importante, como decía Ianni, saber a quién va dirigida la pieza que queremos presentar.
Por el sistema que nosotros utilizamos, que realizamos un presupuesto general y, recién cuando lo hemos cubierto arrancamos, eso nos permite no tener que contar con las entradas para subsistir porque ya estamos incluidos dentro de ese presupuesto. Pero eso no cambia mi sensación de sentirme más contento cuando en las funciones, en vez de 3 ó 4 personas hay 50 espectadores. Yo escribo y dirijo teatro no sólo para los amigos sino que trato de tocar un poco más allá de eso. A lo mejor es por mi egocentrismo, no soy perfecto.
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De Martín Ortiz (Buenos Aires, Argentina): El público y otras yerbas
Lamentablemente, no he podido leer todo a lo aportado sobre este tema y otros con la dedicación que se merecía. Algunos los leí, otros los sobrevolé... Consecuencias de una recientisima paternidad quitadora de tiempo y sueño...
Pero no quiero privarme de dar algunas opiniones:
1 - Siempre trabajé en el Teatro Independiente. Lo sigo haciendo, lo seguiré haciendo. Es un espacio de experimentación y búsqueda personal. Creo que sobrevuela en algunas opiniones la idealización del Teatro Independiente, la soterrada afirmación de que eso y sólo eso es teatro y todo lo demás es fariseismo. Como tantos afirmaron, desde Brie hasta Schraier, hay mucho mal teatro (objetivamente mal construido, no hablo de gustos) que se auto-protege tras el escudo de "lo independiente" y se justifica en el concepto, siempre a mano, de la "propuesta." Toda propuesta artística hace un recorte del público. Sería bueno hacer una evaluación previa de este fenómeno en relación a cada produc-ción. He visto mediocres espectáculos tediosos hechos con un "a mi no me importa el público"; empezaron con 80 espectadores y terminaron con 10 amigos en las butacas y lamentándose por la incomprensión del público... Está demasiado claro que el Teatro Independiente no es necesariamente sinónimo de calidad, como tampoco lo es el teatro de Grupo ni ninguna forma de creación... Hacer ideología de cualquier modelo creativo es ignorante y mediocre.
2 - Nunca trabajé en el Circuito Oficial. Y quiero hacerlo; ahí esta mi material en la kafkiana base de datos del CTBA. Hay buenísimos espectáculos y los hay también malísimos. Maravillas como "El niño argentino" a la que no se le puede negar ninguna de sus audacias o chaturas como "Arturo ui" con Vena a la cabeza...
3 - Tampoco trabajé en el Circuito Comercial. Pero, ¿por que no hacerlo? ¿Por que negar que ahí también se ve calidad? No trabajaría con Sofovich pues no me interesa hacer eso. Pero me parece necio negar Sofovich; es parte de la propuesta teatral de la que, desde hace décadas, la Revista es una parte importante (más allá de su decadencia o no).
4 - El oficio del actor es tan amplio, tiene tantas aristas distintas dentro del teatro mismo (para no incluir cine, television, etc)... Tantas que no hay por qué privarse de ninguna.
5 - Detesto las apologías: la del teatro independiente, la del teatro de grupo, la del antropológico, la de cualquier tipo. Creo que sólo generan pobreza intelectual y chatura creativa.
6 - En cuanto al rol del Estado, se habla demasiado, se pide demasiado... Tanto que ya suena a una suerte de dependencia... Hay que pedir y hacer, exigir más y seguir creando... Y crear más allá de cualquier subsidio, ¿o dependeremos de un subsidio posible y siempre magro para empezar a mover la imaginación?
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De Alberto Drago (Buenos Aires, Argentina): El público
Hola Carlos, buenos Reyes Magos, ojalá para todos. Es imposible dirigirse al foro, sin tocar el tema de polémica cada vez mas extensa: "El Público". Evidentemente hay opiniones de lo mas variadas, preciosistas, simples, filosóficas, etc. Pero, ninguna puede darnos el secreto para que un espectáculo teatral convoque público, por su sola enunciación. Es cierto que hay "apoyos" posiblemente efectivos: ¿un autor prestigioso? ¿un buen rubro actoral encabezando? ¿un buen loby periodístico (prensa) con premisas para despertar el interés por el espectáculo por venir? ¿un director importado con supuestos éxitos en Europa en un teatro municipal? ¿un estreno en T.M.G.S.M.? ¿trabajar en un complejo teatral importante al estilo"La Plaza? ¿una súper producción? ¿plumas, lentejuelas, harapos, desnudos, fetiches sexuales, teatro político, muerto, sagrado, tosco? ¿un intercambio con entes que manejen posibles salidas de la tercera edad? ¿una organización negra? ¿teatro a la gorra? ¿hacer necesidades fisiológicas a la vista del público? ¿monólogos de vaginas, penes, trastes, tetas, o anos? ¿un kiosko con tal o cuál fundación, Rockefeller o no?¿teatro con todo lo anterior expuesto y cualquier otra ocurrencia, de horario, culinaria, etílica, de nuevas tendencias, de la palabra, de texto, de texto sin palabras, o palabras sin texto, de sonidos, mugidos, en la oscuridad, trás una cámara de tul? Cada cual, elige lo que quiere hacer, y lo hace. Puede un día cambiar de opinión, de estética, puede descubrir nuevas ganas . En lo particular soy muy feliz, cuando un espectáculo convoca gente. Y no es un idiota o un mediocre el que no piensa como uno. Es válido trabajar para diez espectadores, para treinta, para cien o setecientos. No es un tonto el que esta contento con sus siete espectadores, o aquél que festeja la llegada de otros quinientos por función. Con respecto a algunos nombres que se utilizan para ilustrar alguna teoría, puedo afirmar que a Pinti, o Francella, les interesa trabajar... para todo público. Si no hay público, no hay hecho teatral. La soberbia genera la intolerancia, la intolerancia la violencia, la violencia la ignorancia, y todas juntas, el caos social. Gracias, Carlos. (hapteatro@hotmail.com )

De Juan Carlos Alarcón (Francia): El público
El problema de la ausencia de público en las salas de teatro independiente no es un problema solamente argentino, podría decir que sucede en muchos países incluido Europa. Lo que Gustavo Schraier viene de contar (Foro 807) de su experiencia con un grupo de jóvenes y que después nos invitaba a llevar adelante nuestra propia investigación, en alguna medida tiene razón, porque eso es lo que vengo haciendo desde hace muchos años aquí en Francia. Y, justamente, en una charla que di en la ciudad de Pergamino (cuya presentación la hizo Oscar Isa, un excelente director de teatro local), yo conté allí una experiencia que llevé a cabo para testar la capacidad emotiva de los espectadores. Le transcribo lo que dije en ese entonces con respecto a este tema y a una experimentación que realicé :
“Creo que el objetivo de cuando montamos una pieza es de tratar que se vea por la mayor cantidad de gente posible. Sin embargo, la falta de espectadores en la sala es un problema que nos inquieta a todos los teatristas; es decir a todos los que de una manera u otra participamos del montaje de una pieza.
Pero también pienso que, el tema de la falta de espectadores en el teatro, es sobre todo un problema cultural y que no tiene nada que ver con el valor de la entrada. La gente no está muy acostumbrada a ver espectáculos teatrales y menos de ir al teatro. Yo que soy de naturaleza calma y que me gusta observar las cosas tratando de poner distancia para comprenderlas mejor, me doy cuenta que, a pesar que mis espectáculos fueron seguido por una amplia mayoría de estudiantes y de gente joven, los jóvenes tampoco están atraídos por el teatro. Yo vivo preguntando a todas las personas que me cruzo ¿Cuándo fue la última vez que fueron al teatro? Y la respuesta mayoritariamente es “/nunca fui al teatro/” o “/la única pieza que vi fue la que montaron unos amigos en una sala del barrio/”.
Hace algunos años con el grupo que trabajo hicimos una experiencia que nos sirvió para confirmar nuestras ideas y para matarnos de risa, porque no teníamos otra cosa como expresión a exteriorizar.
Mi costumbre es de trabajar bastante con los sindicatos obreros, por eso un día decimos montar en una sala sindical, en dos etapas, una pieza de un autor clásico francés: “Le Voyage de Monsieur Perrichon” (1860) de Eugène Labiche. En la primera etapa, representamos la pieza durante una semana entera. La entrada costaba lo mismo que la entrada al cine y explicando que, al final de cada representación, con la entrada se participaría a un sorteo de un objeto “electro doméstico”. Es decir que, con el número de la entrada, cada noche se podía ganar una cafetera, una licuadora, una cocina eléctrica o una heladera, según los objetos que nos habían dado algunos comerciantes a cambio de publicidad. Después de cada representación, entre todos tomábamos un vino en la sala del mismo teatro y allí se hacía el sorteo que habíamos prometido. Durante esa semana tuvimos que trabajar a puertas cerradas porque ya algunas semanas antes habíamos vendido la totalidad de las entradas para cada función. Dos meses más tarde repusimos la misma obra también durante una semana, pero con una diferencia: la entrada era gratuita y ya no sorteábamos nada. Esa nueva semana trabajamos con la sala casi vacía en todas las representaciones, y fue a pesar que habíamos distribuido gratis con anticipación muchas entradas. Es decir, que hasta la gente que tenía la entrada gratis no había venido a ver la pieza. Y encima algunos espectadores que vinieron a esas funciones nos preguntaban discretamente “¿/qué era lo que sortearíamos esa noche/?”. Es decir, que algunos de esos pocos espectadores, no habían venido por la pieza de teatro sino por el sorteo que pensaban que se mantenía.
Para atraer el espectador al teatro, más allá de los familiares y los amigos, se necesita de una súper organización y de un esfuerzo que, muchas veces, es mayor que el esfuerzo de montar el espectáculo mismo. Este pensamiento es lo primero que me planteo cuando voy a mostrar un espectáculo, porque yo soy un profesional del teatro, y no es que pretenda vivir de eso; pero si pretendo que mis piezas sean vista por una amplia mayoría de público.”
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De Carlos Ianni (Moderador) para Ariel Dávila: Roles
Permitime, Ariel, plantear algunos puntos de vista divergentes con tu mensaje de ayer:
1. Yo daría vuelta la pregunta: ¿Qué espacio le damos al arte en nuestra sociedad?
2. Atenti con la tan meneada Ley de Mecenazgo. Es el pretexto del Estado para lavarse las manos del deber que le compete. Que cuenten los compañeros de Brasil las conse-cuencias que ha tenido su aplicación.
3. Lo que primero el cine, y luego la televisión y el video han hecho, es devolverle al teatro su especificidad como "lenguaje". Por lo tanto, "aquello que sólo se puede decir a través del teatro" tiene que ver con su "lenguaje" y no con su "mensaje" (aunque, sabemos de hace rato que "toda forma es la expresión exacta de su contenido", Marx dixit -Carlos, no Groucho-).
4. ¿El rol del Estado es el de "cambiar la sociedad"? ¿Y eso?
5. Con respecto a "al teatro le compete en este momento descubrir en realidad cual es su rol social", te remito al Pequeño Organon para el Teatro, de Bertolt Brecht. ¿O vamos a descubrir la pólvora ahora?
Cordiales saludos.
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De Gustavo Schraier (Buenos Aires, Argentina): Oferta y demanda + El público + etc.
Estimados Rivera López, Robino y Arce. Me parece que estamos confundiendo siste-mas o modelos de producción con los artistas o grupos artísticos que pueden trabajar alternativamente en ellos o coproducir con ellos. Yo puedo trabajar hoy como productor ejecutivo en un Teatro Público, mañana en uno Comercial o Independiente y pasado mañana en una coproducción entre todos los sistemas, pero los sistemas permanecen podría decir, inalterables. El que cambia, por distintos motivos o necesidades, soy yo. Soy yo, como productor ejecutivo, quien debe entender qué ocurre o cómo funcionan esos sistemas para poder desenvolverme profesionalmente en ellos, para poder desarrollar los proyectos artísticos dentro de los parámetros propios que cada sistema de producción exige. No creo pervertirme porque hoy trabaje aquí, mañana allí o en otro lado, si puedo mantener mis principios y mi ética profesional.
Me parece que estamos estigmatizando a un artista, a un técnico o a un productor eje-cutivo si consideramos que porque surgió en lo Independiente (aunque siga desarrollán-dose alternativamente en este sistema) y mañana trabaje en el "Teatro Comercial" se "sofovichó" o si pasado lo hace en el "Teatro Público" se "kirchnerizó" o "telermanizó". Es trabajo y con esto creo que no se jode (disculpen si me estoy yendo por las ramas pero, por la mañana, antes de ir a trabajar puedo no ser muy claro):
Vuelvo al principio. No dejo de ser un tipo flexible o abierto por considerar que existen distintos sistemas de producción. Claro que estos sistemas se pueden mezclar, que pueden coproducir espectáculos (en donde los límites son más imprecisos como bien acota Robino). Pero los distintos sistemas de producción son sistemas individuales finalmente, que funcionan con distintas metodologías de trabajo, distintas formas de financiación y diferentes estilos de gestión entre otras cosas. No es bueno confundir una cosa con otra.
Obviamente para el espectador común puede no ser importante (y ojo, que dije puede no ser, no que no sea) quien "produce y financia" un espectáculo, pero para la gente de teatro creo que si es importante entender mejor como funcionan los sistemas para poder intentar desarrollarse profesionalmente en uno, en dos, en todos ellos o en ninguno de ellos y dedicarse solamente a trabajar en la Televisión o el Cine o… muchas otras opciones posibles.
Permítanme dar algunos ejemplos a ver si puedo ser más claro (aunque me siga yendo por las ramas): “Nunca estuviste tan adorable” de Javier Daulte se estrenó primero en la Sala Sarmiento y luego pasó al Teatro de la Ribera, ambos teatros del Complejo Teatral de Buenos Aires (y no en el Cervantes como citó Robino. Tal vez te confundiste con “¿Estás ahí?” que si está haciendo ese tránsito) con “producción”, como se dice, de un Teatro Público (es decir que el director y los artistas fueron contratados por este orga-nismo). Cuando terminó su más que buena temporada en este “Circuito”, Javier y el elenco decidieron relanzar por su cuenta el espectáculo en el Teatro Broadway 2 (arren-dado y administrado por Claudia Maradona y su socia) que pertenece al Circuito, para mi, mal llamado "Comercial" donde mantuvieron una muy extensa y aparentemente exitosa temporada. En ese sentido “Nunca estuviste…”, si lo analizamos fríamente desde el punto de vista de los mecanismos de la producción fue primero, una “produc-ción pública” y luego “privada” autogestionada, aunque para ser más precisos podría-mos considerarla una “coproducción”. Pero desde el punto de vista artístico, obviamente esta es una opinión personal, el muy buen espectáculo que escribió y dirigió Javier tenía la rara condición de tener una aura “comercial” única, que le permitía transitar con solvencia en salas de gran aforo o capacidad tanto públicas como privadas comerciales. Y esto no se da siempre.
En el caso de Daniel Veronese con “El Método Grönholm” fue diferente. Daniel, que trabaja mayormente en el Circuito Independiente, fue contratado para dirigir la obra por dos empresarios teatrales (Pablo Kompel, de La Plaza y Ana Jelín, de PTC Teatro de España, titular de los derechos de explotación de Jordi Galcerán, el autor) que decidie-ron coproducir en el Circuito “Comercial” dicha obra.
“Justo en lo mejor de mi vida” fue en un principio, creo que “producida” por Patalano para estrenarse en el Maipo, pero como Pinti seguía llenando, organizaron una gira para comercializarla por el interior hasta arribar finalmente al Teatro Metropolitan. Luego de aquella temporada y con cambios en el elenco y en la gestión decidieron, otra vez, salir de gira. Es decir que siempre funcionó dentro de los parámetros del “Teatro Comercial”.
Una última corrección para no confundir términos: no trabajaron en “cooperativa” sino como una “producción con puntajes” que aunque sea parecido es diferente. La primera se da en el “Teatro Independiente” y la segunda en el “Teatro Comercial”.
Continuaré.
Un saludo a todos.
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De Jorge Salinas (Barcelona, España): El rol del estado
Me parece, que no debemos perder la oportunidad de tratar de buscar propuestas. Es verdad que “los conceptos de la vida” cambiaron…pero esto es un movimiento social, a nivel mundial, que si uno cree que no es el correcto, debe denunciarlo a través de lo que sabemos hacer, arte, votar y porque no, en este debate. Es cierto que según la importancia que tú le des a la cultura, la ubicas en el organigrama de tu organización, a partir de allí, si te organizas con honestidad, renuncias a “colocar” a tus amigos (por sólo serlo), o con quien tienes compromisos políticos en los “puestos clave” de la cultura, por ej. Los teatros oficiales y legislas para que se otorguen por concurso, yo además crearía una comisión con representantes diversos para “crear” una política cultural que no cambie cuando el gobierno cambia de color (no sé si saben que el gobierno actual de España, por primera vez en 50 años, ha renunciado a nombrar al director de las cadenas de televisión estatal y a sido una comisión de diputados que se ha puesto de acuerdo – me parece una renuncia a partir de la honestidad).
A lo mejor lo saben, pero aquí existen los teatros amateur, los teatros alternativos y los mal llamados teatros comerciales. (Porque mi salita si no se auto financia, muere)
El teatro independiente existe, pero muchas veces es dependiente de sus orígenes, sus ideales y sus preocupaciones, sr. Rivera Lopez, el teatro cuando alguien llama off al teatro alternativo hace mal uso de la expresión, que no se puede sacar así porque si de su idioma, yo prefiero que mi teatro alternativo sea “ON” es decir, encendido, vivo, independiente de las ideas que no me agradan porque con el tiempo aprendí que hay otra gente que es independiente, de la cual “no soy cómplice” y que no tiene nada que ver conmigo, ni con el compromiso que yo tengo con la vida.
La gente que trabaja tiene que cobrar, pregúntenles a los técnicos, para estar en igualdad de condiciones que los que trabajan en una compañía armada por un productor. Pero sr. Ianni ¿Cuántas compañías de teatro amateur (así se les llama aquí) lo hacen sólo por “hacer algo” o por razones diversas y no ponen ningún empeño en lo artístico? (como los productores malvados) Además, no desean abandonar sus profesiones. ¿C/U de esos actores debería cobrar? Aquí la mayoría de asociaciones que los agrupan reciben una subvención y a veces se obligan a hacer una representación (como si fuera un sacrificio) para cobrarla. No se la llevan ellos, la dejan en la asociación pero, creo, les quitan la posibilidad a otros. Las domina un ‘sentido común’ cómplice. Sr. Arce Ud. ¿funciona con la misma independencia de criterio? De ese movimiento mundial y gran creador heterogéneo.
Por su particularidad, el teatro, esa expresión con la que nacemos... ¿No será necesario verlo de una manera especial? Porque por otro lado esa gente que lo hace sin inquietudes artísticas, tiene una necesidad de "contar" con su cuerpo sus sensaciones y sentimientos... y es en eso, muy honesta y tiene derecho a hacerlo y además esta bien que lo haga.
En cada uno de los que nos dedicamos a esto en exclusiva, también lo hay.
Me resulta difícil explicar lo que pienso sin que esto sea largísimo, pesado. O se me entienda mal. ¿Q lio, no?
¿Si tengo un proyecto en el que creo? ¿No puedo presentárselo a un productor como Sofovich? ¿ Seguro que dirá que no?.
La experiencia en Catalunya, es igual a lo que dice el sr.Dávila, hay de todo, es muy difícil, debes atender y entender todo “el negocio”. Se está en un momento de bonanza económica pero debes atender el chiringuito.
Al teatro alternativo, se lo ayuda con subvenciones, pero se tiene con sus proyectos, muchas exigencias, y está cautivo en otras. En lo artístico, pasa de todo.
El teatro comercial, funciona igual que allí, y no todo lo que presenta es malo. Basta de rollo. Bon Any.

4/1/007: De Ariel Dávila (Córdoba, Argentina): El rol del Estado + El público + etc.
Creo que estamos entrando en un temas de fondo , lo público vs. lo privado. En primer lugar deberíamos discutir sobre propiedad privada? Yo siempre fui „Marxista“ pero de la línea de Groucho. Sinceramente es un debate filosófico que me supera. Pero creo en la multiplicidad en el pensamiento, ya no hay grandes lineamientos a los que uno subscribe, si no micros y múltiples pensamientos con efecto multiplicador. Creo en las micropoeticas. En este sentido no puedo estar en contra del teatro comercial, el teatro no es bueno ni malo por ser comercial.
Lo mismo con el teatro independiente o el vocacional. En esta diversidad , el teatro lucha a su vez con los medios masivos. Pero en una sociedad que tuvo serias crisis de representatividad, donde casi no existe políticas del estado, el arte sobrevive en una brecha de resistencia. Me refiero al Arte, a aquel que experimenta, se renueva, que se cuestiona, que toca lo abyecto, lo políticamente incorrecto. Ese arte subsiste contra la masa.
Insisto que en Argentina hablamos de realidades muy distintas. El nivel cultural y de consumo de arte en buenos aires y el interior es muy distinto. Como así también del las ciudades grandes al resto del país.
Entonces cabe preguntarse cual es el espacio que le da nuestra sociedad al arte. Por que como no tenemos un ministerio de cultura como Brasil o como España. Por que en el país no hay una ley de mecenazgo.
La culpa no es solo del estado también es social. Por algo el programa mas visto de la argentina es Tinelli y lo nombro como nombré por primera vez a Sofovich como ejemplos, no por ostracismo , la envidia griega al que vuela demasiado alto, si no como faros y mojones de una realidad cultural argentina.
Entonces pienso que es aquello que solo a través del teatro podemos decir. Como dijo Calvino en las 6 conferencias para el nuevo milenio, la literatura sobrevivirá en el nuevo milenio siempre y cuando descubra que es aquello solo a través de la literatura podés decir.
Creo también que en este milenio el teatro tiene que descubrir que es aquello que solo se puede decir a través del teatro, y en este aspecto tiene que diferenciarse del la tele y el cine, descubrir su mensaje . No creo que sea rol del teatro cambiar la sociedad, ese es el rol del estado. Al teatro le compete en este momento descubrir en realidad cual es su rol social.
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De Gustavo Schraier (Buenos Aires, Argentina): Oferta y demanda + El público + etc.
Tarde pero seguro para José Luis Arce, principalmente.
En primer lugar, José Luis, te quiero recordar que trabajé como actor en cooperativa durante 10 años, o sea que no nací siendo “productor ” sino que viví en carne propia, como actor de una cooperativa teatral, muchas de las problemáticas que expreso en el libro (más allá de otras cientos de vivencias que mis alumnos –profesionales o no- relataron en mis seminarios desde 2000, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en algunas localidades del interior del país, y que también utilicé como base para mi análisis). En segundo lugar, quiero agradecerte por consultar mi libro, pero por favor citame correctamente (más allá de si estimé que existen 200 o 300 salas alternativas) así no se confunde una “reflexión” que hago sobre el asunto del público y que invito a hacer a mis lectores (con la que podés no estar de acuerdo, claro está), con una “afirmación”, como vos de decís que hago (esto último no lo tomes como una agresión por favor):
1) No dice “la sobresaturación de la escena artística” sino “la sobresaturación de la escena teatral” que no es lo mismo. Y se refiere a la gran cantidad de espectáculos (no solo alternativos) que se acumulan los días viernes o sábados circunscribiéndome solo a la Ciudad de Buenos Aires. Transcribo la cita 41 de la página 87 de mi libro y una de las fuentes de la que extraigo mi reflexión: “De 491 funciones que se realizaron desde el 20 al 26 de mayo de 2005, sólo en la Ciudad de Buenos Aires, se contabilizaron 355 que se presentaron los días viernes y sábados. Este dato comprende las funciones realizadas en los teatros Públicos, Privados Empresariales y Alternativos. Fuente: www.alternativateatral.com.ar y diario La Nación, op.cit.”
2) En ninguna parte del libro expreso que está mal tener 40, 20 u 8 espectadores por función (son cifras estimadísimas, como te aclaro nuevamente, que me permiten reflexionar sobre el asunto y no “afirmar” como vos mencionás que hago) Es más, ¡estaría buenísimo que tuviesen 40 espectadores promedio!, y en eso concordamos, pero lamentablemente no sucede así por acá. Cito textualmente el párrafo de la Pág. 87 del mismo y te pido que prestes especial atención a las últimas líneas subrayadas para que veas a lo que apunto con esta reflexión: “La cruda realidad demuestra que un promedio estimadísimo de 40 espectadores por función acude a la mayoría de espectáculos alternativos que se ofrecen en distintas salas de la ciudad semana a semana. Salas que tienen una capacidad promedio de 100 localidades y funciones que, además, se circunscriben en este circuito teatral solo a los días viernes y sábados. Si estimamos que hay alrededor de 200 salas alternativas (registradas) dispersas en toda la ciudad, entonces podemos calcular -de manera muy aproximada- una asistencia de alrededor de 16.000 espectadores por fin de semana, lo que pareciera muy alentador para los colectivos teatrales. Pero esta cifra, como advertimos, es muy estimativa y no representa la realidad que, viven semana a semana, las cientos de agrupaciones alternativas que padecen -a menudo- de una escasa asistencia de público a sus espectáculos (muy por debajo de los 40 espectadores promedio) y hasta incluso de la ausencia de este, lo que provoca la suspensión frecuente de funciones y las consecuentes pérdidas económicas que estas traen aparejado.” Tal vez este aspecto de mi libro no esté destinado a vos, pero si a cientos de otros artistas (que han participado, que participan y que podrán participar de mis seminarios, charlas o conferencias) que intentan alcanzar otros objetivos, tan artísticos como los tuyos pero a su vez tan diferentes de los tuyos: aquellos que no se quieren seguir entregando “en las manos del Destino” como muy objetivamente señala Carlos que muchísimos colectivos y salas hacen a menudo... aquellos que honestamente y sin ninguna hipocresía ven al público “como nuestro sustento espiritual y económico” como magníficamente acota Robino... aquellos que como el Grupo Libertablas no te-men “sesgar muchas veces nuestras aspiraciones artísticas hacia aquel lado en el que podía suceder la "comercialización" posterior. Y a hacer paralelamente un trabajo de investigación en áreas como producción, márketing, etc, tan importante como la inves-tigación en lenguajes teatrales (nunca más importante).” como menciona inteligente-mente Luis Rivera López (a quien aprovecho para saludar por este intermedio)... etc, etc, etc.
3) Decime en qué párrafo digo que está mal que Becket se estrene para 20 personas, estoy de acuerdo con vos en que 20 personas suman en cualquier espectáculo (tanto en el de un grupo “independiente” como en el de tu tan amado- odiado y estigmatizado Sofovich), pero si hubieses leído más atentamente mi libro te hubieses dado cuenta que no apunto a que eso “este mal o bien” (tampoco soy quien para decirlo). Cito párrafo de Pág. 90 y vuelvo a pedirte que te fijes en lo subrayado: “Nadie en el teatro, ni aún los colectivos teatrales, desean que sus espectáculos sean vistos por tan solo 300 especta-dores en dos meses, a menos que haya sido una decisión estético-artística premeditada y consensuada.” Me parece que no digo lo que vos decís que digo, no? Y para refrendar esto último permitime citar justamente un párrafo tuyo “Hoy mismo hay gente haciendo Sara Kane para un puñado de tipos o Bartís haciendo su último trabajo para 26 personas por función (no entran más)” En dos de los casos que mencionás (como en tantos otros que he visto y conozco) hubo una elección artística por parte de los directores de trabajar en esos espacios escénicos -propios o arrendados por ellos- que los representan ideológica y estéticamente (supongo que con lo de Kane te referís a “Crave” dirigido por mi amigo Cristian Drut en el teatro “Lavapies”). Es decir que lo de Bartís y Drut no es el fruto de ninguna casualidad: no es que esperaban 100 espectadores por función y sólo tuvieron la mala suerte de recibir 15 locos que cayeron improvisadamente. Si trabajaron “para un puñado de tipos o para 26 personas por función” como decís fue a causa de una búsqueda estética que derivó en una decisión puramente artística. Me remito también a lo que menciona Luis, con quien concuerdo nuevamente y al que le pido permiso para subrayar parte de su frase “No es posible negar la importancia que tiene la afluencia del público al teatro. Es distinto plantear un espectáculo en el que su estética contiene intrínsecamente la necesidad de que sea vista por poco público que el que el público sea poco porque NO VIENE. Este último es un fenómeno indefendible y al que debemos trabajar para revertir incluso desde el teatro "independiente". En ese caso el objetivo de muchos "teatros independientes" es indudablemente ser "comerciales". No ser Sofóvich. Sino recibir la afluencia de público que implica el éxito. Y hay muchas formas de trabajar para lograrlo (Ianni dixit).
4) No se de dónde sacaste que me aburre la estadística menor o que menosprecio el teatro de 40 personas a secas. No se de dónde sacaste que lo que me interesa es el teatro masivo (esto también es una aclaración para muchos de este foro que así lo creyeron). Te equivocás de cabo a rabo... Como creo sinceramente que un “productor” debe ser curioso (por lo menos yo lo soy) concurro habitualmente como espectador al teatro, con un criterio bien amplio y sin distinción ni pruritos de si el espectáculo se da en el circuito alternativo, público o empresarial. Trato de ver mucho teatro para crecer como persona y como profesional, aprendo tanto de lo que considero bueno como de lo que considero francamente malo y si no puedo ver más teatro es por mi trabajo como “productor” o por que mi hijito de dos años tiene la mala costumbre de querer que su padre le dedique aunque sea el fin de semana a jugar con él solito. Aunque, te digo más y no lo hago para justificar nada, el teatro que más veo es el teatro alternativo porque creo que ahí es donde suceden muy a menudo los hechos más creativos de la escena teatral (por lo menos aquí en la Ciudad de Bs As). Si querés comprobarlo pongo a tu disposición la extensísima colección de programas de mano que guardo, como un tesoro, en un viejo arcón de teatro que descansa en mi comedor. Pero... no jodamos José Luis, no todos los espectáculos que se dan en lo alternativo porque tengan intenciones artís-ticas son realmente maravillosos ni todos los que se dan en los otros circuitos porque tengan intenciones distintas son porquerías soberanamente abominables. No podemos ser tan hipócritas. Hay de todo y para todo los gustos. Y eso creo que es lo maravilloso del teatro. Hay espectadores para un pequeño grupito que hace teatro clandestinamente en una casa como para Florencia de la V producida por Sofovich en plena Av. Corrien-tes, por más que a vos no te guste un carajo o que irónicamente acuses a los alternativos que quieren profesionalizarse de "sofovichs". La anécdota a la que me referí en el otro correo sobre la percepción que tienen muchos, muchísimos espectadores (más de los que vos te imaginás) sobre lo “aburrido” del teatro no surgió justamente en una sala alternativa (como vos creés) sino en un Teatro Público, en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín, la más grande del CTBA. No quise nombrar el espectáculo porque no venía al caso. Pero para que te quedes tranquilo te cuento que fue durante la presen-tación de “El misántropo” de Moliere dirigido por Jacques Lasalle. Realmente a mi también me pareció muy aburrido. La diferencia con aquella parejita es que yo no voy a dejar de ir al teatro por eso. Y ¿la parejita? No sé, ¿vos que opinás?... El que se quemó con leche, ve una vaca y llora... La otra cosa que te puedo contar que contribuye a pen-sar que mucha gente (por prejuicios, por ignorancia, por cultura familiar o vaya a saber-se porqué corno) piensa que el teatro en general suele ser aburrido surgió de muchas de las primeras clases sobre gestión y producción que dicté desde 2000 al 2004 para los alumnos de “actuación” en Andamio 90. El ¡80 %! de los 45 alumnos de entre 18 y 23 años que solía tener durante las primeras clases de dichos cursos (perdoname por poner porcentajes, pero es más gráfico) no iban al teatro -ni siquiera a ver a sus compañeros de estudio-. ¿Por qué? Se justificaban de diversas maneras pero la que llevaba la delantera era por supuesto porque les “aburría”, seguida muy de cerca porque era caro o porque no tenían medios de locomoción para volver a sus casas (sic). Entonces les preguntaba cómo podía aburrirlos algo que no habían visto nunca. Las respuestas eran variadas. La que preponderaba era porque sus papis (los de ellos) no los habían llevado de niños a ver teatro y que ahora les daba pereza (o que tenían ciertos prejuicios transmitidos por sus papis), que no encontraban nada atractivo, que preferían ir a bailar, a tomar algo o ver una buena peli a un shopping, etc, etc. Y eso que estudiaban actuación!!!! Entonces les preguntaba qué clase de actores querían ser. La respuesta casi general: el silencio (esto que te cuento no me sucedió solamente a mi. Lo he escuchado de boca de muchos amigos docentes de teatro). Pero el colmo de esta cuestión sucedió con una de mis alumnas que revistaba dentro del 15% de los que dijeron que iban por lo menos una vez al año al teatro. Cuando le pregunté que fue lo último que fue a ver al teatro, su cándida respuesta fue: Los Nocheros al Gran Rex!!!! ¿Entendés ahora por qué digo lo que digo, aunque sea una lectura parcial de los hechos?
En conclusión, te invito (o mejor dicho los invito) a hacer una pequeña encuesta empírica -si tienen ganas- , digamos que tomando a 10 personas cada uno, entre familiares, amigos, compañeros de trabajo y si se atreven, a ocasionales transeúntes, preguntando simplemente:
1) Edad (ojo con las damas, no es cortés preguntarlo)
2) Si van al teatro.
3) ¿Con qué frecuencia?
Si la respuesta 2 es negativa saltear la pregunta 3.
4) ¿Por qué no van?
Para Ariel Dávila cortito y al pie: NO la respuesta no es que seamos Sofovich para tener mucho público. Pero tampoco tengo una respuesta para todo (a pesar que José Luis me crea disfrazado de un productor infalible)
Bueno, eso es todo por ahora. Continuaré...
Un saludo a todos.
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De Carlos Canavese (San Martin, Buenos Aires, Argentina): El público
La generación del "no se lo que quiero pero lo quiero ya" , se encuentra en todos los órdenes , un aprendiz de cualquier trabajo, sin ningún tipo de experiencia (porque recién se inicia) tiene las mismas pretenciones que alguien que ha trabajado durante años y hasta llega a solicitar el mismo sueldo .
He visto grupos y actores que creen que con el solo hecho de hacer una puesta teatral, el publico aparece solo, por generación espontánea, creen que convocar publico siempre es una obligación de los demás, incluso hasta del público mismo. Comienza el proceso de frustracion. El público no aparece por generación espontánea, aparece donde ve la continuidad de trabajo incluso a veces hasta sin importar si presentamos un bodrio o no . Lo importante es trabajar en la continuidad de un proceso que comenzara con frustracio-nes pero a la larga (muy larga) se compensará todo el sacrificio con ese tesoro tan preciado "el publico" ..antes nuestro promedio de publico en nuestra sala Jorge Sobral del cultural Teatralizarte era del 25% ahora es del 80 %y en el 2006,no hemos tenido ningún tipo de Subsidios.
3/1/007: De Alejandro Robino (Buenos Aires, Argentina) para Carlos Ianni: El rol del estado
Carlos, acuerdo con vos que la designación por concurso público, sería estupenda. Pero no basta, pues puede convertirse en una trampa formal como la del INT. La rotación debe ser integral y abarcar también a los jurados de los concursos.
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De Lina De Simone (Buenos Aires, Argentina): El rol del Estado
Los intelectuales son maravillosos... provocan pensamientos... activan espíritu... ayudan a moldear formas... construyen puentes... y como todo en este mundo es dual... también se aislan de lo que tratan "aunar".
En la calle Corrientes no entraríamos todos los que hacemos teatro, tal vez de vez en vez... se puede ganar dinero y fama y.... hay que tomarse un colectivo y viajar ... e igual seguimos haciendo teatro...
A mi me gusta que haya teatro "sofovich" ...y también... que haya" teatro independien-te" para que se pueda aprender a elegir...y hasta" independiente " del mismo público... para seguir generando vida... y el teatro es eso.... vida.....
Gracias sinceramente... a este foro... y a mentes brillantes rebeldes... provocadoras... me gusta...!!!!!!! Me gusta....luego, yo elijo... de eso se trata el teatro.... de que me haga un ser independiente.... y además siempre para mi lo profundo es elitista.... no todos quieren tomarse el trabajo que significa ser independiente... ¿no? ... para qué entregar perlas a los chanchos..... decía un tal Jesús...hace algún tiempo....
Como alguna vez te leí, Ianni... si... poner en las escuelas... la materia" teatro", como una materia" formativa" y no dictada por la profesora de castellano, sino por profesiona-les de teatro. se empieza por algo, y desde la educación... cuando aprendemos a pensar... para poder elegir...aunque a veces no lo entienda sr. Arce... por favor siga con su maravilloso discernimiento intelectual... es un placer ...es un maestro... escucharlo... y esto no quiere decir que comparta todo lo que dice... pero sí observo que es necesario leerlo.... es liberador y genera pasión por el pensamiento, eso es lo que esta faltando en esta generación... es la era del "clic" y todo esta servido... y cada vez mas....clic...clic y todo te lo dan hecho, claro que el pensamiento en "delivery" me preocupa... un poco...
Gracias nuevamente a todos... y sostener esta mecha encendida, es parte de la obliga-cion para que lo "independiente siga así... independiente"..... reitero...- lo profundo siempre ha sido elitista... -....
sigo escuchando a los que saben...
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De Mario Cracogna (Avellaneda, Santa Fe, Argentina): El rol del Estado
En principio el Estado como tal no es más que una abstracción jurídica y sociológica. Los que son reales son los funcionarios encargados de administrar la res-pública (cosa pública). La sociedad delega en esos funcionarios la capacidad para administrar y controlar los bienes e intereses públicos durante un lapso determinado de tiempo y en virtud de esa representación llevan a cabo, o deberían hacerlo, políticas y acciones concretas en dirección al Bien Común. Eso sería el corpus teórico del tema. La realidad es muy distinta por cierto. Vemos a diario funcionarios ineptos que detentan cuotas altísimas de poder con el que sólo favorecen a amigos, parientes y chupamedias del mandamás de turno. Así fue, es y será. La trama de privilegios, favores y prebendas se ha extendido demasiado en todos los rubros de la administración de la res-pública y a diario se suman nuevos beneficiarios empujados por la supuesta bonanza de la macro (la micro, bien gracias). En el terreno de la actividad teatral se percibe el mismo clima de improvisación sin horizontes lo que engorda el favoritismo hacia algunos en detrimento de otros. ¿Qué papel le asigna la sociedad al teatro hoy? ¿Qué importancia tiene el teatro para las empresas y los inversionistas privados?. Desgravar impuestos y volcarlos a la actividad teatral ¿Sería posible?. He leído que se pondrá en funcionamiento el primer fideicomiso (cotiza en Bolsa con una tasa de rentabilidad del 25% anual) por 5 millones de dólares para financiar dos películas. ¿Podría hacerse algo similar con el teatro? Por qué no. La pregunta luego es: ¿Qué cine? ¿Qué teatro? ¿Quién o quienes fijarían los requisitos para acceder a esos cuantiosos fondos?. Plata hay y mucha. Pero termina siempre en las mismas manos: los exitosos para el mercado. Los trabajadores del sector, a través de sus organizaciones gremiales, debieran elaborar proyectos de inversión-financiación en teatro a mediano y largo plazo. Sin inversión, pública y privada, no habrá crecimiento sustentable de la actividad teatral en todo el país. En cantidad y calidad. Y en afluencia de público. Proyectar significa diseñar políticas locales, provinciales y nacionales de mediano y largo plazo. Gestionar democráticamen-te la elaboración de un Proyecto Global de teatro (el nombre no interesa) con las escuelas, las universidades, las organizaciones sociales, los partidos políticos y por supuesto, con los actores, directores y técnicos. ¿Mucha gente? Puede ser. ¿Debates largos y tediosos? Puede ser. ¿Materia abstracta?. Puede ser. Pero sería un comienzo, quizás. Para concretarlo, basta con una decisión política asumida por funcionarios competentes y leales, no por oportunistas electorales. El teatro es una expresión vital de los pueblos, vale la pena nutrirlo con la palabra de todos...
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De Alejandro Robino (Buenos Aires, Argentina) para Carlos Ianni: El público
Carlos, las dos categorías están separadas por la aspiración. Hay quienes la tienen y quienes no.
Claro que tenerla implica decir "quiero" y no "querría".
Decir quiero es poner el cuerpo, el tiempo, decir querría es esperar la bendición de dioses caprichosos. Fijate que pongo énfasis en decir que lograr que el público llegue a la sala o no, no es la cuestión, sino si se tiene o no ese deseo y su corolario de trabajo. Lo dejo claro a priori.
Conozco (y conocés) numerosísimos ejemplos de artistas que no se consideran trabajadores de este medio y sus economías no dependen (ni jamás aspiraron a que dependiesen) de lo producido en las tablas.
Pertenecer a una u otra no conlleva juicio de valor artístico alguno.
Las dos categorías, no son un juicio externo, sino un elegido modo de abordaje de la actividad.
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De Gustavo Scharaier (Buenos Aires, Argentina): El rol del Estado + El público
Quisiera pedir perdón por no contestar a tan interesante debate que se planteó sobre "oferta y demanda+ el público+ otras cosas" pero estuve durante las vísperas y la fiesta de año nuevo en la casa de mis suegros donde por desgracia (o por suerte) no existe Internet... así que de paso y aunque sea un poco tarde, hoy 2 de enero, quisiera desearles a todos los foreutas un gran, pero gran, gran 2007!!!!
Para José Luis: compararme con "Etchecolaz" –aunque tampoco creo que haya sido tu intención– porque disentimos sobre algunos aspectos de este debate me parece una agresión salvajemente gratuita que no creo merecerme y que me quita las ganas de debatir contigo. Sin embargo, como soy bastante cabeza dura (aparte de escéptico, cosa que compartimos), mañana o a más tardar pasado mañana intentaré contestarte. Un abrazo a todos.
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De Luis Rivera López (Buenos Aires, Argentina) para José Luis Arce: Los Sofovich
Aunque percibo (o creo percibir) la ironía, estoy lejos de decir que Daulte o Veronese (y, en ese caso, podría mencionar a muchos, muchos más) se han "sofovichizado". Al contrario. Creo que ellos invaden positivamente desde el territorio de lo "independiente" los terrenos "comerciales" lindantes a la calle Corrientes, y logran victorias significati-vas frente a cierto razonamiento que dice: "todo lo comercial es necesariamente malo" o bien: "lo independiente necesariamente tiene poco público". Esa forma de pensar conde-na al hambre (o a un trabajo alternativo) a quienes no desean ceder en lo que respecta a su necesidad de sentir el teatro como un evento trascendente y profundo. Pero la realidad es más flexible en nuestro país de lo que esas mentes piensan y es nuestra tarea (creo) flexibilizarla aún más. Porque también es real lo que dice Robino: la profesiona-lización puede derivar en una profundización del trabajo artístico aunque sea nada más que por la cantidad de horas al día dedicadas. Y las posibilidades de lograr trabajos comerciales que dignifiquen la profesión del actor son grande en Buenos Aires. Vos mencionaste a Patalano y también en La Plaza e incluso Rottemberg, son empresarios que a veces juegan sus tantos a productos de calidad, también hay "productores" inde-pendientes, y también hay actores de cierto nombre o cartel "comercial" que llevan sus deseos de hacer teatro serio a las carteleras logrando espectáculos de categoría con resultados artísticos a veces dispares pero no peores de los que se consiguen en los teatros "independientes" o extrañamente llamados "off". Nuestro medio nos brinda los ejemplos más diversos de este "eclecticismo difuminartorio de las diferencias". Siendo yo niño, viví de cerca muchos años (entre 1976 y 1983) como mi viejo (y por lo tanto toda mi familia) "sobrevivía" estando prohibido en TV y cine, gracias a actuar en espectáculos de gran raíz "independiente" ("El precio" de Miller junto a Ferrigno, " Historia del zoo" de Albee, junto a Alcón, y muchas otras) pero de (por suerte) gran impacto "comercial". "Historia del zoo" de Albee compitió, en su momento, en Mar del Plata en recaudaciones con los espectáculos más "comerciales" "sofóvichicos". La afluencia de público es fundamental para la celebración de nuestro rito. No es fácil de lograr, pero no digamos entonces, como el zorro, que "las uvas están verdes" porque no llegamos a ellas. Todo lo independiente que se profesionalice, bienvenido sea. No tengamos miedo a la palabra comercial. Temamos, si, cuando las concesiones son excesivas y nos acercamos a la "trata de blancas". Pero los seres humanos somos iguales en todos los medios y he observado más de una vez rasgos semejantes a esa "trata" (podríamos llamarla también manejo psicopático del star sistem) en los teatros más "off" y supuestamente independientes, para colmo, sin dinero de por medio, lo que no alcanza para dignificarlo.
Por supuesto que lo independiente existe. Y la palabra independiente es profunda y significativa. Significa "libre". Y lo libre es esencial en la génesis del arte (mi grupo se llama "libertablas"). Pero esa libertad no puede significar necesariamente sacrificio económico. La aventura de vivir de esta profesión dignifica a quien la intenta. En este equilibrio peligroso pero apasionante está nuestra vida profesional. Es un equilibrio complejo pero bello y abre infinitos caminos por territorios inexplorados y arduos pero que es nuestra tarea descubrir y recorrer con pasión.

De Carlos Ianni (Moderador) para Alejandro Robino: El rol del Estado
En mi opinión, Alejandro, los directores de los teatros oficiales deberían ser designados por concurso público de antecedentes y oposición, por un lapso determinado, en función del proyecto presentado y con el presupuesto, por ese periodo, asegurado. Un abrazo
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De José Luis Arce (Córdoba, Argentina): El rol del Estado
Acuerdo con Maria Eugenia Yaique: Si para tener una política nos disociamos de la política general, es poco probable que lleguemos a una visión acertada, incluso a dimensionar el sentido acabado de lo que cada uno hace y lo que significa, la diferencia entre programas y planes y la relación entre estos y las áreas de aplicación. También con Mario Cura cuando plantea a qué modelo de Estado aspiramos. Si nos quedamos en lo ya dado, y solo apuntamos a parches, es poco lo que incidimos en realidad, aun sabiendo que esas depuraciones son necesarias. Así no creo que sea osado marcar en un nivel conceptual, aspectos correlativos a la presupuestización, a los que algunos pueden ver quizá utópicos o meramente idealistas, aunque se trate en realidad de una disputa entre gatopardismo y visión de conjunto. Para mí es bregar porque los interesados en la producción artístico-cultural tengan como sector organizado una carnadura política, y podamos ponernos por encima de los nihilismos o individualismos cómplices de la tecnocracia mercadotecnica. Respecto a presupuesto, por ejemplo, es difícil pensar que a nivel nacional, si sos una Secretaría, tengas chance para más de lo que hay. Lo que sí nos podemos plantear como intelectuales y artistas, ante la dimensión de país que somos, es la elevación del mencionado sucucho cultural a la condición de Ministerio, lo que estaría más acorde a lo que se ansía. La sustracción de espacio que los ajustes significaron no ha sido un mero tomar a la cultura como el famoso fusible que salta ante otras prioridades. Ha sido un obturamiento estratégico de clase. Y un diagrama económico de medio país excluido no precisa un Ministerio. La complicidad de la desculturización que llevó a Argentina de ser un vergel a un pàramo latinoamericano, (que el ajuste estructural descontaba como desmovilización de la conciencia), fue también de los cuadros que se resignaron a nivel cultural y dejaron de ‘ser parte’ como decía Artaud. Si hay sectores que pueden sugerir un funcionario, por qué no se pueden calentar temas de gran política que se correspondan a la política general del país, a su proyección al Mercosur y a los nuevos tiempos. Eso sólo supondría en el diseño y las agendas una presupuestización, pero una chance de ver la cultura en una gran dimensión, compensatorio de aquel achicamiento. A un Ministro se le devolvería una participación en las reuniones de gabinete, una participación activa en la crisis y en el diseño de país a la altura del resto del equipo ejecutivo en las decisiones globales, lo que le daría una jerarquía funcional y técnica que hoy por hoy, por mero encierro, como secretario no tiene porque está literalmente echado de la política mayor. A Nun, desde mi posición, lo respeto como intelectual, pero no como político. Un Ministerio podría tener otra chance en el equilibrio del arte y la industria cultural. Otro poder ante los medios. Una política verdaderamente nacional y fuerte, afianzaría al Instituto de una vez por todas y con un prestigio y poder que hoy por hoy, no tiene asegurado, y la sacarìa del riesgo de la intgervenciòn. Cada Provincia tiene que tener su Ley de Teatro (si nos constreñimos a lo nuestro). Antes de la Reforma de la Constitución del 94, el Estado centralizaba o arbitraba delegativamente sobre los poderes públicos, las demandas sociales. Al ciudadano le cabía peticionar a las autoridades, pero eso no le suponía intervenir en el gobierno ni deliberativa ni ejecutivamente. Según la fuerza del grito, es decir, el poder que representabas, te escuchaban o no. Lo reafirmo: con el Poder sólo se puede negociar con poder. En muchos casos, lo que decimos lo decimos sin respaldos institucionales que ameriten alguna interlocución ante los gobiernos. Está asumido que las quejas individuales no sirven, es más, la mera queja es hartante. El sentido democrático nos sirve para adquirir esos respaldos sin prejuiciar antes las pertenencias ideológico-estéticas. Estamos débiles mientras el riesgo de la burocratización avanza. Las re-nacionalizaciones tienen esos riesgos. Después que este conspicuo salvador de todos, Alfonsín, decidió que si no le allanaba dicha reforma a Menem nos íbamos al muere, cosas hubo que cambiaron. Por supuesto en esa Reforma, los entes culturales existentes estaban contestes con tal decisión de cúpulas porque el gobierno de nuestras entidades siempre fue tomado por camarillas de cuño partidario que contradijeron las caracteriza-ciones ‘independientes’ de origen, que constan en la mayoría de nuestras leyes, orde-nanzas y entidades sectoriales. La clientelización y cooptación es una manipulación indigna para un artista e intelectual independiente que se precie. El teatro independiente en sus tugurios espaciales y mentales es el que crea las motivaciones político-sociales de leyes y programas, no la calle Corrientes, aunque llegar ahí sea una meta para algunos. Nosotros queremos tener éxito en el culo del país, el Interior (¡ay!, sin vase-lina). Para eso, se nos da por exigir coherencia. Denis de Rougemont decía que era muy difícil no gritar como un nazi en una congregación nazi. Ser Individuo (independiente) frente a 4 millones de energúmenos unanimizados decía, es imposible. Por la experien-cia que tenemos, sabemos que Rougemont no mentía, porque no es fácil ser Singular ante la Masa dominante. A esa singularidad yo la asocio a lo independiente, consciente que la tinellización de la cultura no es ni una profesionalización ni una democratización sino más bien una fascistización, cuyo mazo se reparte por los números. Lo otro, es no tener opción. Que los gerentes culturales se dejen seducir por tales modelos, ni me va ni me viene. Pero un artista no tiene problemas de marketing, tiene problemas de libertad. Por eso hay que ver si el que tira el carro es el gerente o es el artista y quien le resuelve el problema a quien. Eso es prioridad. El magno documento de Andre Breton-Leon Trotzky-Diego Rivera, insuperable si los hay, “Por un arte revolucionario independien-te”, lo decía: “toda clase de licencias para el arte”. Los que preguntan todavía ‘indepen-diente de qué’, no saben que hay una ‘tradición independiente’ mundial, como bien reconoce Luis Rivera López. El problema es que los propios artistas acuerdan romper esas licencias. Nuestras entidades culturales están dominadas por una idea de Fascio artístico y no funcionan con independencia de criterio. Las domina un ‘sentido común’ cómplice. Los organismos privados que encarnaban la energía social apta para absorber las acciones que el Estado desguazado ya no podría hacer, empezó a suponer una transferencia de protagonismos, de manejos. La misma Ley de Teatro es fruto de ese momento de decisión del Estado Mínimo, donde no es raro pensar que se la adscribiera a ese modelo de neo-beneficiencia que pasó a regular las energías de la Sociedad Civil, hasta conformar ésta un organismo homeostático que se autorregula cada vez más a mayor distancia de donde se cocina la tajada entre Estado y Capital. Decir que Kirchner es el ‘mal menor’, es la salida. Es el fin que a nivel social las multilaterales del crédito impusieron. Un solo comandante hizo lo que quiso por años con todo el país, Cavallo. Y no hubo un solo Jan Palach que se prendiera fuego para detener sus tanques tecnolátri-cos. Nuestros Palach irredentos, habían muerto antes en un trance político que para que los olvidadizos no caigan en la pendejada, les recuerdo se llamó: Proceso de Reorgani-zación Nacional. La insularización social cada vez distrae más de plantear las demandas como parte de un organismo total. Eduardo Gruner, un excelente crítico marxista, en “El Fin de las pequeñas Historias” aboga por re-totalizar la visión de las cosas, lo que en las condiciones actuales suenan quiméricas porque no capta la individualidad múltiple que un artista de los verdaderos, muy bien supone (el que quiera poner nombres aquí que lo haga). Lo que es seguro es que esto es cuestión de estrategias de lucha política y no de mariconerías de amplitud ante el Mercado Hijo de Puta. Asumamos que los principios de donación y de independencia en este sentido, también son manipulables, también pueden portar el conformismo light, cool, soft, fashion, snob que se precisa como clima de época. Al Teatro no lo banca un crédito del BID como a tantos planes sociales, pero está enclaustrado en una funcionalidad determinada por esa imagen de cultura piadosa con que el Estado resquebrajado en su auto-estima ante las privatizadas que lo condicio-nan, distribuye las acciones culturales de contenido, en aquellas que como se dice, trabajan para fabricar conciencia o percepciones distintas. Por eso sostengo que lo inde-pendiente en este momento sólo vale como contra-ataque, como denuncia, como memo-ria por todo lo que el Estado dejó de manejar a través de un signo, que ¡oh sorpresa!, es el mismo de quienes luego dicen que harán lo contrario. Eso solo debería templarnos. Hoy lo independiente tiene que ser la evidencia de lo que está fuera de las manos del Estado por sus claudicaciones. Ser el reaseguro ético que nunca debe dejar de ser. Es subversivo por derecho propio, por espontaneidad política. El vacío teórico que sigue a la caída de los dos paradigmas, el liberal y el marxista (y sus variantes nacionales), debe activar a la cultura a evitar la transferencia de las decisiones estatales a los centros financieros. En este sentido la disputa a la industria cultural que solo genera masas consumidoras en las que el Estado no está presente, hay que confrontarlo con la imagen de ese artista independiente re-significado del que ya hablé aquí, pese a los boicoteos, como agente que se opone a los dispositivos institucionales y a las tendencias a hacer del arte un ‘servicio público’, donde se abre una canilla para tomarse un sorbo de cultura, cuyo chorro se corta a cada rato. Es con los que nos estamos conformando, lejos de un verdadero pensamiento crítico, enjundioso y libre. Esta confusión que dificultaba la creación de un verdadero público, cegada de populismo, donde se rifaron muchos de los moldes que nos identificaban como cultura nacional, terminó manifestándose como un conservatismo político, frente a los creadores a ultranza (a los que mojigateó fascis-tamente como a elitistas) que supieron estampar su idea de cambio en las propia y constante renovación de sus premisas estéticas para evitar ser condicionados o manipu-lados. Un poco la historia del realismo y la vanguardia entre nosotros. En el interior esto es similar, aunque con términos degradados como que el realismo crítico era más bien ocupado por costumbrismos vulgares, y la vanguardia ocupada por una actitud de pre-tenciosa y falsa culturosidad que mezclada de provincianismo produce arcadas. Bueno, el realismo, como es público y notorio, quedó como banda de sonido y discurso oficial del capitalismo. Gamoneda, el último Premio Cervantes lo dice maravillosamente en la última ‘Ñ’: el Poeta como creador de realidad frente al realismo como lenguaje digesti-vo del sistema. Toda una opción. Las posturas estéticas representan posturas políticas y distintas estrategias ante el poder, donde una vez entronizados, no es difícil ver (como ya vimos) que uno se tira contra el otro, priorizándose la pertenencia que le pone mone-das en la bolsa a la mentada unidad de todos los colegas. Esto también genera políticas de Estado que representan esas miserias y mezquindades. Por eso es tan obvio, el que teniendo una postura independiente y libre, pueda reclamar apoyos que va a usar para hacer oposición. Por lo pronto, el que tenemos, es el Estado que nos merecemos.
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De Carlos Ianni (Moderador) para Alejandro Robino: El público
¿Será así, Alejandro? ¿O será que, de las dos "subcategorías" que enunciás, una "vive del teatro y se consideran trabajadores" y la otra, al menos en su enorme mayoría, aspira a lo mismo sin (todavía) alcanzarlo? En mi opinión, esa "aspiración", para lo que estás planteando, las iguala. Un abrazo.
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De Alberto Drago (Buenos Aires, Argentina): El público
Hola, Carlos en este primer día 2007. Vuelvo al tema del debate sobre el público. Adhiero a Robino en su opinión al respecto. También sobre el profesionalismo o no, de los teatristas, en la opinión de Rivera López. La tolerancia no es genuflexión, toda la vida nos han enseñado a antagonizar. En la escuela, en el trabajo, en el deporte, etc. Si no escucho al otro, porque no usa mis códigos, lo excluyo, lo discrimino, eso es claramente autoritarismo. Actualmente hay llamados a certámenes de dramaturgia, donde si apareciera una obra como "El zoo de cristal", o "Panorama desde el puente" por citar dos, ni siquiera serían consideradas. Hay revistas "de teatro", que solo hablan sobre un tipo de teatro. Lejos están de aquellas "Talía", o "Histoniun", con críticos que iban a la zona de Pompeya, o al San Martín, a San José de Flores o Boedo, y al Lola Mebrives, como Luis Ordaz, Emilio Stevanovich, Gerardo Fernández, o Juan Carlos Hermes. Gracias por este espacio donde todos podemos opinar. (hapteatro@hotmail.com)
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De Ariadni Mavrakis (Buenos Aires, Argentina) para Luis Rivera López: El rol del Estado + TXI
Te confieso que no puedo leer las larguísimas notas de los compañeros sobre el R.del E. sólo algunas y otras las leo "salpicado", no por falta de interés si no por falta de tiempo. Con algunos coincido en parte y siendo hoy 1/1/007 dispongo de más tiempo y recibí muchísimo menos material del que suelen mandarme, así que leí esta vez Todo completo el Foro!
Me encontré coincidiendo en todo lo que decís. Y muy satisfecha por la respuesta que das a la compañera sobre TXI. Yo también tuve una mala experiencia hace unos años con una obre que escribió Mara Lasio. Pero te confieso que lo esperaba cuando vi a alguna que recibía el material. Lamentablemente en este momento no recuerdo el nombre y no tengo a mano a quién recurrir para que ayude a mi memoria. Confío en tu honestidad, tus padres la tuvieron y son un muy buen ejemplo como personas de Teatro y como seres humanos.
A propósito, aprovecho para decirte si no existe alguna manera de organizar la presencia de los espectadores al TXI, resulta que desde que empecé con algunos problemas de salud, no puedo ir a verlos porque con el sistema de "colas" para sacar entrada y "colas" para entrar, el estar parada tanto tiempo hizo que aguantara algo pero terminara retirán-dome dolorida y agotada sin entrar. Te lo comento porque descubrí que no soy la excepción.
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De José Luis Arce (Córdoba, Argentina) para Luis Rivera López: Los Sofovich
Hola Luis. Gracias por los conceptos que me prodigás y por tu voluntad de comprensión. Respecto a Veronese y Daulte, ¿vos querès decir que se han ‘sofovichizado’?).
Cuando uno dice ‘sofovich’ por contrapartida alude a un aspecto de ‘lo independiente’, cual es lo de lo ético. Uno supone que los nombres que se hagan no rayen la trata de blancas para hablar de éxitos, o de ‘producción’ teatral. Eso sí, Lino Patalano a Los Modernos los toma cuando ya son éxito. Por eso digo, que para el teatro independiente, su éxito ya está en existir, en estrenar, en ‘estar’ (dijera Kusch). La Ley de Teatro le hace hacer una opción al Estado, que alcanza un rango ético que yo defiendo y que despierta la esperanza, lejos de eclecticismos difuminatorios de las diferencias, que están más allá de nuestra necesidad de comer. Esa opciòn que le creamos al Estado, la creamos nosotros, los independientes. Que hables de ‘tradiciòn de lo independiente’ me parece profundo y a eso me remito. 77 años desde el Teatro del Pueblo lo acreditan. El Cine Independiente yanqui, la Música Independiente (el Grupo MIA en Argentina), el documento Breton-Trotzky, el Teatro Independiente en el mundo, ¿dan para dudar si lo que es independiente existe no? ¿No te parece que cuando decimos 'independiente de què', nos hacemos los boludos porque le andamos sirviendo a algùn patròn?
1/1/007: De Alejandro Robino (Buenos Aires, Argentina): El rol del Estado
Para Rivera López, Ianni, Schraier, Dávila y el foro todo. Adhiero a los conceptos de Luis Rivera López que nos alejan de un sectarismo poco productivo.
Las definiciones de los segmentos teatro comercial, teatro estatal y teatro independiente, son útiles si se las entiende como meras aproximaciones a la realidad descripta que es mucho más compleja. Cuando menciono (mencionamos) las categorías, lo debo hacer a sabiendas de que las mismas son definibles y determinables en su epicentro, pero que en sus periferias se mezclan. Un espectáculo que comienza en el Cervantes pasa a la calle Corrientes (Nunca estuviste tan adorable, Daulte). Un Grupo independiente trabaja en el teatro Nacional Cervantes (Caso Libertablas). Una obra en el teatro del Pueblo, pasa al teatro Brodway, en la calle corrientes (caso Venecia). Una Cooperativa pasa de la calle corrientes a gira Pcial (caso En lo mejor de mi vida). Un Grupo independiente pasa a ser producido por el Estado (Periférico de Objetos). Una sala independiente recibe una producción Comercial. Una Sala independiente recibe una producción estatal.
Y así podríamos seguir dando ejemplos.
Creo que la mirada para emprender políticas de administración teatral debiera ser abarcativa de toda la actividad, sin por ello dejar de contemplar los intereses específicos de cada sector.
Intentaré hacer un esbozo de esta idea:
Definiré como teatro comercial, aquel cuyo productor no es el artista y tiene como objetivo primordial generar una rentabilidad con la actividad teatral. La misma puede sustentarse en trabajos de índole artísticos o de mero entretenimiento.
Definiré teatro estatal, aquella actividad teatral que es sostenida íntegramente por el Estado (por lo que el objetivo artístico debiese ser el único a perseguir).
Definiré Teatro independiente (o de grupo, según las latitudes), a aquél que es producido por el propio artista, teniendo como fin principal exponer una expresión artística, siendo esta su medio de sustento.
Por supuesto, como ya he mencionado, encontraremos mixturas y dilemas clasificato-rios si nos ponemos estrictos con las definiciones por lo que remarco la precariedad de las mismas.
La relación del Estado con el teatro comercial, no debiera diferir, de la que el mismo Estado debiera tener con toda la industria:
incentivo de la sustitución de importaciones
incentivo del empleo en blanco
incentivo de la creación de puestos de trabajo
fiscalización del cumplimiento de los derechos inherentes a los trabajadores.
1. Respecto del primer punto (incentivo de la sustitución de importaciones) , el caso más claro y notorio es el de las divisas que migran en torno a derechos intelectuales (Libros, puestas en escena, diseños.). Aquí tenemos un problema complejo, pues tiene una cara económica y otra cultural. La compra del éxito existente en alguna capital del hemisferio norte, es la moneda vigente entre la mayoría de los empresarios teatrales. Este concepto colonial, reemplazó la idea (y el orgullo) de una camada empresarial (de hace varias décadas) que se jactaba de ser hacedores y exportadores de éxitos. El Estado tiene en sus manos herramientas económicas para incentivar dicha sustitución de importaciones. Esta cuestión, no implica un chauvinismo que me impida ver Pinter en Bs As, sino una política que ayude a desarrollar la industria del entretenimiento.
2. En el segundo caso (incentivo del empleo en blanco), la actividad no estuvo ajena al proceso de flexibilización laboral que vivió el país entero. La falsa tercerización de muchas actividades es sin duda un flagelo que esta inmerso en la labor y es menester de un nuevo acuerdo de parte de sindicatos, empresarios, ministerio de trabajo y entidades estatales de administración teatral, que logre la reincorporación de los trabajadores sin por ello aumentar el costo de producción que ya es bastante alto.
3. Toda la industria tiene incentivos a la creación de puestos de trabajo. Esta no debiera ser la excepción. Obras con más trabajadores debieran tener políticas estatales de incentivo.
4. Respecto de este último punto (fiscalización del cumplimiento de los derechos inherentes a los trabajadores), la cuestión a resolver es muy ardua y profunda, pues la patología que lo engendra es el individualismo acérrimo reinante que impide una mirada gremial. De ese modo, muchos actores cobran un porcentaje de su salario a través de la Asociación Argentina de Actores y otro facturando al empresario como monotributistas. Los productores firman como autores, escenógrafos, músicos y vestuaristas para que le sean cedidos de manera fraudulenta parte del porcentaje que la ley le otorga a los legíti-mos autores intelectuales. Esta última disfunción, genera una mucho peor: la patronal toma por asalto el sindicato. Es decir, al registrarse como autores, comienzan a ser socios de la entidad a la que están socavando.
Durmiendo con el enemigo. Revertir este proceso abarcará varias etapas. La primera es hacerlo público, la segunda una política de concientización gremial y la tercera un vasto consenso intransigente.
La relación del Estado con el teatro estatal (valga la redundancia), no debiera diferir de la que el mismo Estado debiera tener con todas las actividades que ejerce, todas sus instituciones y todos sus funcionarios.
El problema no es legal, sino político, ya que debiéramos ser principalmente quienes desarrollamos la actividad (no los únicos, ya que esta cuestión es financiada y debe beneficiar a todos los argentinos), los fiscales de su buen funcionamiento.
El clientelismo político que Mario Cura describiera tan acertadamente pareciera ser el principal obstáculo en este sentido, pero si observamos la cuestión un poco más de cerca, no son tantos los clientes como los que fantasean con serlo y por ello no se animan a llevar adelante la tarea fiscalizadora. Temen perder lo que nunca jamás les será otorgado.
Si lográsemos remover esta lacra, podríamos discutir una serie de cuestiones que no son posibles en las circunstancias actuales, a saber:
La Rotación de los funcionarios, enseña Platón en "La República" es una cuestión esen-cial de la misma. Respecto de las instituciones que nos abocan, la periodicidad debiera ser aplicada no solamente a estos, sino también a los artistas, pues permitiría una mayor riqueza creativa y establecería un patrón más equitativo de apoyo.
Esta cuestión debiera ser regida por un parámetro legal objetivo, que no dependiese del funcionario rotativo de turno. De manera tal, que el tetro estatal sea un apoyo esporá-dico para el artista y no un conchabo clientelista para un pequeño grupo.
Otra cuestión a tener en cuenta, es que la rotación sea respecto del Estado y no de la institución, para así abortar el hábito fraudulento (tomala vos dámela a mí) que hace que un pequeño grupo rote por las instituciones estatales, convirtiendo dichos cambios en un mero formalismo.
La definición de los objetivos institucionales, mucho ayudaría a la profundización de las búsquedas, los crecimientos y la difusión. También permitiría a cada una de las instituciones ser fuente de formación y referencia. Para ello es prioritario un detallado análisis de posibilidades en infraestructura, recursos humanos, económicos y demanda social.
La accesibilidad de artistas y público a las entidades estatales, debe estar garantizada en lo formal (la ley ya lo hace) y en lo empírico.
En cuanto a la relación del Estado con el teatro Independiente, la idea rectora debiera ser apoyar sin dirigir ni interferir. La institución creada a tal efecto, es sin dudas el INT, pero también quedan englobadas en esta relación otras instituciones como el Fondo Nacional de las Artes, Pro-Teatro, las Universidades, las direcciones de cultura Municipales y Pciales. Me referiré de mañana de manera más exhaustiva a esta cuestión.
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De Alejandro Robino (Buenos Aires, Argentina): El público
No entiendo el teatro que no pretende público. No lo entiendo desde lo artístico. No lo entiendo desde lo económico.
Es el público nuestro sustento espiritual y económico.
No entiendo el teatro que no aspira a la afluencia de público.
Luego, que logre captarlo o no, es harina de otro costal.
Hecha esta exposición, quisiera plantear dos cuestiones:
1. El teatro independiente posee dos subcategorías que no se mencionan habitualmente. Quienes viven del teatro y se consideran trabajadores y quienes no. No hay en ello juicio de valor artístico. Hay ejemplos de diversas calidades en ambas subcategorías (aunque convengamos que hacer cualquier labor como actividad ppal y darle a ella la mayor parte de tu tiempo y dedicación, te da más chances de adquirir un mayor desarrollo en dicha actividad).
Quienes están en una y otra categoría, cuando discuten "como sí" pertenecieran a un mismo grupo, tienden a desarrollar un diálogo de sordos pues ambos se refieren al mismo punto en contextos distintos que generan conceptos que difieren entre sí.
2. La segunda cuestión que quiero plantear, es preguntarme (preguntarles) por qué el estado debiera subsidiar una actividad que no es laboral y no está destinada al beneficio social. Es decir, si el artista no tiene la actividad como medio de sustento y prescinde del público, por qué razón el Estado debe financiar el teatro y no la filatelia.
30/12/06: De Maria Eugenia Yaique (Salta, Argentina): El rol del Estado
Estuve todo este tiempo ocupada en la supervivencia, padeciendo el Estado desde el ámbito de mi profesión principal, o mejor dicho desde mi medio de vida, que es el ejercicio de la abogacía, y contemplando, reflexionando, etc., etc., sobre la discusión sobre el rol del Estado que mantiene latente las distintas pasiones en este maravilloso foro. Discutir sobre el rol del Estado, es uno de los grandes temas que divide al mundo. No es una entelequia, el Estado somos nosotros. Por lo tanto, entiendo como Arce, como Guille, que el debate debe pasar sobre que hacemos nosotros para que el Estado adopte políticas idóneas para el arte y la cultura, y no transformarnos en meros receptores pasivos de los "proyectos oficiales". Nada vendrá del Estado que no sea "conquistado", como nada vino del Príncipe que no fuera "concedido" luego de arduas luchas. Nada nos es dado por obra y gracia del espíritu santo, ni menos nos será otorgado desde el Estado liberal que actualmente domina el mundo. Porque la discusión es que Estado queremos, como lo queremos, y que papel nos toca en el reparto. Por lo tanto creo que hay que dar y barajar de nuevo –como decia Jaurteche–, y decidirnos a proponer, y no sólo recepcionar políticas satisfactorias. En cuanto al compromiso que nos toca como artistas, ¡que desafío! porque entiendo como Guille, que también la cosa pasa por nosotros, por nuestra apuesta vital ante el destino y sus mascaras, y no la cómoda indiferencia que nos tiene apresados desde hace tiempo.
Por ahora sólo el deseo de un año distinto, de recuperación de la identidad, de nuestra reestructuración como país, y de ratificación de la memoria, para que nos siga ocurriendo el horror de volver a contar los desaparecidos. Brindo entonces por todos los aparecidos que siguen creyendo en las diarias utopías. Un abrazo.
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De Ariel Dávila (Córdoba, Argentina): El rol del estado + El público
Estimados Carlos Ianni, Gustavo Schraier, José Luis Arce.
Carlos en primer lugar yo diría mas presupuesto para la profesionalizacion del teatro. Creo que el tema del publico es clave en este tema, el publico masivo ve teatro comercial, el teatro independiente no es masivo ni lo tiene que ser, ya lo dice José Luis , Bartis hace una obra para 25 personas, yo hice una obra para 13 personas los miércoles a la mañana, hay obras concebidas para poco público, y cuando no es ese el caso , cuando hacemos obras en salas independientes cuando nos va bien metemos 50 personas por función, entonces no hay forma que el teatro independiente viva de su profesión. Repito y esto es para Gustavo Schraier, ¿la opción es que todos seamos Sofovich para que tengamos mucho publico?
Y es ahí cuando debería intervenir el estado, comprando funciones, coproduciendo en salas oficiales, apoyando la producción, organizando eventos donde poder hacer nuestras obras, la mayoría de los festivales del país son independientes, lo veo en la convocatorias que salen en el foro, y son muy pocos en los que siquiera podes recuperar los gastos del viaje. Yo pretendo ser profesional, vivir dignamente de lo que hago, y no nos podemos presentar con mi grupo a festivales que no pueden cubrir gastos de pasajes y ni hablar de honorarios artísticos. La mayoría de los grupos independientes aquí en Córdoba hacen 20 funciones de una obra y con suerte pedís una gira al INT* o vas a una fiesta regional y chau. No hay un circuito apoyado por el estado para presentar obras.
En cuanto a la “cultura oficial” me gustaría saber a que te referís con eso Carlos, a mi me parece que tiene que haber políticas en cultura mas a allá del gobierno de turno.
Los programas de formación de públicos existen en Buenos Aires, conozco el proyecto de Ana Durán y me parece ejemplar. Pero aquí en Córdoba no ocurre lo mismo, tengamos cuidado de proyectar solamente la realidad parcial. Aquí en Córdoba el teatro independiente La Chacarita“ hace 3 ó 4 años tiene un proyecto parecido de formación de públicos y no tienen apoyo estatal de ningún tipo.
Una de las propuestas para mejoramiento de Ley Nacional de Teatro seria la democra-tización de la elección de los delegados provinciales y regionales, que lo elijan los hacedores teatrales de cada lugar por ejemplo. Programas de capacitación de cruce, es decir que no solo haya docente desde las capitales al interior , si no horizontalmente.
En cuanto a los elencos oficiales es una discusión larga , aquí en Córdoba tenemos la Comedia provincial, a mi me gustaría saber cuanto gasta el provincia en ese elenco oficial y cuanto en teatro independiente, y a la vez comparar cuanto produce la Comedia Provincial y cuanto el teatro independiente de Córdoba, por hablar solo de cantidades , de calidades también podemos hablar. En ese caso diría que hasta es injusto que exista una Comedia Oficial. Pero seria otra discusión también interesante.
Bueno estimados e ilustres colegas siempre es placer discutir con ustedes. Espero que el 2007 se un gran año para ustedes y extensivo a todos los compañeros del foro. Un afectuoso saludo desde las tierras mediterráneas.
*INT= Instituto Nacional del Teatro
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De Alberto Drago (Buenos Aires, Argentina): El público
Esta es motivada por la polémica sobre la conveniencia o no de un teatro con público masivo, o con funciones de a media docena de espectadores. Personalmente, me encanta ver gente en una sala de teatro, pero también me conmueve el fervor de un puñado de espectadores siguiendo una obra en el llamado "off". Francamente nunca me plantee, la masividad o no, de mis proyectos o de los proyectos en los que estaba inmerso. Como participante autoral de Teatro Abierto '81, sé, no hubiera sido lo mismo con la sala casi vacía. Mis propuestas por lo general, apuntan al contenido, y la forma, es una consecuencia de la posibilidad de producción. Creo, que todos debemos convivir. El teatro hermético, el teatro popular, el teatro en cualquiera de sus formas. No es válido solo lo que me gusta a mí. Tampoco es válido, solamente lo que le gusta al otro nada más. Cuando se comienza el teatro del hacer, es como un debut sexual. Pase a lo edad que ocurra, nunca más se deja de hacer. Y se sigue fornicando a los 20, a los 33, a los 48, a los 59, a los ... siempre. Y el placer, la experiencia, es distinta a medida que pasa el tiempo. El teatro y la fornicación, no se deja de hacer nunca una vez degustados. ¡Basta de popes que marquen que se debe hacer! El artista cuando tiene dudas, debe siempre optar por la libertad. Como el sexo.
Gracias Carlos y CELCIT todo. Otra vez, feliz año, felices proyectos, y buenas ganas.
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De Lina De Simone (Buenos Aires, Argentina): Tricota
IANNI... ME ENCANTO TU APRECIACION SOBRE LOS COMENTARIOS DE ARIEL DAVILA (el rol del Estado)...
ME REVELO UN SER QUE NO TIENE CONFLICTOS ENTRE LA "MATERIA Y EL ESPIRITU"... INTELECTUAL Y ARTISTA UNIDOS "PARES Y OPUESTOS"... (pero esto lo dejo para luego)
AQUI Y AHORA...
TENGO" INQUIETUD" ACERCA DE LA CONVOCATORIA A "TEATRO X LA IDENTIDAD -2007" HECHA A TRAVEZ DE ANABELLA VALENCIA... (a ella me remito)
RELATO...
... EL AÑO PASADO DESPUES DE HABER VIVIDO MUCHOS AÑOS FUERA DEL PAIS, LLEGO... Y CON UNA OBRA DE AUTORA ESPAÑOLA EN MI MANO... SOBRE ESTE TEMA... ME ACERCO A "TEATRO X LA IDENTIDAD" ... HABLO CON MUCHA GENTE.... Y NO VOY A DAR NOMBRES, NO PORQUE NO SEA FRANCA, SINO PORQUE REALMENTE CREO QUE LAS PERSONAS" PASAN"... Y SON LAS FUNCIONES LAS QUE QUIERO OBSERVAR.... PARA VER Y CORRGIR...
...ME REMITEN A "ABUELAS.... ALLI TAMBIEN HABLO CON UNA, HABLO CON OTRO... Y HABLE... HABLE... ..................COMO ... HABLAR... HABLE... Y MUCHO.... AUNQUE NO OBTUVE RESPUESTA ALGUNA DE NINGUNA DE AMBAS PARTES.
... PASARON LOS MESES Y CLARO... OBSERVE QUE " TEATRO X LA IDENTIDAD• NO SE CONCRETO...
HOY NUEVAMENTE CONVOC AN...
NO TENGO PROBLEMAS CON "REPETIR"...
EL TEMA ES... ¿PARA QUE ? ... ESTA VEZ... SE HARA?
LES CONFIESO AMIGOS DEL FORO...
... SE HAN DESGASTADO TANTO.... TANTO LAS PALABRAS... QUE ME PERMITO DUDAR.... DESCONFIAR Y ESTAR "ALERTA"
SI HAY QUE REPETIR, REPITO TODO IGUAL... PERO SI HAY APRENDIZAJE EN ELLO... BUSCO DEJAR DE SER ESCLAVA DE LAS PALABRAS... USARLAS SOLO PARA MATERIALIZAR ALGO...
ANABELLA
ESTA OBRA DE AUTORA ESPAÑOLA, AQUI NO FUE ESTRENADA, NO ESTA EDITADA, SOLO SE VIO EN MADRID, Y ALLI LA SRA DE CARLOTTO, FELICITO A SU AUTORA, LE GUSTO...
PREGUNTO...
LA PRESENTO DE IGUAL MANERA COMO SI FUERA DE AQUI... ¿O ES OTRO TRATAMIENTO?
NO SE... ESPERO UNA RESPUESTA...
PARA TODOS...
A LA HORA DE LA CELEBRACION
BRINDO POR LOS ENCUENTROS!!!
FANTASTICO AÑO 2007...
28/12/006: De Carlos Ianni (Moderador) para Ariel Dávila: El rol del Estado
Con respecto a tu propuesta, Ariel, permitime algunas observaciones:
- Más presupuesto: Sí, pero ¿para qué? ¿Para que el Estado siga haciendo "cultura oficial"?
- Programas de formación de públicos: Ya existen. Ahora bien, ¿la verdadera formación de futuros espectadores no pasaría por implementar como materia obligatoria, en los distintos niveles de educación, la materia "Teatro"?
- Mejorar la Ley Nacional de Teatro: Sin duda. Esperamos tus propuestas (Robino ya tiró varias al ruedo). ¿Adaptarla a las distintas realidades del país? ¿Y para qué se supone que están los representantes del Concejo?
- Elencos oficiales con prestigio e inserción en el medio: ¿Para qué? ¿Para darle de comer a elefantes blancos, verdaderas máquinas de impedir, cuyos aparatos burocráticos devoran presupuestos en desmedro de lo artístico?
Pienso que debemos girar 180 grados nuestros puntos de mira. Debemos propugnar, como ya he escrito, por un Estado que asegure un adecuado estímulo -con sus correspondientes incentivos- a los trabajadores de la cultura, con planes a mediano y largo plazo, e igualdad de oportunidades de acceso a todos los ciudadanos. El Fondo de Cultura de Buenos Aires podría llegar a ser un modelo para estudiar con el mayor detenimiento. Un cordial saludo.
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De Gustavo Schraier (Buenos Aires, Argentina): El rol del Estado y otros temas
Quisiera aportar a este debate sobre “el rol del Estado” desde una óptica diferente, si se quiere, es decir no desde el lugar del actor, director, autor, en fin desde el artista sino desde la visión creativa de un productor ejecutivo que trabaja principalmente contratado por un teatro público y de manera aleatoria por algunas otras instituciones estatales (el Rojas, el INT), sobre todo como docente y asistente técnico de gestión y producción escénica pero que ha transitado -y aún hoy transita paralelamente- en el ámbito teatral independiente de la Ciudad de Buenos Aires y del interior del país. Quisiera aclarar también para que se entienda desde dónde hablo que estudié actuación por muchos años en la década del 80 (con Lito Cruz, Gandolfo, Rivas, etc.) y que trabajé en “cooperativa” durante casi 10 años con el grupo teatral La Fragua ejerciendo como actor, pero también como asistente de dirección sin más ayuda económica que el aporte incondicional de cada uno de los integrantes del colectivo que por otro lado nunca o casi nunca pudimos recuperar… hasta que por una decisión personal fui enfocando mi profesión en los 90 hacia la “producción ejecutiva y artística” de proyectos escénicos. No voy a escribir puntualmente sobre el rol del Estado, tarea ardua y compleja, ya que muchos de ustedes lo han hecho y lo están haciendo mucho mejor que lo que yo lo podría hacer. Si lo hago será solo de manera colateral.
Muchas de las cosas que han escrito en este foro las comparto (aunque muchas me parezcan demasiado utópicas para esta Argentina y este mundo que nos toca vivir. Perdón pero soy un escéptico incorregible), algunas me dejan mis serias dudas y disiento minoritariamente con otras. Escribiré desde el productor ejecutivo que soy, y de paso introduzco algunas cuestiones de la gestión y la producción escénica que tan amablemente Carlos Ianni me invitó a transmitir a través de este maravilloso espacio que brinda el Foro. En fin, vayamos a los puntos que quisiera exponer desde mi experiencia profesional y conste que no son críticas a los expositores ni nada que se le parezca sino más bien reflexiones que algunas de estas exposiciones me disparan y algunas preguntas para las cuales no tengo respuestas:
Dávila escribió “ (…) Por otro lado el INT, y los demás organismos por lo menos aquí en Córdoba apoyan o estimulan las producciones independientes, pero no hay políticas para generar público. Es decir en términos del capitalismo, se genera oferta pero no demanda. Aquí en Córdoba se estrenan muchísimas obras durante la temporada pero el promedio de público es bajo (…).
¿Sólo el Estado debe generar más público? ¿No será pedirle mucho? ¿No tendrán otras prioridades? En ese sentido es lícito pensar que Las PyMes pueden exigirle, a partir de ahora, que el Estado les genere más clientes o las Clínicas Privadas más pacientes… Volviendo a las Artes Escénicas que es lo nuestro me pregunto: ¿Por qué sólo el Estado debe generarlo y no nosotros, a través de nuestras propuestas artísticas? ¿Pensamos en el público cuando producimos nuestros proyectos? Y si no pensamos, ¿Por qué el público está obligado a pensar en nosotros? ¿No seremos nosotros mismos los que estaremos expulsando al público?
Me remito a una experiencia que viví en carne propia como espectador y que tal vez sirva para entender a dónde quiero llegar: En este caso no importa tanto el espectáculo en si mismo, si no la pareja de treintañeros que había sentados delante de mí. En un momento de la representación, la mujer se empezó a mover insistentemente en su butaca a lo que su acompañante le preguntó qué corno le pasaba. Ella le contestó: estoy aburrida. Él, muy suelto de cuerpo, argumentó: Shhh, el teatro es así… Imaginen, como gente de teatro que soy, el dolor que me causó escuchar tamaña idiotez. Pero aunque me doliese en el alma debo reconocer que es el pensamiento de muchos, muchísimos espectadores que cada vez seleccionan más la obra que van a ver, aquella que les de ciertas “garantías” de calidad por los “nombres” de su cartel (o vaya a saber por qué razones) o lo que es peor, toman la decisión de no ir más al teatro porque es “aburrido” (en ambos casos, los que perdemos -a mi humilde entender- somos todos los que trabajamos en teatro) En ese sentido y volviendo a la generación de nuevos públicos por parte del Estado quisiera comentar sobre una experiencia que estuvo desarrollando el INT –creo que a partir de 2006 y por ahora como prueba piloto, en la Ciudad de Bs. As.- a partir de una idea de la periodista y crítica teatral Ana Durán y que tal vez no tuvo la suficiente difusión. ¡Ay! ¡La bendita difusión! trataba justamente de la formación de nuevos espectadores, acercando el teatro -sobre todo independiente pero no de manera exclusiva- a los jóvenes que estudian en colegios secundarios. Lo cual señala que existe aunque sea una incipiente voluntad del Estado, a través del INT, de ahondar en esa problemática teatral. Lo cual no es poco. Y abriendo un poco el juego, es bueno saber que la falta de nuevos públicos es un tema que también aqueja desde hace muchísimos años a las distintas comunidades teatrales del mundo.
Dávila mencionó también que se genera oferta pero no demanda. Me pregunto y les pregunto: ¿Existe una demanda real para tanta pero tanta oferta teatral? ¿No existe una sobresaturación de la oferta en algunas ciudades y escasez desmedida en otras?
Estas preguntas me llevan a pensar en algunos datos que aporte en mi libro de técnicas de gestión y producción escénica: solo en la Ciudad de Buenos Aires (perdón pero es de la única que tengo algunos datos aproximados) y en viernes y sábados se dan alrededor de ¡300 espectáculos! (según Alternativa Teatral). Si nos circunscribimos a esta ciudad, una franja medianamente estable de cuatro millones de espectadores acude anualmente al teatro desde hace unos quince años. Si cada vez se estrenan más y más espectáculos (sobre todo en el circuito independiente) podemos imaginar que ese mismo público se irá atomizando más y más hasta lograr que la mayoría de los espectáculos independientes que se vayan a estrenar, de acá a unos años, no tenga más que cinco o diez espectadores por función y como mucho!!! ¿Cómo revertir esa tendencia?
No lo sé, pero es un buen tema para discutir en este foro.
27/12/006: De Ariadni Mavrakis (Buenos Aires, Argentina) para Rogelio Borra García: Indignación
Me indignó el comportamiento que relatás de la directora de cultura (lo pongo con minúscula a propósito) de Gálvez en Sta. Fe. Pero te diré que no me extraña, en el sistema en que vivimos, lo contrario sería la excepción. De todos modos me tomo la libertad de decirte que cuando comentes cosas de este nivel, pongas los nombres y apellidos de los sujetos. Es una manera de escracharlos, por lo menos y también de la víctima directa que es la empleada. Porque víctimas fueron todos ustedes. Es un horror.
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De Ariel Dávila (Córdoba, Argentina): El rol del Estado
Estimados compañeros. Me alegra mucho que el tema haya prendido, quizás es un debate tan complejo que nos tomaría el resto de nuestras vidas. Pero aprovechemos este espacio para sacudirnos las ideas, si es que todavía tenemos. Voy a tratar de sacar mis conclusiones las primeras pero seguramente otros sacaran otras.
- En primer lugar más presupuesto, es decir un porcentaje mas alto de los presupuestos que se manejan. En todos los niveles, incluso en aquellos lugares donde ni siquiera existe presupuesto para teatro.
- Políticas para la formación de públicos. No solamente generar oferta teatral si no también la demanda.
- Mejorar la ley Nacional de Teatro, adaptarla a las distintas realidades del país.
- Profesionalizacion de los hacedores de teatro.
- Elencos oficiales con prestigio e inserción en el medio.
Estos son algunos de los puntos que yo demandaría al estado, pero no confundamos a los funcionarios con el estado. Los funcionarios tenemos la suerte que en un par de años se van, pero los vacíos quedan, y el vacío de ideas es un mal endógeno de la política argentina.
Por otro lado también creo que ese vacío que dejó el estado durante mucho tiempo, generó un teatro independiente en argentina muy particular, con mucha fuerza y una producción increíble. Los funcionarios vienen y se van, nosotros seguimos laburando.
Saludos Cristian para vos también.
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De Guillermo Gómez (Buenos Aires, Argentina): El rol del Estado
Es interesante leer las reflexiones de los compañeros, con las que en parte concuerdo. Ahora bien, me pregunto cual sería el rol del actor con respecto al teatro? Cuanto sacrificio, cuanta predisposición emerge del actor como ser creativo, como productor de si mismo? Tengo dos proyectos bajo la manga y lamentablemente ningún truco en los bolsillos. Uno de los proyectos es de un excelente autor que ilustra a este foro, el otro de mi humilde autoría. Cada actor me demora entre 15 y 20 días en leer el texto (esto cuando se ve presionado por mi llamado sino vaya uno a saber si responde) esto enlaza un sin fin traspiés que no me provoca el estado sino el artista mismo. Aun así sigo confiando y sangrando la frente contra los muros. Cuando logro atravesar la gran muralla y milagrosamente los actores no llegan tarde a los ensayos y se trabaja y me olvido de todo lo malo y estrenamos llega la hora de las invitaciones; cuántos actores vienen a vernos o lo que es peor cuantos actores/compañeros responden a la invitación?
No es nada, todo una ilusión -como diría el amigo Sergio Kohan- esto es ficticio y cualquier semejanza con la realidad es mera especulación (pero podría ser real en cualquier vuelta de la esquina)
Ojalá el estado pudiera ayudarnos como debiera, mientras tanto prefiero la utopía de en la comunidad teatral surjan mas ideas y menos lamentos.
con afecto a todos
lo mejor aun está por venir, muchas felicidades en los días por llegar
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De José Luis Arce (Córdoba, Argentina): El rol del Estado
El rol del Estado puede ser una fórmula que internaliza cierta pasividad porque presupone que ese rol existe, cuando vemos que al menos como lo esperamos, no. Nosotros desde el llano, tampoco lo tenemos. Tener un rol en ese caso sería activar una posición voluntaria y consciente. Si creemos que hay que hacerlo en ambos lados (Estado-Sociedad Civil) es porque hablamos de una democracia, que tampoco debe darse por tan obvia claro. Creo que una cosa es la relación con el Estado dado y otra la que incorporan idealmente nuestros trabajos. En democracia hay que ir al Estado. Forzar posiciones. No quedarnos con que la puerta está cerrada y menos porque somos de otro partido. Así perdemos derecho al pataleo. En Córdoba tuvimos picos de organización sectorial que potenciaba nuestras presentaciones y petitorios. Teníamos el gremio de Actores y la Coordinadora. Nuestra interlocución con los gobiernos ha caído desde que esas entidades dejaron de ser llenadas de militancia y participación. Esto es exclusiva culpa nuestra. Nosotros debemos marcar las necesidades o mejor dicho, las respuestas a esas necesidades. Ganar de mano. No recibir sólo lo que propone el que gobierna. Estar activos para ayudar a generar políticas adecuadas (planes y no programas). Hay muchas cosas que se hacen sin dinero y se hacen porque hay canales públicos que las viabilizan. Además nosotros, los que golpeamos la puerta, somos los que ayudamos con nuestro rostro (nuestra ‘rostridad’ diría Deleuze) a que la gente se vea como público y no como masa. Ahora, el Estado puede ser de un determinado signo, pero el Poder que ostenta es siempre de derecha. La idea de público-masa (ya de ‘pueblo’ en el post-neoliberalismo no se habla) la planteaba el sociólogo teatral Jean Duvignaud y en línea con él, un hombre como Canal Feijoo, proponiendo un ordenamiento ‘geocultural’ (dicho en el sentido que le daba Rodolfo Kusch) desde dentro hacia fuera y no esa especie de externalidad centralizada que le supone siempre Buenos Aires al resto del país. Es cuestión de ver si lo que guía el espíritu creador de un pueblo, su volkveist decían los románticos alemanes, ha dejado de ser regido por razones éticas e íntimas o sólo responde a potestades externas. En ese dilema creo que debe instalarse lo que mal o bien llamamos Teatro Independiente, a jugar en ese ‘entre’, delimitando un espacio dialéctico donde se dirime si ese espíritu creador de un pueblo es parte o no de una responsabilidad de Estado, fuera de los dirigismos del control social. En el neo-populismo actual, el electorado es masa cautiva disponible para explotaciones extraculturales (políticas o mercadotécnicas) porque Estado y Capital son concordantes. El pensamiento crítico en esa disposición histológica de lo social es un cabo suelto que el Poder combatirá debilitándolo. Ya lo sabemos. Ese cabo suelto es lo que en términos genéricos constituye la concepción antropológica de un ‘hombre social que crea’. No veo entonces que el Teatro Independiente (la Cultura Independiente) pueda ganar un espacio que no sea como oposición. Coleridge decía que había que fundar la civilización en la cultura porque para ser ciudadanos primero hay que ser personas. Sin oposición no hay cultura de creación sino de la Obviedad, o crudos intereses políticos. La Cultura es la chance de hilvanar las tribus, es la coincidencia en lo diverso, la comunidad que se logra ante el caos egótico. Para eso el Estado objetiva la subjetividad de todos, la viabiliza, la representa. La Cultura gestiona el Sentido de la vida común, el que por su valor religante es sagrado y el Estado comete una mortal apostasía cuando lo olvida. De allí que no hay que conceder aquel debilitamiento que decía arriba. La confusión está en que para ejercer esa oposición, el ‘hombre que crea’ piense que debe ser excluido o auto-excluirse de seguir reclamando su derecho no a ser apoyado, sino a disponer de los medios para tan magno trabajo. El Estado juega parte de su prestigio democrático a través de tales políticas. El que por coherencia ideológica y falsamente ética sustrae su asedio, cumple un rol reaccionario en tal democracia y mal puede plantear supuestas ‘revoluciones’ desde tal posición. Si lo hace es por mero resentimiento. El escepticismo por tal reclamo convierte al propio sector cultural en cómplice de fascistizar la democracia. Por eso pienso que los que se borran de exigir, son funcionales a lo que se marca como el ‘no-hacer’ del Estado. El ‘ultra’ empieza a jugar un terrorismo ideológico de izquierda que necesita de ese ‘no-hacer’ estatal para legitimarse. De este lado de las cosas, hay que entender que el Teatro Independiente le disputa al neopopulismo una imagen, más, que es una de las plataformas-bastiones de la cultura donde esa imagen se construye. Y no es momento de ponerse iconoclastas, justo cuando debe dejarse testimonio de una diferencia que puede redundar en una intensificación de la democracia. Digo democracia en este caso en contraposición al riesgo de exterminio que suponen los asaltos al poder que de antemano se definen como dictatoriales. Trabajar con la realidad significa en este momento trabajar con la democracia. “El socialismo solo se puede construir sobre una base democrática” (Pasolini). Un falso progresismo sin bases en las condiciones de la realidad, optó siempre por dar el portazo y conceder que los gobiernos de la democracia formal administrasen la cultura con sus asesinos a sueldo. Es una coherencia pero con trasfondo a huída. Ya sabemos que detrás de muchos de esos portazos sobreactuados vienen consignas radicales que sabemos que nadie oirá y que sólo se destinan a un auto-equilibrio de la neurosis política de sí mismo. Por supuesto que también disculpar con sentido común a los funcionarios porque no tienen plata, es una complicidad y un encubrimiento. Hay lugares donde si se suman 10 sueldos de funcionarios políticos, hacen la suma presupuestaria para todo un año de gestión cultural. No podemos pedir Plan y justificarle al burócrata que los fondos que hay para cultura, sólo alcanzan para pagar los sueldos de los funcionarios de cultura. Nosotros como participantes desde el llano de la democracia no debemos sumarnos al posibilismo del funcionario y menos ayudarle a explicar lo que no hace. Aparte si se quedó sin plata es porque la administró mal o no se la dieron porque no gobierna para nadie. Nosotros acá en Córdoba tenemos el antecedente de un Director de Cultura Municipal que vino con el logo de un ‘plátano’ (plata-no) para su gestión. Con las deudas que tenían, sonaba a un mal chiste. La cuestión es que la reacción de los damni-ficados fue tal que poco faltó para que le pusiéramos el plátano en mejor lugar. Cuestión, a los pocos días iniciaron una moratoria al revés. Ofrecieron un plan de pago a los acreedores independientes y todos cobramos. Era la gestión de Kammerath, qué querés.
En democracia una cosa es segura: Los que ganan las elecciones tienen derecho a gobernar y a designar a quienes ellos creen idóneos. Así como nosotros tenemos derecho a plantear nuestras visiones y críticas. Pero... asumamos. Doy fe de esto: hay gente que no denuncia injusticias, malos tratos, errores... porque tiene miedo que lo dejen afuera en un concurso, que no lo consideren. Gente que tiene miedo que la exclu-yan del festival internacional o que la crítica le haga un mal comentario. Entonces calla. Están locos. De eso no tiene la culpa el funcionario aunque lo haya inducido. Pero gana el funcionario. Ante el Poder somos siempre Hijos. Pero los hay parricidas obviamente.
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De Lidia Villarreal (Buenos Aires, Argentina) para Jorge Paladino: Resistencia
Querido Jorge quiero contarte que este año tuve la misma experiencia que tuvieron Uds. Puse mi obra "Plaza Ocupada" en el Teatro IFT, la misma cuenta con subsidio de Proteatro y apoyo de la Red Magdalena Latina. Pusimos prensa también y algo insólito la gente de prensa no venia según ellos por que el IFT los deprimía, realmente calamitoso que gente de prensa pueda verter semejante comentario. Amén de comentar también que ya basta de obras de desaparecidos. La obra es un homenaje a las Madres y abuelas de Plaza de Mayo. Fue invitada a participar en el Festival Magdalena Antígona que organizó Patricia Ariza del Teatro la Candelaria de Colombia y también fue seleccionada por la gente del Grupo Yuyachkani de Perú para el Ayni de las Magdale-nas. (Que lamentablemente por falta de apoyo para los pasajes no pudimos participar) Logramos una sola nota en una pagina de Internet, luego mutis por el foro. Estoy de acuerdo que se debería instrumentar dentro de la ley de teatro un artículo que tenga en cuenta la difusión de las obras de teatro independiente. Debemos plantearla y seguirla hasta conseguirla. Un abrazo. Un buen comienzo de año. Y sigamos resistiendo.
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De Mariela Mirc (La Plata, Buenos Aires, Argentina): Crónica
En el Taller de Teatro de la Universidad Nacional de La Plata, comenzamos este año las actividades el 10 de enero. Tuvimos nuestro Ciclo de Verano con funciones de "Rápido Nocturno, Aire de Foxtrot" de Mauricio Kartun y de "Informe para una Academia" de Franz Kafka. El privilegio de que Ana Yovino y Carlos Ianni (CELCIT) nos trajeran su "Antígona". Luego hicimos la convocatoria pública abierta a la comunidad dirigida a todos los interesados con o sin experiencia teatral previa para el montaje de "El Proceso" de Franz Kafka en adaptación de Alberto Mediza; integramos el elenco, montamos el espectáculo, estrenamos, realizamos más de 20 funciones a sala llena, es decir más de 2000 espectadores. Todas las obras con la dirección del maestro Norberto Barruti, fundador hace 20 años del Taller de Teatro. Recibimos una distinción de OSDE. Hicimos el Seminario "Arte y Sociedad. Teatro y Grupalidad" con Vicente Zito Lema y Barruti, invitando a figuras como Alfredo Moffat, Luis Felipe Noé, Alberto Lapolla, entre otros. Y algunas cuantas cositas más. Además, de trabajar en la Biblioteca Teatral de La Plata "Alberto Mediza", institución sin fines de lucro que crece día a día y que brinda servicio a teatristas de todo el mundo. El 7 de diciembre hicimos nuestra fiesta de fin de año con el elenco de la Universidad de Cuyo que nos trajo su versión de Juana de Arco, con el elenco de El Proceso, con amigos como Walter Zuleta (cantor de tangos), Susana Caminos (cantante), Manuel García (bandoneón), Walter Bagnasco (guitarra), Jorge Víctor Andrada, Alfredo Urquiza, la gente del Bar El Ñato, y muchos más. Para el viernes 8 estábamos pues comenzando nuestras merecidas y breves vacaciones (breves porque retomaremos el 10 de enero la actividad con el Ciclo de Verano). Estábamos, como decíamos, tomando un vino y suena el teléfono. Eran cerca de las 12 de la noche. Guillermo Rodoni y Ana Barrionuevo de Campana. "Está con nosotros la Corporación Cultural Nuestra Gente de Colombia... Estuvimos pensando... tal vez sería interesante... que hagan una función en La Plata". Aceptamos. Y comenzamos a difundir la venida de "In-con-cierto". Con mucho temor por la fecha, un miércoles y miércoles 13 de diciembre. Y para colmo de males, o de bienes según de quién fuéramos hinchas, la final del campeonato por primera vez en la historia, se definiría en un partido adicional. Estudiantes-Boca, entonces, juegan la final ¡el miércoles 13! Y otra vez para colmo de males o para colmo de bienes, la final la gana ¡Estudiantes de La Plata! Por lo que a la hora en que el micro que traía a los compañeros colombianos desde Buenos Aires, estaba entrando a la ciudad, la ciudad se inundaba de banderas rojiblancas, se atascaba de autos y peatones enfervorizados y se cortaban las calles de acceso. Además de una torrencial lluvia que se desató, y que los malignos dicen que eran las lágrimas de los hinchas de Gimnasia y Esgrima de La Plata, histórico rival de Estudiantes. En estas favorables condiciones de fervor popular y adversas condiciones para una función de teatro a realizarse a las 21 hs. en un sótano de la calle 10 entre 54 y 55, en medio de las explosiones y bocinazos, se preparó el elenco y abrimos las puertas del teatro. Pero la magia del teatro funciona así y cerca de las 21.30 hs. estábamos disfrutando del excelente trabajo de la Corporación Cultural Nuestra Gente de Medellín, de las actuaciones de Alba Irene y Raúl Guillermo, de la dirección de Jorge Blandon, con Fredy y Franco en la cabina de luz y sonido, con la sala llena. Con la presencia de los compañeros de los Grupos de Teatro Comunitario Platenses: Los Okupas del Andén, los Dardos de Rocha, los de las localidades de City Bell, de Tolosa, de Berisso, ¡y hasta con las compañeras de Patricios que recorrieron los casi 400 km que separan la ciudad de 9 de Julio de nuestra ciudad, con la lengua afuera para llegar a tiempo. Y la fiesta se extendió al foro que duró casi una hora y que cortamos porque se pasaba el asado. Y a la cena que compartimos con los compañeros de Colombia, con Guillermo y Ana, los inventores de esta venida, con Carolina y Mario Llano de Pringles... Y la fiesta se extendió, vino y charla mediante, hasta la madrugada. Hasta que partieron hacia sus funciones en Buenos Aires, hacia sus funciones en Campana, hacia el regreso a Colombia... ¡Gracias Ana y Guillermo! ¡Gracias Alba Irene, Raúl Guillermo, Fredy, Jorge! Gracias... Y ¡hasta la victoria! Norberto, Maricel, Mariela, Jorge, Florencia, Franco, Eugenio, Valentín, Alicia y demás compañeros del Taller de Teatro de la Universidad Nacional de La Plata

De Julio Cejas (Rosario, Santa Fe, Argentina): Saludos de fin de año
Querido Carlos Ianni, comunidad activa y pensante del FORO CELCIT: Demás está decir que la mejor manera para mi de despedir este año es celebrar la permanencia y la persistencia de este espacio único que tanto nos motiva a seguir sintiendo que a pesar de todo lo que nos quieren hacer creer los que manejan los hilos de los pequeños poderes de turno, ESTAMOS VIVOS Y COLEANDO!!!!
Por eso y sintiéndome bastante responsable de haber avivado las brasas de una permanente discusión acerca del Estado, el teatro y los que se consideran representantes y forjadores de una política cultural que en algunos casos no es tan independiente como se proclama, levanto mi copa desde esta ciudad de Rosario donde mañana se intentará volver a abrir un espacio para el diálogo y el intercambio de ideas, un espacio muy temido por los que no consideran esta instancia como algo superador de una gestión política donde se administran los fondos del Estado de acuerdo a las concepciones estéticas e ideológicas de los que dicen representarnos.
En la misma reunión que se viene postergando hace mas de dos meses por ausencia de los verdaderos destinatarios que son la gente de teatro de esta ciudad; volveré a ratificar mi pedido para que se considere a la actividad periodística y específicamente de la crítica y difusión teatral como un componente ineludible de circuito teatral y como una de las patas que permite sostener el edificio de defensa de la actividad independiente de teatro frente al desinterés de los empresarios teatrales, gran parte de los medios de comunicación masivos y un sector importante del público que sigue considerando teatro a los espectáculos mediáticos provenientes de la Capital Federal.
Por eso reenvío el texto de la convocatoria para esta reunión de mañana en la sala Amigos del Arte, para que tenga difusión en el amplio espacio que significa este Foro y por que no para muchos de los teatreros rosarinos que todavía no deben estar enterados de esta movida,
Gracias, una vez más y que el año entrante comience a desdibujar la abulia, la apatía y la falta de compromiso que casi siempre son moneda corriente para pagarle a nuestros detractores una feliz estadía en sus proyectos hegemónicos

El Miércoles 27 a las 20 horas en la sala"AMIGOS DEL ARTE", 3 de Febrero 755, nos encontraremos para tratar de discutir y llegar a alguna conclusión acerca de los diferentes enfoques que se tienen con respecto a la ética y el compromiso con la actividad teatral y su relación con los organismos oficiales, fundamentalmente con el INT, una de las instituciones que mayor injerencia tiene en los últimos años en el intento por darle un perfil a la actividad teatral nacional.
Como ocurre casi siempre, las instituciones hablan por boca de sus representantes pero muchas veces lo hacen mas por la boca de quienes deciden el destino de los fondos y el diseño de las actividades que nos incluyen a todos los que de alguna manera estamos relacionados directa o indirectamente con el teatro.
Lo que no se puede permitir a esta altura del siglo, es la prepotencia, la bravuconada y la burla de quienes supuestamente deberían tener una mirada seria y un manejo acorde con la función que representan; tampoco se pueden avalar este tipo de actitudes en el marco de la aceptación por parte de mucha gente del grado penoso de desmovilización y apatia en el que se está hoy ,donde pareciera que como reflejo de lo que ocurre en gran parte de nuestra sociedad; la crítica, el debate, el estado de deliberación permanente, se han transformado en una especie en extinción con el consiguiente beneplácito de los que nos gobiernan.
Por esto y por muchas razones más que todavía nos asisten a los que pensamos distinto y creemos que toda institución se enriquece y crece a partir no sólo de la afirmación de sus logros sino fundamentalmente a partir de una mirada crítica sobre alguno de sus aspectos menos claros; nos reuniremos con la finalidad de demostrar que la gente que hace teatro tiene una idea concreta acerca de ciertos conceptos tan manoseados como la dignidad y la ética y la responsabilidad del lugar que ocupan en la sociedad y que va más allá del reconocimiento del público o una sala llena.

De Mariela Mirc (La Plata, Buenos Aires, Argentina): Para compartir
Queremos compartir con ustedes esta cita:
El capitalismo es un sistema de relaciones de dependencia que va
del interior al exterior, del exterior al interior,
de arriba abajo y de abajo a arriba.
Todo está jerarquizado.
Todo es de hierro.
Es un estado del mundo y un estado del alma.
Franz Kafka (1882-1924)
Saludos cordiales

15/12/006: De Mirta Seijo (Buenos Aires, Argentina): El rol del Estado
Excelente las palabras de Alejandro Robino y Julio Cejas, acerca del rol del Estado, estoy de acuerdo con cada una de sus palabras, pero por suerte todavía hay personas que se atreven a luchar contra la hipocresía, el individualismo, el narcicismo, el clientelismo. Lamentablemente el poder, emborracha, enceguece, no deja ver mas allá de sus narices, todavía recuerdo una frase que me dijo mi abuelo "Las personas se conocen por lo que hacen no por lo que dicen".
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De Jorge Salinas (Barcelona, España): El rol del estado
Partiendo de que no nos agrada una “política cultural de estado” que nos influya en nuestra manera de opinar… ¿No deberíamos reflexionar?
¿Qué es la soberanía? ¿De quién depende? ¿Qué es la soberanía en un estado de derecho? ¿Soy soberano de mis actitudes, palabras y elecciones, personales?
Si no es así ¿No debería preguntarme, qué me pasa?
¿Toda mi relación creativa? que por supuesto esta favoreciendo a la cultura. ¿Esta relacionada con la exclusiva necesidad de la sociedad? Olvidándome de mis historias personales ¿O es que intrínsicamente siento un impulso a expresarme sobre esas cuestiones? ¿No vuelco en ello, el peso de mi historia?
Creo que deberíamos preguntarnos, los parámetros que usamos para definir “independiente”. ¿Independiente respecto a qué? Como preguntó el sr. Alarcón.
Es sólo un título? ¿Una definición sobre una forma de hacerlo? ¿Todos los grupos “independientes” trabajan con los mismos objetivos? ¿Con el mismo método?¿Con los mismos ideales?¿Con los mismos fines? ¿O la riqueza está en esa diversidad? ¿Todos se merecen una ayuda?
Primer problema: necesitamos gente que lea todos los proyectos. ¿Qué criterio deben tener? ¿Por qué cuando hablamos del estado, lo ponemos como una masa heterogénea? ¿No habrá alguno inteligente como nosotros, con buen criterio y que no se deje influenciar por el partido gobernante.
Muchas veces el estado lo hace mal y siempre, siempre beneficia a los suyos.
¿Cómo hacer para que los que toman estas decisiones sean “independientes” y puedan pasar de las influencias de quienes han ganado las elecciones?
¿Cómo hacer para que no se creen Kiosquitos?
Si partimos de la base, que hay gente que trabaja dentro del estado con buena voluntad y son honestos, aceptemos que lo tienen difícil, continuamente surge gente haciendo cosas nuevas, cuestionando a las anteriores, a nosotros mismos y al mismo estado y ofreciendo otra manera de expresión.
Creo que deberíamos preguntarnos qué rol queremos que juegue el estado y si nosotros aunque no nos beneficiemos de ello, somos capaces de aceptar.
¿Cómo hacer para que sea independiente de verdad? Y cuando digo estado también me refiero a las otras instituciones que están más cerca del ciudadano.
Veo que, las opiniones están influenciadas por experiencias dentro de la Argentina y mas allá (o mas acá), dentro de localidades del interior, con malas experiencias y con una visión absolutamente localista.
¿No es esto parte del individualismo que nos propone el sistema “neo-liberal”?
¿La propuesta es que cada uno logre lo suyo?...
Creo que el sr. Arce propuso que como el teatro Cervantes es el único que pertenece al estado de la nación, reciba en su programación obras del interior del país, principalmente las de Córdoba (Argentina).
¿Por qué no obras de los argentinos que estamos fuera? ¿Por qué endógeno solamente?
Podría argumentar muy seriamente lo importante que sería el aporte de todos los que estamos “en el extrarradio” a la cultura de un país, de nuestro país.
Estoy en muchas cosas de acuerdo con el sr. Cura, con el sr. Alarcón, el sr. Ianni, el sr Arce, el sr. Dávila, el sr. Robino, el sr. Cejas y me parecen conmovedoras las últimas palabras del sr. Rubio.
No sé quien creyó que era catalán, lo soy sólo por adopción, soy argentino, un abrazo a todos y feliz año
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De Pablo Tolosa (Córdoba, Argentina): El rol del Estado
a ver mis queridos colegas, respondiendo un poco a todos, soy actor de un elenco oficial, la comedia cordobesa, y creo que es un espacio sumamente válido de producción del estado, en tanto y en cuanto, los funcionarios de turno no se hagan los distraídos y cumplan con las leyes que estos elencos tienen y que, si ustedes las conocieran, verían el verdadero nivel de exigencia y demanda que tendría que regir. Dentro de esta estructura también luchamos contra la falta de política cultural. Pero si nos vamos a quedar esperando que el estado, que cumple con determinado signo político con sus objetivos específicos, forme una política cultural abierta, contemplativa y generadora de los derechos que nos asisten a todos como ciudadanos, nos podemos pasar toda una vida esperando. Las cosas se exigen, y creo, porque ya lo he vivenciado, que si hay tanta gente en este foro preocupada por el rol del estado, podemos sumar la fuerza necesaria para desarrollar y exigir una planificación adecuada a lo que le hace falta hoy a nu7estro teatro independiente. Yo acabo de estrenar una obra sin apoyo de absolutamente nadie. No tengo premios estímulos, a la producción, nadie del Estado me compra funciones, no me abren las puertas de las salas oficiales. ES MI OBLIGACIÓN EXIGIR QUE SE CUMPLA CON MIS DERECHOS. Pero creo, como vasco que soy, que ya hay demasiadas palabras, y que acá ( con un lenguaje muy rebuscado y adornado de parte de algunos compañeros)se diluye la verdadera acción. Personalmente creo que se denuncia clientelismo, y, muchas veces, el que lo denuncia en estos lugares, es parte de ese clientelismo. El problema es que creo que no está mal recibir, el problema son las exclusiones del sistema. Muchos de mis amigos teatreros viven de los fondos de la provincia (que son bastantes), y no está mal, el problema es la repartija, pero no quiero quejarme con ustedes, ME TENGO QUE QUEJAR CON EL ESTADO. CUÁNDO Y DONDE NOS JUNTAMOS PARA EXIGIRLE A LOS GOBIERNOS QUE DEJEN DE MIRARSE EL OMBLIGOY ABRAN EL JUEGO A LOS VERDADEROS HACEDORES DE LA CULTURA? MIENTRAS NOSOTROS HABLAMOS LAS COSAS SIGUEN PASANDO. En Córdoba, desde que hago teatro se critica a la política cultural, y hasta ahora no he visto que nadie se ponga de acuerdo y que nos juntemos y nos peleemos con los gobiernos de turno.
Yo pongo las cartas en la mesa, A MI CASA ENTRA UN SUELDO PROVINCIAL PORQUE SOY ACTOR DE LA COMEDIA CORDOBESA, ASI COMO MUCHA GENTE EN CORDOBA TIENE SUELDOS COMO FUNCIONARIOS DE CULTURA.
POR ULTIMO, CADA VEZ QUE VEO LA FRASE EN EL FORO "EL ROL DEL ESTADO" SIENTO CON MUCHA TRISTEZA QUE NOS ESTAMOS APARTANDO DEL HECHO DE QUE NOSOTROS SOMOS EL ESTADO. HAGMOS ALGO Y DEJEMOS DE HABLAR TANTO. Un abrazo
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De Lina de Simone (Buenos Aires, Argentina): El rol del Estado
AUNQUE NO ME REFIERA POR NOMBRE O APELLIDO,"ESCUCHO, LEO A TODOS", ESTOY SEGURA DE QUE TODOS LO HACEMOS AQUI. ... ME PREGUNTO.... EL TEATRO COMO EXPRESION ARTISTICA, TIENE QUE VER CON EL PODER ?... TODO LO QUE SE ESTATIZA SE CORROMPE, TEMPRANO O TARDE... Y EL PODER CORROMPE.... TEMPRANO O TARDE... MAS QUE HUMANO ¿NO? ...QUIERO UN TEATRO LIBRE DE CORRUPCION Y CORRUPTOS... Y EL ESTADO TIENE LA OBLIGACION DE SUBSIDIAR•”TODO” COMO AQUI SE HA DICHO, Y TODO ES TODO LO QUE SU GENTE NECESITE.
PARA ESO SE PAGAN LOS IMPUESTOS? .SINCERAMENTE , DE VERDAD, ES TIEMPO DE SER MEJORES ...LOS TEATRISTAS TENEMOS LA OBLIGACION DE HACER UN TEATRO "INTEGRO" "HONESTO" DE "SERVIVIO"....
GRACIAS IANNI POR ESTE ESPACIO, NOS SENTIMOS MAS ACOMPAÑADOS Y...GRACIAS TAMBIEN POR EL ESCRITO DE BARBA... QUE EL AÑO QUE LLEGA NOS ENCUENTRE AQUI Y MEJORES...
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De Fernando Pallas (Rosario, Santa Fe, Argentina): El rol del Estado
Un aplauso pa`l asador decíamos en el barrio, en alusión directa del comentario de Ariel Dávila ..donde dice que el INT y otros organismo no se preocupan por generar publico y ése muchachas /os es la piedra filosofal de la realidad tangible de las noches de función. Se subvenciona a las obras y esto pasa mucho en rosario entonces los espectadores pasa a un segundo plano ( si viene mejor , si no importa porque cobramos igual) y partiendo de esa base salen las distintas propuestas teatrales donde el público es un ornamento insignificante y no como receptor y fin para que se de el hecho teatral ( ya que sin publico no hay teatro) .Se debería dejar de financiar las obras desde ese punto y si dar subsidios para ser volcados a la difusión de la obra en distintos medios de comunicación a los cuales jamás podemos llegar, de esa forma estaríamos generando publico genuino y no parientes y amigos que siempre están
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De Gustavo Mac Lennan (Buenos Aires, Argentina). El rol del Estado
Algunas ideas, algunas propuestas, algunas críticas
No es nueva esta reflexión. ¿Qué rol ocupa o debe ocupar el Estado en la cultura?
Primero una definición de alguien que ocupó y ocupa funciones de Estado en diversos organismos particulares, oficiales, nacionales y supranacionales: Katinka Dieterich: En cultura la menor presencia del Estado posible, pero todo el Estado que sea necesario.
Katinka dirigió varios años el Instituto Goethe en la Argentina (allí en 1999 dio alguna de sus últimas charlas y seminarios sobre gestión cultural); pasó luego a inaugurar y dirigir el Goethe de Moscú (vaya encomienda) y hoy es funcionaria en la Comunidad Europea. En pocas palabras, el Estado no debe ser productor de cultura (como ocurre en nuestro medio, por ejemplo), es decir no debe producir teatro, ni música, ni cine, ni nada cultural, ni tampoco disponer de grandes presupuestos para ello, contratando a amigos y familiares de los políticos y gobernantes de turno. No. El Estado debe preocuparse en poner en contacto a los artistas y a la población sin limitación ni censura ninguna.
¿Quién podría construir un gran teatro cerrado y/o al aire libre si no es el Estado?
¿O quién podría construir salas bien dotadas (con calefacción y refrigeración incluidas) en todas las cabeceras de partidos y localidades populosas de todas las provincias, sino es el Estado? ¿Quién puede garantizar el traslado del público (en horas de la noche y días hábiles y feriados) desde barrios alejados al centro o, viceversa, llevar espectáculos dignos y/o con múltiples participantes a esos mismos barrios alejados (un viaje desde Mataderos al Centro insume una hora de ida y otra hora de vuelta), si no es el Estado? ¿Podría alguna cooperativa pensar en hacer giras por el conurbano, la provincia o varias localidades del interior sin apoyo del Estado? Recién después de nueve años, a los despiertos dirigentes del Instituto Nacional del Teatro, se les ocurrió que hay que hacer festivales con presencia de elencos extranjeros en distintos puntos del país. Eso sólo puede financiarlo el Estado. ¿Podría un elenco de Mendoza ir con escenografía, luces y 15 actores a Trelew, Río Gallegos, Usuahia, Bahía Blanca, Concordia (Entre Ríos), El Espinillo (Formosa), Anillaco (La Rioja) sin apoyo del Estado? ¿O esas localidades y sus pobladores no tienen derecho a ver esa obra aunque paguen impuestos directos e indirectos hasta el 21% (ver IVA)? ¿No debería el Estado en todo el país subsidiar a colectivos o van para que los espectadores puedan trasladarse en horarios nocturnos a las salas de teatro y esperarlos para el regreso (sucede hoy en muchas ciudades del mundo, Barcelona, por ejemplo)? ¿Qué teatro independiente puede cambiar su vetusto y ruidoso escenario de madera por uno capaz de recibir a veinte bailarines de danza teatro, sin ayuda del Estado? Quién puede organizar simultáneamente un festival de teatro clásico español (como el de Almagro en la Mancha) en el NEA, otro de teatro gauchesco argentino en el NOA, otro de vanguardia en la Patagonia, otro de teatro clásico universal en el Centro y otro de 10 naciones en la Triple Frontera, si no es el Estado? O al menos con su ayuda. ¿Por qué no se ha creado ya, después de nueve años, un Instituto Internacional del Teatro Argentino para poner en blanco y negro al programa IBERESCENA de la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos) creado ya hace más de diez años, y cuyo director es hoy un argentino que reside en Madrid? ¿No es esa una obligación y tarea para el Estado? Con el programa IBERMEDIA, también de la OEI, ya se han producido y co-producido más de 50 películas argentinas. El Estado debe estar presente en la cultura, no para generar becarios y funcionarios con rango de embajadores, repartir prebendas y becas entre familiares y amigas de los miembros del Estado (hoy entran al país más 450 becas de teatro por año que jamás llegan a sus legítimos destinatarios: estudiantes, actores noveles, profesionales, etc.). Ojalá estas reflexiones ayuden. Felices fiestas y mejores vacaciones.

De Pablo Gonzalez Ellenberger (Córdoba, Argentina): El rol del Estado
¿El rol de Estado? Por que empezar por ahí. Como primera aproximación deberíamos pensar que tipo de Estado es el que emerge hoy en día, la función que cumple y en ese sentido arremeter todos esos deseos sobre lo que debería ser. Me parece.
El Estado, en términos políticos es un Estado capitalista. Lo que hay que distinguir es que este estado puede tener diferentes Regímenes en los cuales funcionan sus instituciones. El Estado tanto en la ultima dictadura como en la actual “democracia” es el Estado de una clase. La clase poseedora. Como tal, si delante de él se encuentra un general o un doctor su interés de clase sigue siendo el MISMO.
El Estado Democrático Burgués no es otro que el que defiende la propiedad privada por encima de la vida humana, esto en alusión a sentencias judiciales que pesan sobre sujetos que intentan trasformar esta Realidad y este estado le responde con el poder policial.
Cuando vemos en el Estado el garante de la “libertades y seguridades ciudadanas” no es otra cosa que decir proteger es Status Quo de quien los que están en el poder mientras los millones seguimos produciendo para que los gusanos puedan darse los lujos.
La convivencia entre el Estado de Derecho y el Aparato Represivo se ve claramente en la Impunidad de los genocidas como Pinoch(o)et, y sigue la lista en toda Latinoamérica. La desaparición de Julio López ,en el que esta sospechada la bonaerense y la (in)Justicia encubre para proteger el rol de Estado en las causas por la verdad y justicia, deja al descubierto el papel del Estado protector y garante de la impunidad. ¿O porque no abren los expedientes secretos de la ultima dictadura? ¿O porque siguen cumpliendo funciones en las actuales fuerzas de represión aquellos que están comprometidos con lo sucedido en los campos de exterminio y tortura? ¿O cual es el papel de los servicios de inteligen-cia, como en el caso del sur en la que realizan tareas dentro de las organizaciones obre-ras para que los trabajadores no ocupen las refinerías? Las falacias sobre un Estado que defienda el interés general no es más que la ilusión inculcada por sus mismas institucio-nes: escuelas, justicia, propagandas mediatizadas, familia, iglesia...“...el reconocimiento de los derechos del hombre por parte del Estado moderno no tiene otra significación que el reconocimiento de la esclavitud por el Estado Antiguo...”K. Marx.
¿Cómo se relaciona la actividad cultural con el Estado?
La producción artística se encuentra atravesada por múltiples relaciones macroestruc-turales en las cuales se inserta; además de la propia subjetividad de quien crea la obra. No entiendo que la mayoría piensa en como lograr mejorar este Estado putrefacto. La descomposición aturde los sentidos.
Las condiciones de creación cultural esta sujeta a las relaciones globales de acumulación capitalista.
“Las falsas luchas espectaculares entre formas rivales de poder separado son al mismo tiempo reales en cuanto expresan el desarrollo desigual y conflictivo del sistema, los intereses relativamente contradictorios de las clases o de las subdivisiones de clases que aceptan el sistema y definen su propia participación en su poder. Del mismo modo que el desarrollo de la economía más avanzada lo constituye el enfrentamiento de ciertas prioridades contra otras, la gestión totalitaria de la economía por una burocracia de Estado y la condición de los países que se han encontrado ubicados en la esfera de la colonización o semi colonización están definidas por considerables particularidades en las modalidades de producción y de poder. Estas diversas oposiciones pueden darse en el espectáculo según criterios totalmente diferentes, como formas de sociedad absolutamente distintas. Pero según su realidad efectiva de sectores particulares la verdad de su particularidad reside en el sistema universal que las contiene: en el movimiento único que ha hecho del planeta su campo, el capitalismo.” G. Debord.
Las contradicciones que laten en el sistema capitalista deberán ser resueltas revolucionariamente y no conformándonos con colocar sujetos bien preparados para la gestión burocrática de los recursos escasos para que los buitres de saquen los ojos por las migajas desprendidas.
Ilustrados y trajeados con títulos habilitontos de gastadores culturales, el reino de la hipocresía fraudulenta...estamos sumergidos en la moda histérica que nos colocan los mismos que desdeñamos. Realidades adversas si las hay para el arte del tercer mundo.
No es con nuevos agentes rentados en los sillones de cultura o del INT como se resuelve el problema. Si no existe un planeamiento estratégico, un programa de transición a otro modelo de Estado seguiremos en estas farsas de cambiar algo para que nada cambie. OPERACIONES MAQUILLAJES.
Una tarea a emprender por los hacedores teatrales es exigir la participación de todos en las tomas de decisiones. O sea, ningún burócrata del gobierno en el INT. Un INT independiente del Gobierno. Con fondos propios. Los festivales, fiestas, concursos y demás serán observados, clasificados y resueltos por comisiones encargadas de estas tares y puestas a consideración de una asamblea de trabajadores del teatro (actores, directores, críticos, etc.). Gestionados por los trabajadores teatrales. Los delegados son elegidos por el voto directo de cada uno de los teatristas. Pueden ser revocados de sus funciones por simple voto de la mayoría. El órganos soberano es la asamblea general de trabajadores de teatro. Un padrón único en todo el territorio. Órganos de ejecución en cada región en la que rinden cuentas periódicamente. Publicación periódica de los libros contables para que todos sepamos el destino de los gastos. Democratización de la partidas. Exigir la posibilidad de acceso libre a toda la ciudadanía a los espacios destinados al que hacer teatral con el sostenimiento de las salas por parte del Estado. No a la privatización del que hacer teatral. Todos los trabajadores teatrales con un salario igual a la canasta básica familiar indexada según los índices de inflación a cargo del Estado. Cada hacedor debe cumplir una serie de compromisos a pautar de acuerdo a las tareas que desempeña.
Es obvio que estas consideraciones son de carácter procesual pero para ello debe necesariamente dejar de existir el Estado Capitalista y sobre las ruinas de este construir un verdadero Estado de Libertad en el cual las condiciones de existencia no estén sujetas a una clase, ya que en él no existirían tales clases.
Los hombres no destinarían 10 o 12 hs de su vida a trabajar en una fabrica sino que todos trabajaríamos 2 o 3 hs y el tiempo restante quedaría sujeto al ocio y al placer necesarios para el arte, la filosofía, la estética...una sociedad que conocería la libertad y no la FARSA ACTUAL.
13/12/06: De Mario Cura: El rol del Estado
Me parece bien este debate sobre el rol del estado, de hecho yo estoy escribiendo gracias a eso y mi posición es. que como muchos dijeron con distintos matices, que el Estado tiene que estar presente en cultura, educación, salud y lógico no dejarlo a librado a las reglas del libre mercado. si queremos un país con soberanía, el Estado no puede renunciar o estar ausente en una política cultural. después de este concepto se pueden discutir cómo, hasta dónde, desde dónde, etc.
Pero no quiero referirme a esa cuestión ahora, quiero aportar otra cosa a esta pregunta y tiene que ver con otra ¿qué modelo de país queremos?
Si repasamos los últimos treinta años, vemos que se instauró un modelo neoliberal, con menor distribución de la riqueza a los sectores populares, reconcentración económica, subordinación a las políticas de mercado y gran exclusión social por decirlo rápidamente. Ese modelo heredo la democracia y su matriz de injusticia sigue intacta por no decir profundizada, Menem mediante.
Entonces formula la siguiente pregunta:
¿Qué rol cumplió la cultura en estos casi 25 años de democracia?
¿Los espacios institucionales que instauro la democracia, como fueron utilizados?
¿No hubo complicidad con este modelo que vivimos?
Lanzo esta pregunta como provocación a un debate más profundo, en donde en general (siempre hay excepciones) toda "la clase cultural" se preocupo en ocupar espacios de poder y reproducir una cultura clientelística, mas preocupada en beneficios propios o de allegados que en una cultura de resistencia a este modelo.
Se trocaron convicciones por puestos, silencios cómplices por kioskitos y en muchos casos sólo sobrevivencia. llevando a reproducir la matriz del "individualismo narcicista" y la de la competencia que divide y no une.
Lo que empezó a juntar fueron las políticas y la ética del poder y no las afinidades ideológicas o creativas. el que cuestionaba o no entraba en esa lógica, quedaba "afuera" por decirlo de alguna manera.
Así se da la paradoja de que muchos de los que pertenecieron a una generación de cambio, se fueron transformando en otro cosa, con un discurso progresista por fuera pero con codicia y ambición de poder como construcción interna.
Bueno, seguro que esto es más complejo y largo, pero quise tirar esto como que no tiremos la pelota afuera discutiendo cosas que pueden ser muy ricas pero que la realidad que tocamos con nuestras manos sea otra.
Saludos
Carlos Ianni mete la cuchara: La próxima, Mario, no dejes de indicar desde qué ciudad escribís. Gracias.
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De Carlos Ianni (Moderador) para Ariel Dávila: El rol del Estado
Exactamente, Ariel, lo que escribí es: "El Estado no debería tener una política cultural si por eso entendemos que debería impulsar la cultura hacia un "lugar" determinado". Un cordial saludo.
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De Alejandro Robino (Buenos Aires, Argentina) para Ariel Dávila: El rol del Estado
Aclaración. Sr. Dávila, me permito aclararle que cuando hago mención a la relación de mi labor con el estado y establezco de manera aproximada un 30%, me refiero a la proporción de las vinculaciones y no respecto de los montos. Es decir que de cada 10 proyectos (montajes, publicaciones, cursos, talleres, etc.) que he llevado adelante, tres tienen apoyo del Estado. Los mencionados apoyos en sus porcentuales respecto del total han sido diversos. De manera tal, que la situación comparativa a la que alude no es similar. muchas gracias.
12/12/06: De Rosana Lezcano (El Bolsón, Argentina): El rol del Estado
Comparto tus conceptos Carlos Ianni, pero a la vez me disparan una serie de preguntas difíciles de contestarme:
1-Cómo hacer desde un lugar de actor para luchar contra el Estado para que todos tengamos igualdad de oportunidades?
2-Cómo hacer entender a quienes representan al Estado que un pueblo sin teatro es como un pueblo sin cultura?
3-Qué poder hacer cuando un presupuesto es tan solo de un 2 ó 3 % para Cultura a nivel Municipal, y quien está a cargo de Cultura puede tener muchos proyectos pero todos caducan por no contar con la parte económica?
4-Es cierto que el Estado somos todos? Qué todos? y si es así ¿cómo accedemos para controlar aquellos fondos que tendrían que ser para Cultura.
5-Hablando de igualdad de oportunidades, concuerdo con alguien que dijo que no se puede meter en la misma bolsa a quien hace teatro Mapuche con lo que hace Sofovich. Pero escarbo un poco mas y me pregunto porque no aspirar a la igualdad que nos permita sentarnos a todos en un mismo lugar y luego desde ahí pelear en todo caso por las diferencias y prioridades?
6-No pretendo quejarme ni mucho menos, sólo cuestionarme ¿qué hacer? ¿cómo hacerlo? Desde mi lugar el de una trabajadora para la Cultura.
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De Ariel Dávila (Córdoba, Argentina): El rol del Estado
Colegas sigamos reflexionando sobre nuestra relación con el estado.
A ver me gustaría responder a algunos asuntos que se han escrito para que no sea un diálogo de sordos , donde expongo mi punto de vista como si el otro no existiera. Creo realmente en el debate y la confrontación de ideas nos hace mas adultos políticamente, si hubiéramos aprendido a debatir nuestras ideas tratando de convivir con el que piensa distinto la historia latinoamericana de las últimas décadas hubiera sido distinta.
Bueno vamos por parte, creo que coincidimos todos en la necesaria intervención del estado, me gustaría saber también la opinión de otros colegas de Latinoamérica, la mayoría que escribimos somos argentinos salvo el amigo de Barcelona Jorge Salinas.
En primer lugar Carlos está bien que se les de a todos igualdad de oportunidades pero no debería haber políticas diferenciadas a cada realidad? Digo por lo que dijiste sobre que “no tendría que haber políticas culturales” si no apoyo igualitario. Si entendí bien.
Con respecto a lo que escribió José Luis, me parece importante en primer lugar, quienes son elegidos para cumplir cargos en las oficinas de cultura. generalmente se ponen a artistas , o seudo artistas con o sin ninguna experiencia en gestión cultural, creo que es indispensable que esos cargos lo ocupen profesionales en gestión cultural, es cierto que desde hace muy poco tiempo existen carreras en argentina donde se puede estudiar pero también existen personas con mucha experiencia en gestión. Por supuesto después de superar los acomodos partidarios y amiguismos. También me parece necesario diferen-ciar a un gestor y un administrador cultural. Los gestores crean, gestar es crear, en este caso políticas culturales para su comunidad, el administrador solamente vela por los recursos que se implementen. Estos roles no están claros en la oficinas culturales en la mayoría de los casos.
Creo también en la total descentralización de la cultura, es cierto que nuestro Teatro Nacional está en Buenos Aires, pero es una cuestión cultural argentina, lo “nacional” atiende en la capital. En este sentido quizás el INT avanzó en la federalización y regionalización, pero la mayoría de los programas se hacen desde la calle Santa Fe en la capi, esa burocratización atenta contra producción de lo realmente nacional.
Con respecto a lo que escribió Alejandro Robino, es cierto que hay sincerar primero cual es nuestra relación con el Estado, en primer lugar yo también creo que el 30 % de lo que produzco es subsidiado por el Estado , en el sentido que los subsidios tanto del INT como los otros provinciales o municipales solo tratan de apoyar esperando que uno aporte el otro 70 %. Es así, si te dan subsidios de entre 2500 a 4000 pesos, están esperando que uno subsidie el costo mayoritario de la producción, por que realmente si contáramos nuestra horas de trabajo desde que nos sentamos a escribir una obra hasta su estreno, no creo que ninguna obra independiente cueste menos de 10 mil pesos (Estamos hablando de unos 3 mil dólares). Entonces el estado especula con una copro-ducción minoritaria y después nos piden que estemos agradecidos por el apoyo que nos brindan. Es decir nosotros subsidiamos el teatro mayoritariamente con nuestro trabajo.
Bueno la continuaremos abrazo a todos.
10/12/06: De Ariel Dávila (Córdoba, Argentina): El rol del Estado
Veamos Carlos quien recoge el guante.
Quizás esta también sea un tema a debatir, por que se evita la reflexión con respecto al rol del estado, será que el estado sirve nada mas que para quejarnos? Será mas fácil echar la culpa de todos nuestros males a los funcionarios? . También se evita la refle-xión sobre el mismo arte como si se pudiera hacer con la sola expresividad. Concuerdo
que el Estado tiene el deber de cuidar, la salud , la educación, la seguridad y la cultura.
¿Por qué tiene que intervenir el estado? Porque si dejamos la actividad artística al juego del libre mercado, tendríamos todos que hacer el teatro de Sofovich para que nuestra actividad sea rentable. Ojo que creo que él lo hace muy bien, digo hay muchos que quisieran lograr lo que el logra. Pero estamos otros teatristas que tenemos otra concepción del teatro desde un lugar más artístico que sin el apoyo del Estado no podríamos producir nuestras obras.
Estoy absolutamente de acuerdo en que lo que hace el estado es promover la “cultura oficial” y también que se invierte en cultura, pero para auto pro moverse, es decir que no se realizan políticas para la cultura , si no que se apoya la cultura para hacer política. Ese es un mal de la política argentina, es como no podemos enterrar nuestros muertos y todo lo que hacemos políticamente es tratar de ocupar más espacios de poder.
Y entonces creo que aquí no acordamos Carlos con respecto a que el Estado no debería tener política cultural, siempre me gusta discutir un poco, nos permite reflexionar más con el otro, digo creo que no concuerdo que el Estado deba apoyar igualitariamente al cultura , en primer lugar el acto de igualar ya es pernicioso , creo que hay que diferenciar, diversificar, y promover la convivencia dentro de las diferencias. Me parece que el Estado no puede tener la misma política con respecto a los que produce la cultura Mapuche, que lo que se produce en la calle Corrientes. Creo que el Estado tiene que detectar la producción artística de su pueblo y adoptar determinadas políticas. Bueno la seguiremos abrazo Foreuta
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De José Luis Arce (Córdoba, Argentina): El rol del Estado
Me gustaría razonar sobre algunas cuestiones de diagnóstico. El Plan Cultural debería estar alineado con el Programa electoral que la gente vota. Es público y sabido que luego el político triunfante tiende más a elegir nombres legitimados que no quiere decir que sean buenos gestores, ni siquiera sensibles gobernantes y que de paso agregan legitimidad al poder numerario de las urnas. Es público y notorio que los políticos en el poder eligen nombres sin exigir que porten un programa que va de suyo, ellos no tienen. Cuando Miterrand puso a Jack Lang en el Ministerio de Cultura, no sólo ponía al ex-director del festival de Nancy (un ministro con legitimidad teatral no es poco), el más importante del mundo por ese entonces. Ponía a un joven que se acababa de doctorar en Sociología con una tesis sobre un Plan Nacional de Cultura. Jack Lang, que no fue una figura unánime hay que decir, supo granjearse desde una repartición de cultura como político, una popularidad insólita si comparamos con nuestros oscuros funcionarios del área y mezquinos directores de festivales que difícilmente puedan aspirar a un Ministerio Nacional (aunque, chi lo sá, todo es posible). Es decir, si el político no tiene idea de cultura, cosa creíble en tanto que hoy no es más un estadista, debiera al menos nombrar en el área no a un nombre legitimante sino al que le acerca el dichoso Plan del que él carece. Pero sabemos que además de no ser un buen lector, aunque Menem sí leyó las obras completas de Sócrates, ni ser un conocedor de arte, etc., se remite más bien a la opinión que los medios tienen de lo que es cultura, la cual deviene de un concepto diversionista, destinado a ser no una cultura de creación sino una cultura eminentemente del ocio y administrada exclusivamente según reglas de marketing. (Otra cosa que hay que entender es que la Cultura no es exclusivamente ‘mi’ campo de trabajo Individual). La diferencia que le veo a una y a otra es que una es activa (la de creación), la otra es pasiva y alienadora. Ya ni hablar de cultura como en el prólogo de ‘El Teatro y su Doble’ de Artaud, porque si algún funcionario de estos lo leyera, seguro que le agarra cáncer de ojo. Existen fundadas conclusiones que se basan en suponer la connivencia de los aparatos ideológicos dominantes con los grandes partidos para generar una cultura exclusivamente destinada al control social, al tiempo libre, al consumo y a la reproducción de previsibilidad. Sobre esto es donde se plantea una idea de reaseguro que sintoniza con nuestra idea protagónica al respecto, como si de la auto-organización que surge de esa ágora pública, surgiera la síntesis social de un Plan y no la lógica política incluso ética de cumplir con tener un plan por tener (sobre esto, según las condiciones imperantes, yo hasta prefiero que estos gobiernos mediocres carezcan de él). Esto supone una cultura meramente reproductiva en detrimento de una cultura progresiva y pensante a la que obviamente temen. Hay que plantearse con objetividad que muchos movimientos políticos que se los consideraba en principio interesantes (los de tercera vía, los de la sociedad de bienestar, los del tercer movimiento históricos y demás), desarrollaron fuertes censuras, imposibilidades y condicionamientos conductuales aunque gozando de la connivencia de todo tipo de adláteres. La cultura de países como los nuestros sobrevive por la imagen de sus ‘outsiders’ (si no es Fijman, es Arlt, o Xul Solar, o Bonino, o Yupanqui, o Tato, o Juanele, o el Che, o Spinetta, o Zelarayán, u Onetti, o Di Benedetto, o Filloy, o Kosice, o Felisberto, hasta el mismo Borges... y no me cabe duda que muchos de los queridos anónimos de este Foro. La lista sería larguísima, por fortuna). Ahora, lo que nunca coincidió es la política de Estado con la epicidad de estos francotiradores y muchos con razón dirán, mejor que no coincida, porque de esa separación sigue alimentándose la libertad que los que venimos detrás heredamos. La cuestión es cómo profundizar la cultura de creación incorporando a los más dotados y capaces. Pero una persona que no sabe no puede nombrar a otra que sí sabe. Esa contradicción es de hierro. Si no, de qué democracia hablamos. Quizá mucho del plan de democratización de la cultura de Marcos Aguinis tenía perfiles buenos, pero su plan fue desmentido a diario por las contradicciones y mediocridades megalómanas y salvacionistas de la Coordinadora y del propio Alfonsín, que hocicaron malamente. Y esa derrota costó décadas. Los milicos mataron 30.000 personas y Alfonsín el alma de un país. Genocidios paralelos. El Felices Pascuas fue la pérdida de audacia de toda una generación.
Veamos dos ejemplos históricos: La Secretaría de Cultura de la Nación y el Teatro Cervantes. Sobre la primera me gustaría que alguien haga una lista de las acciones de tal institución en sus respectivas provincias sin apelar al facilismo de “la Secretaría me llega a través del Instituto”. Es más, les preguntaría si saben quien es el Secretario de la misma y cuándo lo vieron por última vez por sus tierras. (sobre esto es más rica la imagen de Cafrune recorriendo el país a caballo, y el símbolo de morir en el intento, que la de estos señores ‘serios’ de saco y corbata, doctorados dentro de un porongo). La verdad es que muchos funcionarios nacionales es más lo que salen al exterior con el presidente, que lo que salen al interior por su cuenta. Incluso podemos decir que alrededor del Instituto, la Secretaría se hizo hacer el trabajo. Es un ejemplo de lo que digo. En este caso entraron a tallar entidades independientes (¿independientes?) en calidad de asesoría que no es que tengan representatividad, que quizá tengan alguna de tipo sectorial, sino que lo que buscan legitimar ante el Poder son sus propias influencias, lo que es distinto. Luego, hábilmente a esa legitimidad, según el lustre de los nombres, se la hace rendir como representatividad. Con esta lógica, y esto no es una diatriba a nadie del Instituto, sino a la concepción que esa Política maneja de la cultura, pero no puedo sacarme la espina de que el Instituto, según esto, es para perejiles. Entonces Cultura es también desmentir la imagen que el Poder se hace de nosotros. Esos desmentidores, asumamos, no abundan.
El Teatro Cervantes es el puro ejemplo de la contradicción y el engaño de que una repartición se reclame nacional y en los hechos funcione sólo como una oficina para audiencias y programación del área geográfica donde está instalada: Buenos Aires. Basta ver los avisos de la Secretaría en los grandes diarios porteños para ver el citado desfasaje. El Cervantes es en apariencia un gran teatro nacional pero en los hechos es un elefante perdido en un desierto. Y su extravío tiene cómplices, gente que le echó ácido en los ojos al paquidermo. En París los cinco grandes teatros nacionales tienen presupuestos ministeriales. Lavelli, un argentino, lo sabe bien porque el dirigía uno, el Theatre de la Coline. No podés tener un teatro de la envergadura del Cervantes y en el fondo desconfiar de la calidad que pueda venir del interior a tal teatro, porque es legitimar la falta criminal de plan. Entonces a lo sumo y a las cansadas, empezás a hacer una Fiesta Nacional con obras adaptables a todo tipo de manoseo (como programar obras que vienen a rendir examen a la Capital con diferencia de armado entre ellas, ¡de media hora! Y detrás el verso que teatro-teatro, es el teatro despojado. El concepto de lo despojado, así, es un concepto utilitario que inventó el Poder) para incautos, tipo premio consuelo. Me refiero a la Fiesta que empezó allí. La de ahora, con todo, aún tiene sus chances de mayor genuinidad. La contradicción de muerte en la que queda instalado el Cervantes se puede ver mejor si se la pone en efecto-contraste con lo que pasa en el Colón, ahí nomás cerquita. Ojo, es el mismo país. El Colón entró en refacciones y aggiornamiento con tecnologías de punta, para afrontar todo el nuevo siglo. Ya sabemos, es el teatro de la oligarquía y los sponsors multinacionales, pero cómo se concilia con el discurso progre que baja del Poder central. En el otro teatro, los sindicatos de técnicos evalúan si llega el momento del ‘rompan todo’, la fórmula de Billy Bond en el Luna Park, que por amor al rock, conozco por estar aquella vez con ‘La Pesada del Rock and Roll’. Es el país el que debería salvar al Cervantes, pero esa es la contradicción. Aquí se transfirió educación a las provincias; se la federalizó supuestamente, haciendo coincidir subliminalmente federalización con des-regulación económica. El mensaje que quedó es que federalizar es comer sapos, porque vemos que no era sino un sacarse papas calientes de las manos. Este pecado es enrostrable absolutamente a políticos y tecnócratas que de Menem pasaron a De la Rúa, a Duhalde y de éste a Kirchner, porque esto no lo hicieron sólo los neo-liberales, también lo hicieron los ignorantes y los progresistas acomodaticios de toda laya y los cazadores de cargos. La destrucción de las economías regionales alimentadas de una fuerte visión espiritual y artística, viene desde el siglo 19, así que, que un teatro nacional se hunda, no es muy escandaloso. La reacción de una provincia hoy, si le dicen que tiene que colaborar a recuperar el Cervantes, sería de perplejidad. Y esos órganos pseudo-independientes de asesoría del poder, han colaborado con falsas y cómodas solidaridades, a que la cuestión de fondo jamás se arregle. Podrán decir que ahí estuvo Brambilla, pero eso, más que una representación provincial fue una cuestión casi aleatoria de orden partidario-familiar, no una razonada maniobra geopolítica. Que su gestión en el Cervantes ameritara recomendaciones posteriores para el Instituto, es algo que desde el interior jamás supimos (toda una paradoja) en qué estuvieron basadas, lo que explica per se el sentido de tales ‘represen-tatividades’ y nuestras faltas de votaciones o participaciones reales. Como digo, cues-tiones de poder, no de vocación cultural. Les digo la verdad, escucho a Cossa y no demuestra criterios amplios en lo estético-cultural. Me pregunto: Gené, Javier, Staiff, Renán, Migré, O’Donnell, Brandoni, Boero, Szuchmacher, Bárbaro, Nun, Di Tella, ¿sí? (Veamos los nombres y de dónde son). Uno entiende que para que un teatro así funcio-ne debe haber una geocultura equilibrada. Un sentido de país verdadero. La geocultura es cómo se instalan las políticas puntuales en cada espacio. Y en ese sentido, el sector teatral organizado, debe operar compensatoriamente y resistiéndose al ejercicio paternal del poder. Si el teatro independiente aún existe, creo que debe seguir siendo de resistencia. Eso le garantiza la mentada visión geocultural y no la mera pasividad de esperar lo que el Estado no le dará justamente en nombre de que no tiene un plan en tal sentido. Ya seguirlo reclamando, será una simple ingenuidad polìtica. O el interés por dádivas para el propio kiosco y nada más.
9/12/06: De Carlos Ianni (Moderador) para Ariel Dávila: El rol de Estado
Hace unos meses, Ariel, tiraba estas puntas para el debate. En esa oportunidad, nadie recogió el guante. Veremos ahora. Un cordial saludo.
1. El apoyo a la cultura es un deber indelegable del Estado, así como la educación, la salud y la seguridad.
2. Debería basarse sobre un principio rector: el de igualdad.
3. Con demasiada frecuencia afirmamos que "el Estado no invierte en cultura". Esto no es cierto. El problema está en que lo que el Estado hace es promover la "cultura oficial".
4. Con demasiada frecuencia afirmamos que "el Estado no tiene política cultural". Y eso está muy bien. El Estado no debería tener una política cultural si por eso entendemos que debería impulsar la cultura hacia un "lugar" determinado.
5. Una política cultural del Estado debería asegurar un adecuado estímulo -con sus correspondientes incentivos- a los trabajadores de la cultura, con planes a mediano y largo plazo, e igualdad de oportunidades de acceso a todos los ciudadanos.
8/12/06: De Ariel Dávila (Córdoba, Argentina): El rol de Estado
Amigos. Desde ahora quizá pueda intervenir un poco más en el foro por contar con un poco más de tiempo y tener Internet en casa.
Quisiera reflexionar un poco sobre los que se estuvo tratando en este foro, me refiero a las quejas por la organización del último festival regional en Córdoba, las salas independientes, el Instituto Nacional de Teatro etc...
En realidad mi propuesta seria cual es el rol del estado en la gestión del teatro, creo un tema tan interesante como aquel que se malogró, me refiero a la reflexión sobre el teatro Independiente.
Me parece un tema que nos involucra a todos lo foreutas de todos los países, ¿qué es lo que esperamos del Estado ?, ¿o ser independiente significa prescindir de él?. Me refiero a mucho más que lo presupuestario. Hasta en un punto seria reflexionar que función en mi sociedad tiene el teatro?
Cuento un poco mi realidad y mis pensamientos, mi principal fuente de ingresos en la producción de mi trabajo teatral es el Estado. Hago obras subsidiadas por el Estado ya sea el estado Nacional a a través del Instituto Nacional del Teatro, o la Agencia Córdoba Cultura o la Municipalidad de Córdoba. A través de concursos abiertos o invitaciones de esas instituciones o proyectos presentados por mi, pude producir mis últimas cuatro obras.
El Estado aquí en Córdoba gestiona los principales eventos teatrales , Festival Internacional Mercosur, Internacional Infantil, Festival de Invierno (es solamente local) fiesta provinciales y regionales. Hay otros eventos independientes de menor escala no por eso menos importantes.
Digo en mi realidad el estado cumple un rol fundamental en la actividad, de hecho desde la creación del INT se multiplicaron la cantidad de salas y grupos independientes. Contamos con dos salas oficiales de mucha capacidad una municipal y otra provincial y un elenco oficial profesional. Estamos hablando de Córdoba un millón y medio de habitantes.
Esta es la descripción somera de la realidad de mi ciudad que seguramente difiere de otras realidades para mejor o peor tengo una posición muy crítica, pero en relación al rol general del Estado más allá de una institución en particular.
Tratando de superar la queja propongo, si a alguien le interesa, preguntarnos que pretendemos del Estado, insisto más allá de lo presupuestario. ¿Debe intervenir o no? Hay políticas en relación al teatro? Los funcionarios estatales se harán esta pregunta? ¿Debemos ser independientes del Estado? ¿Debemos exigir más del Estado?
Bueno tiro la propuesta y para que la pensemos entre todos
2/12/006: De Julio Cejas (Rosario, Santa Fe, Argentina) para César Brie: INT
Estimado César Brie Nos hemos conocido en Còrdoba en ocasión de uno de los Festivales del Mercosur, estabas representando la obra que después trajiste a Rosario y a la cual he destacado en los !"pocos” espacios! independientes que tenemos en la ciudad de Rosario. Lamento que no conozcas de cerca las irregularidades que ocurrieron y que vienen ocurriendo en algunos sitios donde algunos funcionarios del INT se consideran con ciertos poderes como el de no "invitar a los críticos que han apoyado la gestión del INT desde su nacimiento", porque no interesan ya esas notas si no son favorables a determinadas posturas personales que tienen esos funcionarios. Defiendo un espacio en los medios de comunicación, empresas a las que poco les interesa el teatro indepen-diente y mucho menos el teatro contestatario o político, creí que en esa línea estabas y así lo considero por tu trayectoria. Espero que podamos seguirla por este medio o personalmente, en Rosario, hay algunas irregularidades que se producen con los subsidios y ciertos manejos que no tienen que ver con todo el INT pero sí con gente que quizá no conozcas, por eso no te doy el nombre y en el caso de conocerlos quizá conozcas una faceta . Un abrazo
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De José Luis Arce (Córdoba, Argentina): El estado real de nuestro teatro
Estoy 100 X 100 de acuerdo con lo que plantea Fernando Pallas de Rosario. Veamos lo que pasa en el Cervantes, lo que pasa en el San Martìn de Còrdoba. Los grandes y los pequeños teatros. Hay un problema macro de diseño, de planificaciòn de fondo. No hay un Proyecto Integral de la Cultura que se corresponda con la 'explosión de crecimiento' (sic), que supuestamente estamos viviendo. Desengañémonos: los sojeros no son shakesperianos. Los sectores teatrales (entre ellos los nunca bien ponderados técnicos oficiales) están en un tira y afloja de supervivencia, lo que no fomenta en general, ideas de solidaridad y de soluciones comunes. ¡Còmo es posible que entre octubre en que empezò la Muestra Provincial hasta marzo 2007 (¡6 meses!) se tenga a un grupo de elencos concursando para ir a La Rioja, no a Tokio. La carga que se pone en esos seis meses deja afuera la carga de los seis meses restantes del año. Quiero decir que la inversiòn no implica hacer representativo a tal encuentro, como que de hecho (al menos en Còrdoba), no son todos los que participan. Antes que selecciòn entre teatreros, hay que pensar las Muestras como verdaderas promociones teatrales en zonas estratègicas. Sino, las inversiones que se estàn haciendo, onerosìsimas en gastos, viàticos, estàn dilapidadas porque se constriñe todo a lo competitivo de obras dadas y no a profundizar los alcances de una polìtica sobre una previa lectura hecha del teatro del paìs (no digo 'nacional' que se presta a boludeos estrechos), digamos a lo por hacer. El año pasado el marco de Bs. As. sòlo sirviò para confirmar en la gran metròpoli lo efectivamente atrasado que està el Teatro del Interior (fórmula capciosa y nefasta si las hay). Como si ser Veronese o Tolcachir en Bs. As. fuera cumplir con el destino, cuando en realidad es el remanido etnocentrismo del que son cómplices los mismos argentinos que adolecen de esa espuria enfermedad que se llama 'provincianismo'. Que la creación sea universal, acá, frente a tal etnocentrismo, no corre. Entonces, ser del interior es otra fatalidad. Que un Grotowsky construya su celebridad desde un lugar ignoto como Wroclav, acá no corre. Acá el microclima de la genialidad es la gran metrópoli. Detrás de esta eufemística Navaja de Ockam que divide a los dos países, se disculpa bajo el sentido común, ya como mal menor, ya como limosna para pueblerinos, esta charada de la Fiesta Nacional. Eso es consagrar un crímen que no parece tener autores intelectuales. Se hace por inercia. Así lo leyó el balance de la prensa del mes de marzo de este año. (Ver 'El Apuntador' 16, nota de Guillermo Heras sobre el asunto). Lectura falsa en tanto no estamos en una visiòn integral del teatro. En este marco, le doy mucha razòn al reclamo de Julio Cejas, porque màs allà de un tema de espacios que se le pueda hacer, o someterlo a la aceptaciòn de la crìtica de los otros (Brie), o porque usa pantuflas en vez de Nikes, no es ponderable por ningùn lado que se lo mire, el que se deje al costado a aquella gente que està ganada para y por el teatro en una dimensión inusual como es el caso de este crítico, o el de Dubatti en su increíble despliegue, menos por supuestos criterios de amplitud hacia otros interesados de la prensa, que llama la atenciòn porque no fue el que se aplicó acá en Córdoba, en cuanto a invitar a una prensa alternativa. Aunque al decir de Pallas, no hicieron notar mucho su presencia tampoco. Esto también es dilapidatorio, en este caso, de la mejor gente y coadyuvar a gestionar como tops, eventos devaluados y devaluatorios de los que se sienten perjudicados por las malas condiciones.
Las soluciones alternativas en cuanto a espacios que supone la apariciòn desde la Ley de Teatro de nuevas salas privadas, no implica que se haya ganado en la polivalencia de las mismas y que se haya multiplicado el espectro estètico, que se hayan enriquecido las miradas. Más bien empieza a congelarse la mirada a lo que hay, a crearse un adocenamiento, una previsibilidad que en la medida que soy cordobés sé a qué atenerme con las salas independientes que tengo a mano. Es más, me las arreglo porque creo mis obras especificamente para esos espacios, sin preguntarme demasiado si son óptimos, y aún así, por el sólo hecho de conocerlos y estar aquí, hasta por ahí pasan como espacios destacados y potenciados por mi inefable 'imaginación´. Pero puestos en una situación, como la descubre y describe Pallas, saltan los problemas a una dimensión que alcanzan la envergadura de una alteración a la libertad creativa. Una sutil discriminación, un amordazamiento. Esta coartada de apelar siempre a la imaginación del artista indepen-diente, atenta ya no sólo contra tal independencia, sino que es el atajo eufemístico y lapidario de los burócratas que gozan de la complicidad ingenua de nosotros mismos los teatreros que sólo queremos mostrar a toda costa lo que hacemos, sin rigorear que por ello somos nosotros los que siempre y más perdemos. Quiero decir que se está invirtien-do en el aire, es matemático, lo que supone que cada año que pasa nos despresupues-tamos más y más (contar las leyes de ajustes, el menemismo, a los gobiernos culturales nepotistas y prebendarios que ampararon ignorancia, ineptitud y dilapidación, a la compinchería político-partidaria, y a los errores de gestión que se basan en la imprevi-sión, el desconocimiento, la comodidad, el fácil estatismo, el farolerismo internaciona-lista en plena hambruna nacional, etc., etc.). Sería bueno, de una buena vez, ver un programa de descentralización cultural que nos piense como parte y todo. Hay un ejemplo en la francesa, lo que se llevó a cabo a lo largo de cien años, lo que determinó entre otras cosas que la lengua francesa existiera más allá de los decretos de fuerza de la Revolución Francesa que la imponía por decreto. Pero es para otra nota.
18 al 22/11/06: De Julio Cejas (Rosario, Santa Fe, Argentina): INT
Estimado Carlos Ianni: Por tu intermedio quiero hacerte llegar a vos y a todo el FORO, el desagradable momento que estoy pasando hace algunos meses como producto de la intolerancia de algunos funcionarios del INT, concretamente Miguel Palma y los que respaldan su gestión que pareciera ser imposible de criticar a pesar de no estar a la altura de lo que se proclama.
En ocasión del Festival Internacional en Rosario, Festival que es una secuencia de los otros Festivales organizados por un Sector del INT que preside Palma, festivales con la misma programación ya que se invita a los mismos elencos internacionales que giran por varias ciudades del país; tuve oportunidad de conocer los verdaderos alcances de un Festival que en principio no tenia en cuenta a los elencos de Rosario por no considerár-selos "al nivel internacional" que pretendía la organización.
A último momento fueron seleccionados de la misma manera que a los elencos invita-dos, es decir según criterio del organizador, 4 elencos que hicieron de "teloneros" en ese Festival, el haber denunciado esta situación por parte de este periodista y mi presencia en la Conferencia de Prensa para compartir con los elencos la discusión que tendrían con Palma por esta irregularidad, fui tratado por este personaje como alguien con "falta de ética"(!!) y que no pertenecía al movimiento teatral rosarino, con el cual este funcio-nario estaría dispuesto a discutir esas cuestiones.
El asunto es largo pero quiero reenviarte el link de Rosario 12 donde aparece mi nota de el domingo en la que hago alusión a estos inconvenientes que impidieron que me invitaran a la Fiesta Regional de Teatro en Córdoba donde siempre participamos con otros colegas de CRITEA, no solo cubriendo el evento sino en los desmontajes y debates que hace tiempo algunos miembros del INT consideran que no deben ser patrimonio de los críticos.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/12-6249-2006-11-19.html
Esta nota además de otros mails anteriores a gente de teatro de Rosario y de Córdoba, recibió muchas adhesiones porque parece que disparó otras cuestiones que nunca se discutieron y que si tuvieron protagonismo en este Foro en alguna oportunidad, y ahora se está por generar alguna movida donde se discutan cuestiones que parecen que no nos pertenecen a los que no somos funcionarios del INT o a determinados "funcionarios" que parece que nadie avala pero que tienen más poder que los realmente deciden los destinos de esa institución
De nada sirvió mi cobertura durante años de esas Fiestas, a esta gente no les interesa una cobertura critica, les interesa que se les haga una prensa y difusión de sus tareas y actividades, nada tan alejado de lo que vengo haciendo hace años no sólo en esas Fiestas sino en la infinidad de Festivales y Encuentros en los que se me invita a lo largo del país, y en los que no se me pide QUE NO OBJETE O PROPONGA CRITERIOS DIFEREN-TES Y A VECES HASTA OPUESTOS A DETERMINADAS SITUACIONES ORGANIZATIVAS.
Bueno querido Carlos, descuento que este es uno de los sitios donde mejor se puede canalizar esta situación y hace tiempo que no incursionaba por todos estos contratiempos, espero que se tome nota de esta situación que es apenas la punta de un iceberg mucho más grande. Un abrazo fraternal
15/1/007: De Carlos Ianni (Moderador) para Jorge Salinas: El rol del Estado
Una de mis obsesiones desde que estoy al frente del CELCIT en Argentina, Jorge, desde hace 18 años, es cómo hacer de esta institución una unidad económica, ya no te digo rentable, sino que alcance, año a año, el punto de equilibrio. Sin este prerrequisito es imposible, al menos desde mi punto de vista, planificar nada, ni siquiera a mediano plazo. Y los resultados alcanzados, aplicando técnicas de gestión, gerenciamiento y mercadeo, están a la vista.
Teniendo enfrente a los representantes del Capital, es imposible hacerles entender por qué nos empeñamos en seguir sosteniendo espacios que, desde las ecuaciones económicas, no cierran, no son económicamente rentables. En esta situación se encuentran prácticamente casi todas las salas independientes de la ciudad de Buenos Aires. Y cada una recurre a distintas estrategias que pretenden alcanzar la supervivencia.
Y, si como pienso, el apoyo a la Cultura es uno de los deberes indelegables del Estado, cuando tenemos enfrente a sus representantes, lo que debemos procurar, como escribí, es que nos aseguren "un adecuado estímulo -con sus correspondientes incentivos- a los trabajadores de la cultura, con planes a mediano y largo plazo, e igualdad de oportunidades de acceso a todos los ciudadanos".
Un cordial saludo.
12/1/007: De Juan Ramón Pérez (Puerto La Cruz, Venezuela): El público + El rol del Estado
Esto del público es como aquel chiste del unicornio azul: único ejemplar en el mundo y el bobo va y lo pierde. Ni un solo verso le dedicó cuando pastaba en su patio, se hizo importante cuando se perdió.
No hay fórmulas (aunque sí técnicas que ayudan y en ningún momento deben dejar de practicarse). Por tanto, debe tratarse como uno más de los factores del teatro al lado del vestuario, de la iluminación etc. Pienso, en concreto, que la escogencia de una buena obra, un buen elenco y una buena dirección harán que el público vaya a ver las obras (y pagar, y recomendarla y pedir más). Creo que es tan sencillo (y complicado como eso). Aquí en Venezuela una obra como "La Reconstituyente" (pieza que se burlaba de Hugo Chávez) logró records impresionante de taquilla (al punto de que los paquetes turísticos al país incluían entradas al espectáculo). Con todo lo que se le pueda criticar, fue una obra que "se conectó con cierto público" y que logró el rechazo de otro (hasta se habla que el mismo presidente hizo representarla en el Palacio de Gobierno y se rió a más no poder). Su mérito fue tal vez estar en el momento dado en el sitio indicado proponiendo un mensaje (función del teatro). Después se intentaron otras cosas parecidas sin éxito (nadie aprendió la fórmula). Podría también abordarse esto del público respondiendo a las dos sencillas preguntas de "¿QUE ESCRIBIMOS?" y "¿PARA QUIEN escribimos?" (o actuamos, o dirigimos, o montamos, etc.). El dramaturgo venezolano Roldolfo Santa-na propone a sus alumnos responder estas preguntas antes de escribir cualquier línea.
Sobre el tema del rol del estado, me gustaría que los "foreutas" venezolanos participaran más: tenemos un Ministerio de la Cultura, acaban de concluir unas jornadas de diagnóstico por áreas cultural, está por aprobarse una ley de la cultura, una ley del cine, una ley del patrimonio cultural, etc. Por otro lado, el estado es uno de los pocos que está convocando a concursos. En el más reciente, dos de los generosamente galardonados no son precisamente "fichas del chavismo" . Asombra que nadie diga nada en este debate tal vez trillado pero necesario. ¿Debe uno sospechar que todos están calladitos esperando su subsidio respectivo (que es ahorita en enero) y después despotricarán porque es muy poco o quedaron excluidos. Acaba de haber una "movida de mata" en los ministerios y el de cultura fue ratificado y estuvo al lado de Chávez el en "balcón del pueblo" cuando el presidente habló a la multitud al conocerse los resultados electorales del pasado 3 de diciembre que ratifican a Chávez por seis años más en el poder. El que tenga ojos que vea, dice el mismo Chávez con no cierta razón.


De Mariana Percovich (Montevideo, Uruguay): Para compartir
Hola Carlos, hola a todos los participantes de este Foro, los leo atentamente y en silencio dialogo con ustedes. Montevideo tiene desde este lunes un nuevo Director Artístico de nuestro elenco oficial, la Comedia Nacional, les paso una nota aparecida hoy en un matutino, para que lo lean. Algunos de los temas que se mencionan en la nota han aparecido en el Foro y puede servir para que detecten algún estado de cosas en el teatro uruguayo. Bueno. Saludos.
Año nuevo, director nuevo
Nombramiento. Jorge Denevi asumió la dirección artística de la Comedia Nacional
CARLOS REYES
El lunes último a las 15 hs. el director teatral Jorge Denevi llegó hasta la sede de la Comedia Nacional para asumir el cargo de director artístico de la institución, abriéndose así una nueva etapa en la vida de la compañía oficial de teatro.
Horas después, Denevi habló con El País sobre su proyecto para el elenco estatal, que él resume en cuatro áreas. "La primera tiene que ver con el Solís. Allí creo que hay que hacer grandes acontecimientos culturales, fuertes títulos que representen cosas para la gente. Si fuera a hacer un Shakespeare, haría Romeo y Julieta, que creo que sería una pegada extraordinaria. O haría El león ciego, que hace poco la releí y es una obra que sigue en pie. ¿Y por qué no la hicimos más? Es decir, buscaría obras como para que la fila de la boletería llegue hasta la calle Reconquista."
La segunda apuesta tiene que ver con el autor nacional. "El año pasado leí no menos de seis obras de autores nuestros de excelente nivel. Claro que no son O`Neill ni Miller (como yo tampoco soy Peter Brook), pero son dignas de ser representadas. Por eso voy a intentar fortalecer los mecanismos para poner en escena al autor uruguayo. Por ejemplo, Mi muñequita está en el Circular hace como un año y medio, y si está en cartel es porque la gente va. Entonces, tipos jóvenes e inquietos, como es Gabriel Calderón, van a contar con nuestro total apoyo. Porque si uno repasa la historia de nuestro teatro, los grandes éxitos han sido en su mayoría de autor local: desde Procesado 1040 hasta Vacas gordas, pasando por Tréboles en la cara, por nombrar sólo algunos. Más aún: no esperen los autores que yo los llame, porque la oficina de la Comedia Nacional ya está abierta para que los autores traigan sus obras".
La tercera base está muy relacionada con la anterior, y tiene que ver con darle lugar a la gente joven con proyectos experimentales, "apoyándola económicamente", según palabras del nuevo director. A su vez, esta iniciativa se vincula con un último aspecto: la conquista de nuevas salas teatrales, barrios y públicos.

Aperturas
"La Comedia Nacional -sigue Denevi- tiene que salir de la Sala Verdi y del Centro, para abrirse a todas las salas de Montevideo, que son cerca de 40. En Malvín, donde yo vivo, hay tres. Entonces, hay que hacer un espectáculo específico para esas salas, un teatro que le guste a la gente, que sea accesible, y que sea importante desde el punto de vista de lo que es el deber de la Comedia, que es propagar cultura".
"Pero yo estimo que eso no se puede hacer a cuentagotas, para cumplir, sino de verdad. Y ojo, que hacer un repertorio adecuado a los barrios no quiere decir hacer teatro barato, sino obras en las cuales los tipos se sientan representados, retratados. Y lo mismo en el Interior: hay estupendos teatros y sería bueno que no estuvieran cerrados seis meses al año". Otro aspecto relacionado con estos temas es el hecho de que se bajen de cartel las obras a sala llena, sólo por seguir con la programación prevista. Al respecto Denevi sostiene que va a pelear para que una obra con público no se baje. "El único lugar del mundo donde se baja una obra a sala llena es Uruguay, y aunque sé que hay compromisos y que la programación es un puzzle, yo no la bajaría".
Para abarcar estos objetivos, el flamante director artístico recuerda que en el Solís hay que responder a una tradición, de la sala y de la compañía. Por eso diferencia entre lo que se puede hacer allí y lo que no. Al mismo tiempo, esas definiciones o redefiniciones para él tienen que ser acompasadas con el público. "Yo puedo querer renovar todo el teatro, pero si el público no me sigue es absolutamente inútil".
"Y esto abarca hasta la puesta en escena, en la que hay que ser muy cuidadoso. Yo no haría Romeo y Julieta con Romeo entrando en moto hasta el balcón y Julieta escuchando un disk-man. Trataría de no hacerla de ese modo, aunque obviamente un director tiene que tener total libertad creativa. Si un director quiere hacerlo yo lo voy a apoyar, pero trataría de conversar con él y de ver si el público está dispuesto a admitirlo. Pero yo pienso muchísimo en la relación teatro-público".
Denevi apuesta a una renovación, pero atendiendo a los varios cometidos de la Comedia. Se sabe conocedor de la realidad uruguaya en materia teatral. Entre otras cosas, ha hecho durante dos años 70 funciones en el Interior. En razón de ello apela a Bergman para decir que no se puede seguir con un diálogo neurótico entre el director y los críticos por encima de la cabeza de los espectadores. "Eso es una locura".

Sobre los fondos y los llamados para el 2007
Junto con el nuevo director artístico llegan otros cambios a la Comedia Nacional. Según explicó Jorge Denevi a El País, desde ahora habrá un fondo de 88 mil pesos para cada estreno, que permitirá comprar desde el paquete de clavos que no haya sin iniciar todo un trámite.
Otra área de cambios son los cargos de productor ejecutivo y coordinador de gestión y comunicación, que hasta el año pasado desempeñaron Gustavo Zidán y Luis Masci respectivamente.
"Es fundamental tener un buen productor ejecutivo -enfatizó Denevi- y vamos a ver qué mecanismo empleamos para contratarlo. En principio se va a hacer un llamado público, pero claro, no sé como vamos a hacer, porque si se presentan 100 mil vamos a tener un problema de selección, y me voy a pasar todo el año entrevistando gente. Y no podemos hacer sorteos, como se hace en otros cargos. Así que no sé cómo lo vamos a instrumentar, pero tiene que ser de la forma más transparente posible, con gente de mi absoluta confianza, en cuanto a su trabajo, honestidad y transparencia".
Interrogado sobre cómo percibe los ataques que la Comedia ha recibido desde diversos agentes culturales, el director contestó: "Últimamente han habido ataques hacia la Comedia que considero disparatados por la argumentación". También sostuvo que "no es un elenco acartonado, como dicen, porque en Uruguay no existen actores clásicos y actores modernos: todos estamos formados igual".

Cinco citas de un gran creador
Jorge Denevi (1944) es uno de los directores uruguayos que más obras ha puesto en escena: "El teatro puede ser universal con la temática de todos los días. Ahí radica el secreto del éxito".
"Yo me formé viendo espectáculos de la Comedia Nacional, de Club de Teatro, de El Galpón y siempre consideré a la Comedia parte integral de mi formación cultural. Mi respeto hacia ella es extraordinario, y no creo que nadie sea capaz de decir otra cosa".
"Héctor Manuel Vidal y yo somos alumnos de Roberto Fontana y es increíble que después de años yo venga a sucederlo a él. Los dos fuimos formados de alguna manera en la misma ética y estética".
"Con Vidal y Luis Cerminara integramos el elenco de Los enanos, de Pinter, hace muchísimos años. Es curioso que con Vidal también coincidimos en ese teatro alternativo. También admiro mucho a Alberto Restuccia. El otro día lo fui a ver a un espectáculo y me gustó tanto que le propuse hacer algo juntos".
"En el under se han reído de mi como director de cosas livianas y está perfecto que lo hagan. A esas cosas no hay que responder, se responden con la vida, con el trabajo".
Teatro comercial
"Siempre jugué a varias puntas. Por un lado hice un teatro más comercial, que a veces me ha dado dinero para poder sacar adelante proyectos teatrales más ambiciosos, que muchas veces no se sostienen siquiera a sala llena" Así sintetiza Denevi las dos caras de una trayectoria que recorre la televisión y los escenarios, con trabajos de marcado sesgo popular, como Plop o Telecataplum. Entre sus muchas puestas cabe citar Caiga quien caiga, con Imilce Viñas y Laura Sánchez.
Teatro intelectual
Junto a su perfil más popular, Denevi ha trabajado un teatro más sesudo, aportando a la escena uruguaya, desde los años 60, obras de Pinter y Brecht, entre muchos otros. "Cuando hicimos Cartas de amor en papel azul, de Wesker, sabíamos que íbamos a perder dinero, y perdí 1500 dólares. Eso lo pude hacer porque había ganado 6 mil dólares con otra obra bien taquillera". Entre sus trabajos exquisitos figura Copenhague, con Mary Da Cuña, Juver Salcedo y Humberto De Vargas.
11/1/007: De Jorge Salinas (Barcelona, España) para Gustavo Schraier y Carlos Ianni: El rol del Estado
Estrategia y rentabilidad. ¿Siempre? Creo que la sala debe preocuparse por ser rentable y tomar las medidas que sean apropiadas para que así sea “¿y que el gobierno, se ocupe de programar aquellos grupos, que con calidad y trabajo, presentan productos dignos? Grupos habitualmente compuestos por gente joven o muy joven…pero…pero…no tienen medios” (queremos “preparar” público - ¿Ideas y elencos? ¿No?)
Porque si todos piensan así (hasta nosotros) para una empresa privada “no serán negocio” “ o si, y a lo mejor a los que no queremos es a esa gente que propone rollos raros…o a los que indiquen las encuestas…o a los de su casta, que ya sabemos en que escuela se educó” Pongamos que eligen lo que esperamos de un empresario y los directivos de LA EMPRESA QUE EXPLOTA EL AGUA optan por algo que les reditúe, para una empresa no hay nada mejor que lo que ya está probado y aceptado (con lo que por lo menos yo, al no ser mediático me quedaría sin trabajo) además deben cuidarse porque el accionista podrá decir: “mira en lo que se gastan el dinero”…) Si producirlos, los beneficia con un descuento en sus impuestos o son subvencionados por las instituciones públicas….el ciudadano que no va al teatro (la mayoría) y que sólo le interesa la rentabilidad (como a nosotros) dirá: mira en lo que se gastan el dinero. Votaré a otro. ¿Cuánta ciudadanos creen uds. son concientes del costo de los teatros públicos, del dinero de las subvenciones, de los premios de por vida, etc.? ¿Todos disfrutan de las fiestas populares? ¿De cuáles? ¿Y por decir algo: de nuestros universos creadores?
Imaginemos que queremos montar un espectáculo. ¿Debo recibir al “optimizador” de producción” que me mande la consultora?
Y que por ejemplo me sugiera que aquel personaje que no habla y que a lo mejor tiene un pequeño significado simbólico, desaparezca, (¿Uds. creen que él encontrará siempre los costos altos? ¿Y que usará los mismos parámetros que para una empresa autopartista?)
Estrategia y rentabilidad. ¿No se trata de conceptos brutalmente neo-liberales, con los que hace algún tiempo nos bombardean? ¿Y que no nos damos cuenta y todas las soluciones las buscamos a partir de ese pensamiento?
"Lo que importa es el costo, si compro barato, vendo barato". También podríamos hablar de las maniobras contables que se realizan, que encubren el destino del dinero, que encubren “pérdidas y ganancias”.
¿El resultado es el mismo? O será como todo lo que se compra en esos bazares que imita a todo, con un costo bajísimo, (que aquí se llaman todo a cien y están habitualmente explotados por chinos que se avergüenzan de la industria de su país) Que te venden la lavandina ya rebajada…
¿A que límite llegaremos? Mi experiencia me indica que la escalera se comienza a subir por los escalones más bajos. . Nada más que por ser más óptimos y llegar más rápido ¿A donde? ¿Al éxito? Tengo miedo. Un abrazo.
De Nayibe Barón (Bogotá, Colombia): El público
Un cordial saludo desde Bogotá donde no es muy diferente al resto del mundo y las dificultades para acercar al público son pan de todos los días, nosotros desde nuestras condiciones de país pobre con sueldo mínimo de 175 dólares mensuales que abriga al 70% de los colombianos con empleo regular (12% de desempleo según encuestas de los organismos del estado y 35% de empleo informal) nos hemos visto en la necesidad de recurrir a la pre venta con dos proyectos orientados a la educación.
!Chicos, a Teatro! dirigido a niños de primaria, para lo cual en este momento tenemos dos puestas en escena "Dorotea en el mundo de Oz" de Lyman Frank Baum con adaptación de Federico Rey y versión de Jorge Valencia Villegas quien dirige y "De los dichos y hechos de Sancho en la ínsula Barataria" de Miguel de Cervantes y sobre adaptaciones de Casona y Soares de Oliveira dirigida por Luis Alberto Garcia Jimenez y 2010, 200 años de independencia dirigido a jóvenes de bachillerato proyecto en el que tenemos " Las nueve estaciones o los derechos del hombre" escrita y dirigida por Luis Alberto Garcia Jimenez autor también de "I took Panama" e "Historias de hacha y machete" de Jorge Valencia Villegas, esto nos permitió incorporarnos al proyecto ESCUELA CIUDAD ESCUELA de la Secretaría de Educación del Distrito, con el que venimos colaborando desde 2004, momento desde el que no hacemos temporadas regulares por la dificultad de convocar público.
Sabemos que este problema no es coyuntural, recordemos a Peter Brook en el "Espacio vació", allí nos comenta las dificultades que él, en ese momento y siendo ya un Director reconocido por sus puestas en escena, tuvo que afrontar llegando a invitar al público sin que tuviera que asumir ningún costo, todo por el temor que este tiene de aventurar sus pequeños recursos en algo no seguro, es cierto que la calidad se impone pero también es cierto que en algunos de nuestros países la critica teatral brilla por su ausencia, lo que evita que nuestros posibles espectadores se enteren de lo que hacemos y con mayores veras de la calidad de nuestro trabajo
19/1/07: De José Luis Arce (Córdoba, Argentina): El Estado de vacaciones
Es increíble, la cultura argentina en verano es una zona franca mezclada con una sobredosis de ‘zona liberada’. Una panacea para mercaderes. El Estado en verano se libera de toda responsabilidad, se retira. ¿Cual es el efecto de esto?: que la cultura local inverna en verano, es decir, desaparece. En una provincia como Cordoba, adonde acceden millones de turistas, se produce esta insufrible inversión de que todo el mundo con responsabilidad en el gobierno cultural central, esté de vacaciones. La ciudad tiene una inexpresiva o nula programación teatral. En la ciudad no hay planes de cobertura que podrían funcionar muy bien, dada la baja de oferta. Pero esto no es todo: Cordoba tiene una Ley de Teatro Provincial que fue la primera que se aprobó en el país. Durante el gobierno de Angeloz se votó pero nunca fue reglamentada. Hubo razones que lo impidieron. Esta ley fue un importante antecedente para la sanción final de la Ley Nacional. La Ley Provincial supone la creación del Instituto Provincial de Teatro. Al momento de votarse se estableció que los fondos que la alimentarían surgirían de la Lotería Provincial, del Banco Social y-de-gravar-al-teatro-comercial (léase primordialmente al de Carlos Paz). Este dato me parece importante como réplica a algunos colegas entusiastas con no hacer olas molestas contra el teatro comercial, confundidos quizá con que articularnos a él, es beneficio para la actividad. Yo insisto con que no porque aparte de tratarse de dimensiones distintas, sobre lo que me extenderé en otra nota, el teatro de la polis que participa de la conflictividad cotidiana, y que pugna por integrarse sin callarse su mensaje, precisa participar activamente de la autorregulación social como de la planificación y coordinación de la misma. El otro plano se integra pasivamente a las mismas condiciones (hasta aquí salvajes) de expoliación que el sistema tiene y cuyas consecuencias a-críticas repercuten en nuestro sector desventajosamente. Pruebas al canto. El detonante que hizo caer la Ley Provincial que menciono y con ello atrasar la gestión teatral de nuestro medio por años, fue debido al ‘lobby’ de los buenos colegas del andarivel que otros (no yo) ya han llamado comercial. Productores, figuras de nuestro star system y con poder de decisión sobre su negocio, dueños de paredes, en fin, se levantaron no sólo en contra de dicha Ley de palabra, sino que fueron a ver a Angeloz, logrando una interlocución aceitadísima que nosotros como sector independiente jamás tuvimos (luego el propio Sub-secretario de Cultura de ese gobierno, la máxima autoridad cultural a la sazón y ya alejado de sus funciones –vean ustedes, sub-secretario-, confesó que Angeloz no lo llamó a su despacho durante años), por la presencia e incidencia en medios a los que el Poder teme, o porque eran lisa y llanamente amigos del poder (como el caso de Marimón por ejemplo), convencieron a nuestro gobernante, no demasiado diferente al tipo de político medio actual, para lograr que éste concediera bajarle el pulgar a dicha norma. Lo lograron. Conclusión parcial: todos tenemos derecho a aspirar a la mejor cantidad de público, pero deducir alguna contradicción a ese deseo de la crítica que se destina a quienes jamás se mostraron interesados por el destino del teatro artístico, es hasta ingenuo. Digo más: por razones turísticas, en mi provincia, el teatro de verano goza de flexibilidades (como decía arriba) y mimos del poder (político y económico). Son matrimonio de conveniencia de intensidades carnales que se desembarazan de cualquier consecuencia amorosa con la pastilla del día después. El Teatro Independiente trató muchas veces de ir a Carlos Paz, pero la misma fuerza centrífuga de ese sistema mercachifle, fue expulsando a todo proyecto alternativo: los precios de los espacios primero, luego la complicidad de productores y propietarios de salas, que directamente pergeñan negocios que excluyen toda consideración que contradiga sus criterios escenotécnicos bastardos, basados en un reblandecimiento neuronal, apto para generar en vacaciones lo que Ulrich Beck llama estado de ‘irresponsabilidad organizada’ y que se hace con la ausencia programada del Estado y el apoyo inmensurable de cierta prensa. Frente a esta industriosidad cada vez más oligopólica (oligo sin duda), queda de los artistas al menos la ética de la oposición, como una fuerza moral. Es un imperativo categórico. En arte y política, no todo es reducible a problemas de gestión. Argentores que juega una pseudo rectitud institucional, es otro compinche de este sistema, toda vez que se instala en Carlos Paz a cobrar sus emolumentos y retornarlos inmediatamente a pseudo-autores como Sofovich que gozan de tratos especiales con ellos, mientras en Córdoba por ejemplo se le debe a Gonzalo Marull, casi 80 funciones de todo el 2006, que para ellos serán dos mangos pero para el pibe equivale a pagar su deuda externa. A mí mismo me deben funciones de hace casi tres meses. Irregular. La mesa de dinero al poder. La cuenta digital de la web nunca está actualizada. Te desinforman. El concesionario te ladra. (¿Quién podrá defendernos?) Pero volviendo, si los ‘empresarios’ creen que la gente en vacaciones es unidimensional en sus gustos, está visto que es por complicidad del propio Estado. Insisto que ser ecléctico y falsamente comprensivo con este sistema desmedrante, es por lo menos concesivo porque mientras el reloj avanza de ese lado de la calle, del lado nuestro atrasa. Ese sistema al reproducirse con complicidades de Medios de todo tipo, de oportunistas políticos (como los que andan en campaña detrás de los bocattos di cardinale multitudinarios, como se está viendo), dan por natural no incorporar otras formas que puedan desmentir su optimismo mercantil, siempre erecto, aún a costa de la idiotez que se siembra. Ese régimen de zona franca es de tal envergadura que la Secretaría de Cultura de Carlos Paz a su lado, es una oficina risible. No existe. Digo más: Estuve en Mina Clavero y apenas llegué fuimos a hacerle el aguante a Andrea Prodan, el hermano de Luca. Estaba en la sala de José Luis Serrano, Doña Jovita, con quien tengo amistad. La ocasión fue buena para darle al pico. Serrano puede decirse, es un genuino y digno actor popular y es de los que uno dice: le va bien. Su personaje es encantador. Se ha hecho, con ganancias de años, una sala para 500 espectadores ahí mismo en esa localidad que rara vez puede llenar en verdad. Para Andrea, pobrecito, había 30 personas. Al lado está el Centro Cultural Sabato que conduce un grupo de artistas de la zona a través de una ONG. Estuve toda una noche charlando con todos ellos. Los del Sábato me decían que insólitamente han abandonado todo trato con el Municipio, ya que esa localidad de 8 o 9 mil habitantes, que recibe entre 40 a 50 mil personas por quincena, esto es, de diciembre a marzo, más de 200 mil, no tiene Secretaría de Cultura. Sí la tiene Cura Brochero y Nono, pueblos aledaños más pequeños sin el montaje turístico-comercial del primero. Un absurdo total. ¿Qué significa esto? Una consecuencia inmediata: el teatro programable, el artístico que se mueve desde la ciudad de Córdoba, o desde el resto del país, no tiene circuitos organizables en un lugar así. Llegar a un sitio desmantelado, sin interlocución, es imposible. Si tenés un proyecto hay que hablar con un Intendente que de lo único que entiende es de hacer el Rally en invierno (para lo que recauda fortunas en sponsors) y la temporada de verano. Otra vez: El Estado se lava las manos. Si no se hace una Red, como dice Toni Puig, de esta dispersión, todo lo que se diga es puntual, es discurso de algún empresario al que le va bien, pero no es la realidad de un sector, mucho menos de un país. Esa es la gestión que hace falta (por eso vuelvo a disculparme por mi escepticismo ante fenómenos localizados). Pero por eso mismo me cuido de tener actitudes polimorfas, doble ancho, ambiguas, cuando no doble discurso. Lo que uno se pregunta es: ¿de qué forma podría armarse esa Red con todo el funcionariado de vacaciones? Suena insultante la poca seriedad, el poco espíritu de inversión generalizada. Los buitres se manejan con mercados cautivos, donde lo que se gana en dos o tres meses, debe alimentarlos todo el año. Como dice el título de Zizek, seguramente en otro sentido, hay ‘una suspensión política de la ética’, total, hay tiempo de recuperarla en invierno. Así hacen los empresarios, los críticos de medios que juegan al famoseo en el verano (con ataques de amnesia inauditos) y en el otoño-invierno recuperan la memoria y se hacen los intelectuales lacanianos con nosotros. Se ven formas de un capitalismo hiper-explotador en los hoteles, en los negocios, incluidos los teatros. Los que ganan demasiado, invierten en otros rubros y no en el lugar de origen de ese dinero. Como el tero que pone el huevo en un sitio y pega el grito en otro. Este mercado como ‘zona liberada’ ¿tiene acaso diferencia con la venta de tierras a extranjeros que un día tendrán yacimientos estratégicos del país en su poder y que como ya lo están previendo jurídicamente, serán inexpropiables porque pertenecen a otro país y como tales son inalienables? Por acá sólo la naturaleza provee toda la magia. El Teatro en tanto convención histórica confirma oposiciones: unos la alimentan creando, otros la gastan usufructuándola. Después los que ironizan al anarquismo como caos, justifican este desorden deliberado. No los entiendo. En una palabra, con la Ley Provincial el Estado nos traicionó, pero si nos ponemos a ver, nos traiciona a cada paso y eso amerita sostener con Bourdieu que “no hay democracia efectiva sin un verdadero contrapoder crítico” que hay que defender a toda costa con pelotas y coherencia.
PD: Atención cordobeses: se rumorea que la citada Ley Provincial sería puesta en vigor. Estar alertas porque una cosa es que el gobierno la use ahora para dotar de un presupuesto (que Economía no les da) a una repartición con nulo apoyo de sponsors como puede ser la Agencia Córdoba Cultura (una agencia sin sponsors es como un macho neo-liberal castrado) y otra es cumplimentar todo el proyecto del que somos partícipes y que significa nuestra voz y voto en el diseño de la política teatral del medio. Los más jóvenes tal vez no sepan que esta es una de las pocas leyes que se votó entre la aclamación de los interesados en todo lo que va de la democracia post-Proceso. Para esto deberemos reformular nuestras entidades sectoriales o aún crear nuevos instrumentos participativos que de manera práctica nos permitan canalizar nuestras expectativas. Como dice la canción: quizá la unión puede ser la opción.
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20/1/07: De Clodet (Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina): Tiempo de cambios
Obviamente, toda pérdida de un espacio implica un dolor que naturalmente comparto.
Pero se trata mucho más que una mudanza complicada.
Sería bueno que reflexionemos un poco acerca de los "detalles", ya que la situación del CELCIT implica un severo riesgo para que siga existiendo el todo que es, pero además pone en evidencia el estado de cosas para las salas.
Es difícil pero no imposible el traslado de la actividad pedagógica, pero el traslado de una sala cae en un agujero negro legislativo. Esto supone un estado de alerta; por el CELCIT, por supuesto, pero que va más allá, porque nos toca como gente de teatro y creo que otra vez pone sobre el tapete qué implica tener una sala, qué valor se le da a los años de trabajo en materia teatral-cultural, cuántas posibilidades hay de que se abran nuevas salas independientes... y otros temas que seguramente veremos juntos.
Repaso algunos puntos, datos que me da Carlos al preguntar la dimensión real del asunto, que me parecen imprescindibles de tener en cuenta, para entender sus alcances:
-El espacio donde funcionan las actividades saldrá a la venta y comprar la propiedad es imposible.
-El traslado de las instalaciones tal como están a otro lugar, se vuelve irrealizable.
-La recientemente aprobada ley para el funcionamiento de los teatros independientes es para las salas "preexistentes". Es decir, no habría cómo habilitar un espacio nuevo.
-La única opción sería una vieja ley, la que habilita a los teatros llamados comerciales, con requisitos imposibles de cumplir.
-Y la paradoja a la que atender: se iba a realizar una fuerte inversión para adecuar la sala a los requerimientos de la ley, tareas que iban a comenzar el lunes pasado y que se han cancelado. Como es lógico, no tiene sentido invertir un montón de dinero en un lugar que hay que dejar a la brevedad.
Y si no se hace, cuando se acabe la prórroga del DNU Nº 3 por el que la sala está habilitada transitoriamente (vence en febrero y posiblemente sea prorrogado una vez más), la sala no tendrá habilitación para funcionar.
Si bien es difícil saber cuándo se venderá la propiedad, por previsión lógica se han suspendido talleres y la programación de espectáculos a partir de junio.
Como vemos, es mucho más que un trastorno de mudanza.
Como decía otra foreuta, se impone preguntarnos cual es el ROL DEL ESTADO ante una situación como esta. Tengo un gran cariño por el CELCIT y el espacio, donde tuve un breve pero intenso paso, tiene magia, lo confirmo.
Pero el tema me inquieta más allá de lo personal, como teatrista. Me pregunto ¿Cuál es el valor que se le da al trabajo, a lo generado, a lo invertido, a todo lo sostenido? ¿Qué valor real tienen las declaraciones de interés cultural? Es realmente imposible por ley abrir una nueva sala? Y esto aún cuando se sostuvo una durante 14 años?
Y al menos tengo una docena de preguntas más, pero paro aquí para que reflexionemos juntos.
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De Alex Lengua (Lima, Perú): Tiempo de cambios
Estimado Carlos y a todos los miembros. un abrazo en esta hora y nuestra solidaridad. Si bien es cierto mi inscripción es de reciente data, pero como visitante, he logrado valiosa información y bibliografía muy importante para complementar mi formación profesional, desde tiempo atrás. Te cuento un secreto: nuestra Escuela no tiene local propio; si bien es cierto que lleva, -recién celebrados- 60 años de vida institucional. Durante un régimen anterior de gobierno por rencillas entre el central y local, nos quedamos sin local.Nos asignaron otro que era amplio, pero no era "nuestro local"; éste no tenía esa suerte de magnetismo que vincula a las personas con esos muros, testigos del esfuerzo máximo y a veces infructuoso, al que hay que repetir y repetir y repetir hasta que salga.Esos techos, mudos confidentes a donde nuestras miradas elevan nuestras maledicentes confesiones e intenciones; esos pisos recorridos interminablemente que han soportado por años nuestros desafíos a la gravedad.Me parece que antes de dejar el local debería considerarse la alternativa que plantea Lina De Simone. Si se empezase una lista que promoviese la solidaridad, no sólo de los teatristas argentinos, sino la de Latinoamérica y alrededores, quizás algo se podría lograr y cada uno desde sus respectivos países estudiar como nuestra solidaridad pudiese materializarse y coordinar acciones. Reitero mi solidaridad en esta hora.
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De Rogelio Borra García (Gálvez, Santa Fe, Argentina) para José Luis Arce: El Estado de vacaciones
La oferta teatral veraniega en ciertos puntos de atracción turística, tiene en general una característica efímera, concebida para su consumo durante la temporada estival, como un bronceador. No conozco qué pasa en Carlos Paz, pero en Mar del Plata, buscando, pueden encontrarse perlitas como "Quien lo Probó lo Sabe" de Mariano Moro ó "Anita Garibaldi" de Héctor Rodríguez Brussa. Un abrazo.
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De Pedro Araneda (Chubut, Argentina): El Estado de vacaciones
Sr Arce, el estado somos todos. Suscribo a la idea popular que tenemos al frente del gobierno a la clase política que nos merecemos por haberla votado. A partir del voto elegimos a nuestros representantes. Salvo, claro está, en el teatro, que no podemos elegir a quienes gobiernan instituciones como el Instituto Nacional del Teatro, del que se dice “es de todos”, pero dónde la dedocracia ejerce espeluznante vigencia ejerciendo caprichosa rotación de cargos a lo largo de los años. Y también se toman vacaciones. Pero según se mire, soluciones se pueden encontrar. Lejos de polemizar, y tratando de aportar, reflexiono. En esta oportunidad, parece ser que uno de los tópicos abordados, me sedujo instantáneamente. Y es el referido en su excéntrico - en el buen sentido de su acepción lingüística - mensaje desde su provincia de Córdoba. Vivo en el Noreste de Chubut. Y las cosas son parecidas en cuanto a los funcionarios, pero diferentes, por suerte, a lo que ocurre en Carlos Paz. Esta es una región en la que la palabra "turismo" parece ser la única que se pronuncia en los medios y en el vocabulario oficial desde el 20 de diciembre, fecha en la que se hizo el lanzamiento de la temporada estival. Nunca la palabra cultura. O "Cultura para el verano". Menos el teatro. O "teatro para el verano". Talvez por que tengamos un presidente, cuyo origen patagónico, puso de moda el hoy codiciado corderito patagónico, o talvez porque definitivamente la “marca patagonia” se instaló en el inconciente colectivo argentino - y porque no del mundo -, lo cierto es que la costa de la provincia del Chubut batirá todos los records de audiencia en esta temporada 2006-2007. Las recaudaciones impositivas y ganancias producidas por el fenómeno turístico serán inmejorables. Pero no creo que se destinen a la cultura y menos a promocionar el quehacer teatral. Pero, qué se le ofrece a los ilustres visitantes, y al queridísimo publico local que también vacaciona por aquí?
Vayamos al grano. Una de las frases que me llamó la atención en el aludido mensaje fue "en un reblandecimiento neuronal, apto para generar en vacaciones lo que Ulrich Beck llama estado de ‘irresponsabilidad organizada’". Lindo. Pero considero que este fenómeno se produce en una doble vía. No sólo los políticos y sus neuronas están de vacaciones, la secretarías de cultura cerradas o aletargadas en hibernación veraniega, sino los creadores y llamados trabajadores del teatro no vemos las oportunidades que se nos brindan en sitios turísticos vírgenes con tanto "rating" y “marketing” a vuestra disposición. Claro que debemos hacernos cargo de cómo armarlo, de cómo hacer quilombo organizado con nuestras producciones, en definitiva de cómo trabajar. Un diario local le dedicó en la edición de ayer, la portada y dos páginas centrales a la cincuentañera graciela alfano con su novio - comiendo sushi en una terraza frente al Golfo Nuevo - promocionando una gira que realizan por esta región con un espectáculo a 40 o 60 mangos la entrada y que seguramente conformará una de los dos o tres visitas de espectáculos comerciales que llegarán en este verano a esta región, insisto, virgen comercialmente hablando, de teatro y espectáculos. Sshhh! Que no se levante la perdiz !...Mientras que los espectáculos de grupos independientes y creación artística, raramente aparecen en la cartelera. Está claro que la cincuentañera goza todavía de una envidiable figura que a todo color y en doble página vende mucho más que "Sueños de Agua" de Metateatro, "Llame Ya" de La Escalera , "Los Irreverentes" del Grupo Ampoya, o "Mandrágora Circo", sólo por mencionar los cuatro espectáculos del teatro independiente, premiados por el establishment estatal y que se ofrecen sólo por estas dos semanas en Puerto Madryn, como única excepción, extraordinaria producción del teatro independiente y gran esfuerzo de producción gestionado por los compañeros con casi tres meses de antelación.
Con mi grupo, gestionamos, administramos y producimos teatro a partir de nuestra propia sala independiente. Durante el año llueven las propuestas de colegas que pasan por aquí de gira hacia el sur de nuestro país. En el verano no. Es decir, nadie se ofrece en octubre o noviembre cómo para poder programar la sala en enero o febrero. O armar pequeños circuitos de gira por esta región que es vasta y no tan complicada. Tampoco nadie invita. Parece que el "reblandecimiento neuronal" también nos llega a todos junto con el implacable verano. Acaso no podemos pensar en conjunto ? Que estos circuitos estén entrelazados con otros generados en los otros centros turísticos de afluencia masiva?.
Hace años que desde el Instituto Nacional del Teatro se escucha hablar del armado de circuitos de gira. Incluso de las redes de circuitos. Hasta existe una línea de subsidios para que los grupos puedan girar. Se ha armado un programa especial de giras para producciones de “probada calidad artística”. Pero esto en el verano y en los centros turísticos no funcionan. Será lo de las neuronas aletargadas?, el reblandecimiento neuronal de nuestros dirigentes para la gestión? ó será el reblandecimiento neuronal colectivo del teatrista medio argentino?. Para la mayoría de los grupos independientes es difícil gestionar por sí solos una gira. Por un lado hay que aprender. Pero por el otro, la estructura administrativa del Instituto bien podría brindar ese servicio. Facilitar la cosa. Facilitar el contacto, armar a partir del registro de salas, la red de salas subsidiadas disponibles en los principales destinos turísticos "nuevos", etc...Inundar de teatro independiente bien promocionado todo el país turístico. Bancar el viaje que es lo que más cuesta a través de un sitema de prestamos reintegrables, si se quiere y no subsidios... Pero no. Esto no se hace. Creo que nos cabe a nosotros proponer la implementación de estas políticas que faciliten el trabajo y generen más trabajo. Hay gente que en este foro ya se ha expedido en este sentido, pero la idea parece que no prospera. Yo insisto y suscribo. Pero también es cierto que somos nosotros, los teatristas, los que debemos estar dispuestos a laburar. Porque de lo contrario somos nosotros los que estamos dando el lugar a las gracielas alfanos que se presenten en los centros turísticos vírgenes relegando nuestra presencia, con suerte, a la sección gacetillas de sociales de los diarios locales. Y si por casualidad tenemos un espectáculo, debemos remar desde cero cada vez, para poder ofrecerlo en una o dos funciones por localidad veraniega con un tremendo esfuerzo de producción publicitaria para lograr tener un puñado de espectadores. Si lográramos armar estos circuitos de giras entrelazados por regiones de diferentes características turísticas, inundando con permanencia constante de espectáculos de arte los centros de verano vírgenes, brindándoles otras opciones al público que seguramente lo agradecerá, a pesar de los funcionarios de vacaciones, de las secretarías de cultura cerradas o inexistentes, a pesar de los años que se pasan hablando de los circuitos de giras promovidos por el INT, y nos fortalezcamos en nuestros espacios, antes que lleguen esos productores inescrupulosos y que asociados de hecho al establishment que duerme, hacen su negocio, cerrando puertas y posibilidades para el teatro independiente y de arte, creo que sería posible generar algo interesante.
Hay otro párrafo, también interesante, en el mensaje de Arce que apunta a otro tema, el del contenido artístico y referido a los gustos del público ensayando la siguiente reflexión: "si los ‘empresarios’ creen que la gente en vacaciones es unidimensional en sus gustos, está visto que es por complicidad del propio Estado. Insisto que ser ecléctico y falsamente comprensivo con este sistema desmedrante, es por lo menos concesivo porque mientras el reloj avanza de ese lado de la calle, del lado nuestro atrasa. Ese sistema al reproducirse con complicidades de Medios de todo tipo, de oportunistas políticos ...dan por natural no incorporar otras formas que puedan desmentir su optimismo mercantil, siempre erecto, aún a costa de la idiotez que se siembra." Será que el lomo de la mencionada cincuentañera actriz es más interesante que lo que ofrece el teatro independiente de nuestro país?. Por eso la gente paga entre 40 y 60 mangos la entrada y hace cola y va al teatro, y no paga 10 para vernos a nosotros? Arce lo explica a su modo. Es claro en un sentido. Pero lo atribuye al "sistema desmedrante". Del que parece que "otros forman parte". Pero me parece que el teatro independiente también forma parte del sistema. El tema es cómo encajar la pieza. Sé que me estoy metiendo en otro terreno espinoso y es el de la calidad, y quién la define, quién dice que esto es bueno o aquello malo, en definitiva quien le pone el cascabel al gato, en un país donde casi todos los pequeños medios del interior no tienen críticos ni columnistas que escriban de arte, menos de teatro. Donde estos pequeños medios del interior asociados -através de las pautas oficiales- al "funcionariado" - Arce dixit - de turno, relegan las mejores paginas de difusión a fotos de culos y lolas tendidos al sol. Cómo difundir y vender lo que hacemos? Organizándonos. Exigiendo por prepotencia del trabajo. Existiendo con fuerza...Proponer espectáculos que sean más interesantes que ir verle las lolas a la alfano de vacaciones y de paso haciéndose unos mangos fáciles... y a la luz del sistema mencionado. El público lo agradecerá. Talvez no haga cola. Pero si empezamos y estamos de forma permanente con nuestro arte, con nuestras salas abiertas, seguramente lo agradecerá. Ahí es donde digo que también nosotros, teatristas, concedemos espacios. Nos cabe la responsabilidad en dejar que "el mercado sea zona liberada". Me parece que está bien que exista ese teatro y que la sra. alfano coma sushi y vacacione en Puerto Madryn o donde le plazca. Pero también está bien que nosotros laburemos y comamos. Lo que digo es que debemos ocupar los espacios antes que el peligroso mencionado sistema empresarial en asociación a la inoperancia de los funcionarios se apoderen "de todos" los lugares de mayor interés, cerrando nuestras posibilidades de expresión artística. Carlos Paz y Mar del Plata siempre existieron y van existir. No podemos ir en contra de esos sitios y de lo que el "sistema" ya estableció y devoró. Pero hay muchos más lugares, pequeños y grandes que ofrecen muchas posibilidades y que no estamos ocupando. O los estamos dejando liberados a los empresarios inescrupulosos asociados a los funcionarios que duermen en la arena cuales caimanes al sol. Se que no estoy descubriendo la pólvora. No propongo mucho, pero propongo el intento de organizar definitivamente los circuitos de gira permanente entre las diferentes regiones del país, a pesar de nuestros funcionarios que duermen, o mejor, mientras nuestros funcionarios duermen la siesta del verano. Intento responder a la pregunta lanzada, "¿de qué forma podría armarse esa Red con todo el funcionariado de vacaciones?". Organizándonos. Poniéndonos en contacto entre regiones y comenzando de una vez por todas a laburar en este sentido. A pesar de... todos los etcéteras. Creo... y good show...
P.D. El “maestro” Sergio Rower sabe mucho de esto, y seguramente podrá aportar. Robino, no me preguntes cuánto vale la nafta en el sur y si hay estaciones de servicio con gas en todo el trayecto. Gustavo Schraier seguramente también podrá aportar datos e ideas a cerca de la producción de giras. Los saludo a todos.
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De José Luis Arce (Córdoba, Argentina): A concurso
Para Carlos Ianni. Carlos, vos decías hace unos días “concurso a los Directores de teatros oficiales”. Permitime el materialismo dialéctico y el afán por llegar a alguna conclusión práctica en el tema, sobretodo con la expectativa de capitalizar esta formidable posibilidad colectiva que brinda el Foro. Yo había dicho que si el funcionario-jefe no tiene proyecto que se lo exija a quien él nombra. Estamos de acuerdo. Ahora, asumamos que al hacerlo así queda en evidencia una seria implicancia: ese funcionario nombrado es de la planta política (por eso no concursa) y ese partido patentiza que no incluía de antemano en sus equipos técnicos a la persona capacitada para tal función. Eso ya es un síntoma y como tal ofrece una síntesis: ni él ni el partido tienen proyecto y se apela a una especie de tercerización (aplico el término simbólicamente porque queda claro que esto sólo se hace a través de licitación) que tiene consecuencias a nivel de la responsabilidad y de la legitimidad votada por la gente. Es decir, concursar-delegar responsabilidades a un nivel tan alto (el nivel inmediato inferior del Secretario de Cultura), es renunciar a una verdadera voluntad de gobernar. Lo ya dicho: lavado de manos del Estado. Esta es la consecuencia en síntesis brutal digamos. Antes de seguir te digo que no soy estatalista en el sentido de creer en un Estado fuerte y esas fanaticadas, mucho menos en una época de crisis de la representación política. El Estado tiene el costado odioso de garantizar la Ley pero asegurando el ejercicio de la representación. En el momento en que esta se cumple, el Estado se diluye como autoridad para transformarse en conciencia ciudadana, o sea, el Estado como la presencia que administra su futura ausencia. Bueno, son las utopías tanto del liberalismo, como del comunismo realizado y la del mismo anarquismo, a esta altura, imagenes bonitas ya sé. A falta de esa transitividad del Estado, necesitamos funcionar como ciudadanos activos y no reactivos. Pero en esto confieso que el mayor objetivo personal es evitar recurrir a planes del propio manual ideológico (¡suéltame pasado!). Creo que al hablar de Política Cultural y exigirla, es porque lo que queremos son las fundamentaciones político-económicas generales que regirán una accion de gobierno. Quizá estemos de acuerdo en que, de nuestra parte, si pedimos Plan Cultural, debemos estar como mínimo, organizados (no sé si esto es una utopia, pero a nivel nacional, en este momento, carecemos de comunicación política. Es difícil hacer una re-ingeniería del orden nacional sin los Estados provinciales), no sé si en condiciones de aportar nosotros mismos pero sí en tanto representados, en conocimiento de cómo funciona. Uno supone que detrás de una Política elegida por la gente, en el mejor de los casos, viene una persona idonea para llevarla a cabo, en condiciones técnicas de nombrar a su equipo y demás. De esta forma el Secretario de Cultura nombra pongamos por ejemplo al Director del Cervantes (perdoná la fijación). Si tiene que llamar a concurso, asumamos que lo transparente supone por contrapartida lo confesional: carece de plan. Así de simple. Qué demuestra esto además: que él como funcionario no está por tal Plan. Ese es otro matiz importante. Es obvio que al nombrar directamente, en ejecución de un proyecto preconcebido, lo hace en nombre a su derecho de hacerlo y no para acumular una legitimidad que ya tiene otorgada, lo que a más de una perogrullada, sería una contradicción respecto a aquella política cultural ya votada por la gente, que tiene per se poder legitimador. En este contexto puede presuponerse la capacidad garantizada de este Secretario para programar en ejercicio de su capacidad técnica, apelando con conocimiento a la gente adecuada para implementar lo que se supone es su idea de gobierno, su cartografía geocultural, su concordancia entre política de estado y plan cultural. Si no es así, cabe esperar la misma falta de seguridad en los directores a cargo de supuestos proyectos (supuestos porque la más de las veces se los cuestiona por eso, porque son amigos, por nepotismo y cooptación, en fin), contratados, invitados, que cubren la programación. En tal sentido y con la misma vara, habría que concursarlos como a su jefe. Si esto se profundiza, el concurso empieza a minar la representación. Por supuesto que ese concurso de proyectos de directores invitados supondría que el Director del Cervantes tampoco está preparado para nombrarlos y con ello, no lo está para su función ni para ejecutar la política general. Como dice Ariel Dávila, siendo el gestor un creador, éste resulta que no funciona como tal y esa es su condena. Con lo cual ese concurso, que si bien crea la sensación de irreprochabilidad y transparencia trae aparejado gastos extras: jurados, personal, espacio, asesores, tiempo, certificaciones, burocratización, etc, pagados con dineros públicos. En una palabra, un concurso así es un paliativo encargado de generar legitimidad para abajo, pero no para arriba, porque su sola convocatoria va en contradicción con la capacidad previa que el Secretario debió acreditar tanto como queda en entredicho la capacidad sobre el tema del mismo Presidente que lo nombró (cosas como estas son las que llenan de malestar las calles culturales de la polis). En este caso, la democracia debe trabajar no para funcionar como tal sino para legitimarse como tal. Como decir, el burro le toma examen al profesor. El funcionario que comete este contrasentido cae en aporía (confusión, contradicción). Oscurece la gestión y profundiza la sospecha en la democracia, mucho más si a través de esos concursos se hacen ver, jurados incluidos, manejos espurios, corruptelas, necesidad política de asegurarse influencias, como vemos año a año en los cuerpos artísticos, donde antes que una acción dechada de legitimidad, lo que resulta no es sino un mazacote enorme de odios, personas disconformes, paranoiqueadas y picadas por la suspicacia, las envidias, etc. Es cierto que el país tuvo su crisis gerencial. Después de años se tardó en valorar la Administración Cultural a nivel universitario en las carreras de arte. En Ciencias Económicas es una materia que se da desde hace mucho y de manera parecida a como se da escenografía en Arquitectura: es decir, con profesores que carecen de práctica y expectativas profesionales concretas sobre ellas (hay excepciones). Ariel Goldenberg, que es argentino, ex productor del Payró, tiene fama en Europa de ser entre los gestores y programadores, “la persona que más sabe teatro de todos”(ver Revista El Publico, artículos que Moisés Perez Coterillo le dedica a propósito de los Festivales de Otoño de Madrid programados por él). Actualmente o hasta donde supe, Goldenberg dirige el Centro Cultural de Bobigny en Paris con una programación impresionante (Bob Wilson, Vassiliev, Peter Sellars). Esa irreprochabilidad nunca fue alcanzada aquí, por algo Goldenberg engrosa la lista de la fuga de cerebros. Historia conocida. Pero volviendo a lo anterior, lo loco es que no es raro ver que ese derecho a gobernar lo reclaman personas nombradas a dedo que no gozan del respeto necesario. En cuyo caso, no hay otra, concursos. Pero estos ya llevan el asedio de lo que el Secretario y luego el Director no sabe, por lo tanto dichas elecciones portan en las carnes, la semilla de maldad. El Secretario simula una reproducción democrática de la gran Democracia en su repartición, sin lograr tapar que la sola necesidad de hacerlo, encubre una ausencia: la de su competencia. La bronca y la resignación de los postulantes perdidosos, es el gancho que termina uniendo el círculo vicioso y derramando para abajo un solo producto: mala onda. Que los gobiernos alquilaran un proyecto económico (tecnocrático) a la fundación Mediterránea es lo mismo que puede pasar respecto de la cultura con grupos afilados para hacer la suya. También es historia conocida., pero me parece que nos encanta el deja vú.
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23/1/007: De Claudia Zara (Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina): Teatros públicos
Realmente es todo un tema cuál es la función de un teatro público, pero realmente tenemos un vacío bastante importante en lo que es la conciencia general con respecto al tema. En Mar del Plata se ve muy bien durante la temporada como se diferencian los espectáculos realizados en teatros privados y teatros públicos. Debo reconocer que el Instituto Cultural que tiene a cargo el Auditorium trabaja bastante bien apoyando todo lo que es la movida teatral marplatense y los espectáculos que no tienen más apoyo que el de los actores que muchas veces se reúnen en cooperativa para poder llevarlas a cabo. En cuanto al nivel municipal, el apoyo es muy limitado, casi inexistente en lo que son Centros culturales o movidas similares. Es un tema que da para mucho. Saludos
24/1/007: De Hugo Kogan (Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina): Convocatoria
CONVOCATORIA AL 3 ° FESTIVAL IBEROAMERICANO DE TEATRO CUMBRE DE LAS AMERICAS 2007 Mar del Plata-Buenos Aires-Argentina
1) Se convoca a elencos de todo el país y países extranjeros al 3° Festival Iberoamericano CUMBRE DE LAS AMERICAS 2006, desde el 25 de enero hasta el 30 de mayo de 2007 ( Fecha de Cierre ) a desarrollarse en la ciudad de Mar del Plata, Pcia de Buenos Aires-Argentina del 5 al 15 de Octubre del 2007, con el objetivo de estimular, promover, intercambiar y difundir la labor de los creadores vinculados a este ámbito de la expresión artística.
2) Podrán participar todos los artistas que posean un espectáculo destinado al público para adultos e infantiles en los Rubros: Teatro, Títeres, Teatro para niños, Teatro Danza- Unipersonales, Mimos, etc.
3) El acontecimiento tendrá carácter de ; Competitivo por lo que, los elencos a participar serán seleccionados por un riguroso Comité seleccionador, quién se reservará el derecho de cursar invitaciones al y/ó los espectáculos que el mismo crea conveniente de participar en la compulsa.
4) Se seleccionarán espectáculos para adultos y espectáculos para niños. Los que tendrán la obligación de presentar el espectáculo el día y la hora que designe el Comité seleccionador.
5 ) La organización se hará cargo de las estadías de los elencos con sus respectivos almuerzos y cenas.
6) En el caso de que los elencos hagan itinerancia por otras ciudades. La Organización se hará cargo de los gastos del traslado y alojamiento y comida y tratará en forma particular con cada elenco el porcentaje ó cachet fijo. También tratará en forma particular con aquellos elencos invitados el tema de traslados, alojamiento, comida, etc.
7) Los elencos deberán designar un delegado ante la organización, quién se hará responsable de toda emisión como recepción de la información que se necesite, comunicar llegada, etc. de los elencos, debiendo responder ante los organizadores cada vez que estos los soliciten. En éste se centralizará toda la información del Festival, como también será responsable económicamente de cualquier circunstancia o incumplimiento que surgiere ante la organización ó terceras personas.
8) El traslado de los elencos como así la escenografía y demás elementos técnicos, a la ciudad de Mar del Plata, correrá por cuenta de ellos mismos, tanto de ida como de vuelta a su lugar de origen u otro. Solamente en caso de elencos extranjeros la organización se hará cargo del traslado desde Capital Federal , hasta la ciudad de Mar del Plata, vía ferrocarril, tanto de ida como de vuelta. No así desde su país de origen y viceversa.
9) Los elencos deberán adaptarse a las comodidades y disponibilidades de las salas adjudicadas en cada caso. Para ello, se les enviará las plantas correspondientes oportunamente.
10) Cada elenco especificará lo más aproximadamente posible todas las necesidades técnicas a tener en cuenta: Luces, sonido, música, etc. a través de la planta correspondiente, coincidente con el equipo técnico existente y ofrecido en la sala adjudicada.
DE LOS PREMIOS
1) La Competencia será dividida en dos categorías: ADULTOS E INFANTILES
2 ) Cada Categoría tendrá su propio jurado idóneo.
3) Los miembros de los jurados serán nombrados por la Comisión Organizadora
4) Los fallos serán INAPELABLES
5 ) Los rubros a premiar en cada categoría serán:
RUBRO ESPECTÁCULOS TEATRALES PARA ADULTOS
PREMIO MAYOR AL MEJOR ESPECTÁCULO GRUPAL CUMBRE DE LAS AMERICAS 2007
PREMIO AL MEJOR ESPECTÁCULO DE TEATRO
PREMIO MEJOR ACTOR DE REPARTO O CO-PROTAGONICO
PREMIO MEJOR ACTRIZ DE REPARTO O CO-PROTAGONICO
PREMIO MEJOR ACTOR PROTAGONICO
PREMIO MEJOR ACTRIZ PROTAGONICA
PREMIO A LA MEJOR DIRECCION TEATRAL
PREMIO AL MEJOR UNIPERSONAL
RUBRO TEATRO-DANZA
PREMIO AL MEJOR ESPECTACULO DE TEATRO DANZA
PREMIO A LA MEJOR COREOGRAFÍA
PREMIO A LA MEJOR INTERPRETE FEMENINA
PREMIO AL MEJOR INTERPRETE MASCULINO
RUBRO TEATRO PARA NIÑOS
PREMIO AL MEJOR ESPECTACULO
6 ) A criterio del jurado podrán denominarse en primer lugar ternados ó los que el jurado considere, también podrá declarar cualquier Premio como Desierto.
7 ) Tanto la organización como el jurado, se reservará el derecho de otorgar menciones ó premios de reconocimiento a aquellos rubros que no están contemplados en el reglamento.
8 ) La sola inscripción en el FESTIVAL IBEROAMERICANO CUMBRE DE LAS AMERICAS , se tomará como plena conformidad y conocimiento a todas las condiciones establecidas por la organización.
9 ) La organización de este Festival, se reserva el derecho de incluir cualquier modificación a esta convocatoria.
FICHA TECNICA
Los interesados, deberán llenar y enviar la siguiente ficha técnica.
a) Nombre de la compañía ó grupo:
b) Nombre del director:
c) Nombre de la obra y duración:
d) Nombre del Autor:
e) Elenco: ( Nombre de actores y personaje de cada uno):
f) Síntesis de la obra: Usar solamente no mas de diez renglones, él mismo será incluido en el programa de mano:
g) Señalar Rubro del espectáculo y público al que va dirigido:
h) Cantidad de personas que viajarían a Mar del Plata:
i) Señalar si la compañía ó grupo está dispuesta de efectuar itinerancia por otra ciudades:
j) Nombre completo del representante legal de la compañía ó grupo: Documento de identidad: DNI; Pasaporte, etc. Dirección completa, Teléfono, Fax, Correo electrónico, etc.
k) Tiempo de armado y desarmado de luces, escenografía, etc.
MATERIAL ADJUNTO A FICHA TECNICA:
1) Síntesis de la obra, Fotos, Antecedentes del grupo, currículum, material periodístico, críticas, premios de la obra y del grupo, afiches, programas de mano, etc. DVD. El material no seleccionado no será devuelto y pasará a formar parte de nuestro archivo para próximos contactos.
IMPORTANTE: Todo este material pesado deberá ser enviado por correo postal a la siguiente dirección hasta el 30 de Mayo del 2007, Fecha de cierre.
FESTIVAL IBEROAMERICANO DE TEATRO /// La Bancaria. SAN LUIS 2069///Mar del Plata///Buenos Aires///Argentina///CP 7600
HUGO KOGAN
DIRECTOR GENERAL DEL
FESTIVAL IBEROAMERICANO
Mayor información: hugokogan@yahoo.com.ar/////hugokogan@hotmail.com
www.lagranada.blogspot.com
www.labancaria.com
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De Carlos Ianni (Moderador): Tiempo de cambios
Antes que nada, amigos, gracias por los innumerables mensajes solidarios recibidos, tanto a través del foro como en forma particular.
A aquellos que preguntaron qué podían hacer para dar una mano: ayer se publicó la carta y petitorio a las autoridades de la cultura de Argentina, promovida por Corina Fiorillo, Adriana Genta, Claudia Quiroga y Annie Stein. Sumarse y reenviarla a sus contactos procurando la mayor cantidad de adhesiones posibles, sería un gran apoyo para distintas gestiones en curso.
Por nuestra parte, mañana vamos a ver al Director Ejecutivo del INT, de Proteatro ya se comunicaron para ver en qué podían dar una mano, y hay entrevistas pedidas al Secretario de Cultura de la Nación y a la Ministra de Cultura de Buenos Aires.
Al mismo tiempo, estamos viendo algunos espacios que, a primera vista, aparecen como posibles.
Continuará...
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De Carlos Ianni (Moderador) para Juan Costareli: Tiempo de cambios
La recientemente aprobada ley para el funcionamiento de los teatros independientes de la ciudad de Buenos Aires, Juan, alcanza solo a las salas "preexistes". Hoy por hoy, aquí, no hay un instrumento jurídico para habilitar una sala independiente "nueva". Un cordial saludo.

2/2/007: De Mirta Demestri (Villa Maipú, San Martín, Buenos Aires, Argentina): Una sede para el CELCIT (o la falta del rol del Estado)
Estimados Juan Carlos y Carlos: soy una de tantas y tantos preocupad@s por la cuestión de la sede, y leyendo los mensajes de hoy, 30 de enero, me topé con el mensaje de Alberto Drago.
Me parece una excelente idea la suya, la de hacernos responsables de lo que queremos. Es claro que la cultura es un asunto de Estado, pero de eso se trata. Lo es y por lo tanto, éste le da la importancia y/o atención que le merezca a los gobiernos de turno. No es para nada descabellado poner a disposición del CELCIT $4 por mes (o $48 anuales) y juntar una cantidad suficiente para liquidar el problema y garantizar la autonomía absoluta de un centro de investigación vital para l@s teatristas. Si vemos que el superhábit conseguido se reserva para honrar compromisos adquiridos o por adquirir dándoles prioridad sobre las necesidades acuciantes de la población (trabajo genuino, salud, vivienda digna, educación, etc.), ¿qué nos hace suponer que el Estado dará satisfacción a nuestra necesidad de experimentación e investigación teatral? Soy miembro de la comisión directiva de una Biblioteca Popular, y me consta el esfuerzo del Estado por liquidarlas, siempre dando palmaditas en la espalda y "admirando" el noble esfuerzo en pro de la cultura que ofrecen a las comunidades. "Tiene razón, pero marche preso", decimos en el barrio. Por otra parte, creo firmemente que la autonomía nos daría más: en cuanto a sostener lo nuestro, en responsabilidad, en independencia de acción. En el caso de las Bibliotecas (y en todos), la ayuda del Estado implica control. La nuestra tiene una persona al frente, que pone el trabajo diario de atención seis horas por día y es el brazo derecho del bibliotecario. Trabajó casi cuatro años ad honorem, como todos los que estamos embarcados en este proyecto, y mucho más que las seis horas de atención al público. Ahora, conseguido un subsidio de unos pesos destinados a pagar al personal, resulta que sólo se le puede pagar a un/a bibliotecario/a diplomado/a o estudiante de Bibliotecología. El Estado, como tantas instituciones, reconoce papeles, no ve almas. Por supuesto, vamos a resistir esa orden. Si hubiéramos podido mantenernos con nuestro esfuerzo personal y las cuotas societarias ($2 por mes, que la enorme mayoría no paga porque no puede), nadie nos diría a quién hay que pagarle un sueldo, por minimísimo que sea. Hago este relato como para ejemplificar; adhiero a la idea de Alberto Drago, y les pido que reflexionen al respecto. Me parece que creceríamos sin tener que esperar la buena voluntad de ningún funcionario ni el orden de prioridades que merezcamos como agentes de la cultura. Un abrazo
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De Leandro Andrini: Una sede para el CELCIT (o el Estado ausente).
Estimados todos, Concuerdo con Carlos Ianni. No se trata simplemente de cuatro pesos. Se trata de algo mucho más grave, conocido en otros ámbitos como flexibilización. En la educación superior pasa exactamente lo mismo. Ocurre que aquellos lugares que han dicho "pongamos x cantidad de pesos cada uno y así alivianamos tal recorte" terminaron siendo desfinanciados completamente. Abandonados a la voluntad de aquellos que decidían colaborar. Lo mismo ocurrió con el surgimiento de las escuelas con cooperadoras escolares y cuota de socios (en las ciudades más pequeñas de la provincia de Buenos Aires este fenómeno se percibe con suma claridad: las escuelas céntricas tienen acceso a mejores cuotas y estándares que las de las periféricas por la composición de los integrantes y el grupo de colaboradores -porque el acceso económico es muy otro-). Pero, transformación de por medio, aparece otra situación riesgosa, que es la privatista. Comienzan a contarse los pesos que cada uno pone, a formarse sociedades accionarias, y cuando se quiere acordar una sociedad sin fines comerciales o de lucro termina siendo un buen mercado. Sin tener en cuenta en este análisis todo lo inherente a la discriminación en la que se incurre cuando hay dinero de por medio (aquellos que están imposibilitados de mantener sostenidamente un aporte se ven en las más de las oportunidades "dismunuídos" frente al altruísmo, y por cuanto privados del acceso a determinados niveles de cultura). Sin querer, esta situación (la de sumar voluntad y poner los $4) es la de promover, concordante a las políticas culturales oficiales y gubernamentales, el desfinanciamiento de la cultura, el olvido de las agendas de temas como el teatro, sacarlos del mapa de lo programático en política. ¿Qué más quieren que no los molesten? Seguramente nosotros tendremos una mínima solución para el problema del CELCIT, y esta solución descarga la responsabilidad que tiene un Estado de brindar no sólo cobertura social a sus soberanos, sino, y fundamentalmente cobertura cultural. No niego la existencia de un nihilismo generalizado, producido sobre todo en las dos últimas década, donde parece que lo que hay que hacer es huir sin dejar rastros de lucha. No soy pesimista, y el problema del CELCIT desnuda otros problemas semejantes, frente a la ausencia de una política clara en cuanto a la actividad cultural en Argentina. No seamos los artífices de una privatización, que es en definitiva una privación de cultura. He sido poco exhaustivo. Es un tema que necesita un desarrollo expositivo mucho más extenso que el que aquí se da, y un debate que necesitamos saldar, para romper el continuismo de ciertas políticas de desmantelamiento. De todas maneras, a pesar de estas minúsculas diferencias, entiendo que todos estamos al pie del cañón para defender al CELCIT como a otros ámbitos hacedores de nuestro patrimonio socio-cultural e identitario. Cordialmente
3/3/007: De Alberto Drago (Buenos Aires, Argentina): Una sede para el CELCIT
Estimado Hugo. ¿Cómo te vas de vacaciones y no te sentás cada dos o tres días a echar una ojeadita al correo CELCIT? (Jeje) Mirá lo que propuse es muy simple. Las adhesiones son cómodas y gratuitas. Bien. Haciendo un pequeño análisis sobre la compra de un kilo de pan, un viaje en subte, o un atado de cigarrillos, propuse que, (yo no fumo) donemos el importe de un atado de cigarrillos por mes a la tarea del CELCIT. Nadie me lo sugirió, ni Ianni, ni Gené, nadie. Tal vez ellos por reglamentos internos o estatutos, o ... no puedan hacerlo. Por eso hablo de donar. Somos a saber 3.500 que recibimos el correo. Eso hace a $4, c/u la suma de $16.000 por mes. Para arreglar con el dueño de la sala un buen alquiler, o para ir a donde quiera el CELCIT. Con ese dinero se puede estar en cualquier lado. Porque la tarea que realizan es muy grande. Y la gente que trabaja con ellos, mas cartuchos, papel, servicce, lus, gas, etc. todo genera un gasto. Es muy simple $4 , 4 mangos por mes pagados con una suscripción anual, ($48) y no tenemos que pedirle nada a funcionarios que saben que pasa, y que personalmente no tengo ganas de pedirles. Vos me conocés, cuando tengo que laburar ad honorem lo hago. Pero, elijo a quiénes. Esa es la idea, Hugo, no por eso hay que dejar de exugir lo que corresponde. Pero lo que hay que hacer, hay que hacerlo ahora. Después de las cuatro o cinco mil firmas, ¿qué' ¿una marcha de antorchas, de silencio, de bombos y clownes? Bárbaro. Pero el asunto es ahora, y la solución está en nosotros. Un abrazo grande, gordo (aunque me dijeron que no tan gordo) También propuse que los que lo deseamos pongamos la dirección de mail al final, para facilitar la comunicación. hapteatro@hotmail.com
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De Rogelio Borra García (Gálvez, Santa Fe, Argentina): Argentores
No es un tema menor. Argentores es una institución de innegable importancia y cumple una valiosa función, pero me parece que su compleja estructura de estatutos y normas, no contempla de manera adecuada la protección de los intereses y del trabajo de aquellos autores que no tienen el alcance masivo y el poder recaudatorio de otros, de los ya consagrados, de los que trabajan en el circuito comercial y la televisión. Los autores del interior de las provincias corremos con desventajas todavía mayores a las que mencionaba Ariel Dávila en su mensaje, refiriéndose a ciertas falencias de la sucursal de Argentores en Córdoba. En Santa Fe, la sucursal más cercana es Rosario, distante unos 180 kms. de Gálvez. Cualquier trámite en esa oficina, desde pagar la cuota societaria hasta registrar un título, significa perder un día de nuestro trabajo, de ése que nos da de comer, con los consiguientes gastos de traslado. Ustedes pensarán: "qué cómodo, no esperará que le vayan a cobrar a la casa". Eso no es posible. Porque Argentores no viene a nosotros. Y digo esto porque no hay inspectores que verifiquen bordereaux, que controlen que se cumpla el real pago de nuestro 10 % y la protección de nuestros derechos de autor. Eso no sucede en el interior de las provincias. Aquí, los autores dependemos de la buena voluntad y la honestidad de los elencos que montan nuestras obras, de que ellos se encarguen de realizar los depósitos correspondientes. Luego, habrá que esperar que esos pequeños depósitos lleguen algún día a nuestra cuenta. Me ha ocurrido, muchas veces, que autoricé a determinados elencos a montar obras mías y nunca ví el resultado de esas funciones. Nosotros no podemos ejercer ese control. Pienso que es una de las razones por la que autores más o menos consagrados están decidiendo cobrar un anticipo o avaloir a los elencos que deciden montar sus obras. Pero esto va en desmedro del magro presupuesto con el que cuentan los elencos no profesionales del interior. Imaginen que un autor cobrase un anticipo de $ 400 (cien euros), los elencos tendrían que recaudar $ 4.000.- en el período de cuatro o seis meses, según el alcance de la autorización, para recuperar el 10 % que de antemano se llevó el autor, siempre y cuando lo haya pactado en condiciones de recupero para el elenco. Con el precio de las entradas y la cantidad de funciones y espectadores promedio que manejamos todos, los números no cierran. Si los autores cobran por anticipado, los elencos se verán imposibilitados a montar determinadas obras. Si los autores no cobran por anticipado, existe la posibilidad de que nunca cobren nada. Repito, no es un tema menor. Sería muy interesante conocer cómo funcionan los Entes de protección a los derechos de autor en otros países y cómo es la relación autor-elenco a la hora de pactar las autorizaciones. Un abrazo para todos.
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De Rogelio Borra García (Gálvez, Santa Fe, Argentina): ¿Qué harían ustedes si..?
Me permito plagiar el título que Carlos Ianni utilizó, para introducirlos en un asunto, justamente, de copia de títulos. También, voy a permitirme utilizar, con el mayor de los respetos, el título "Venecia", obra del Sr. Jorge Accame, a modo de ejemplo, en este tema sobre el que agradeceré la opinión de los compañeros foreutas. Bien, aquí va el intríngulis: Un tal Juan Pérez escribe "Venecia", la estrenan muchos elencos aquí y en el entranjero. Supongamos que yo no me enteré de su existencia, escribo una obra y quiero llamarla "Venecia, una Historia de Amor Desesperado". Voy a Argentores, registro el título sin problemas y me dispongo a estrenarla. El título en sí es largo e incómodo, así que la difundo como "Venecia", después de todo, lo que sigue es un sub título, separado por una coma más que elocuente. Mi "Venecia" también se estrena, es un éxito y estoy felíz con los resultados. Pero el Sr. Juan Pérez, autor de la original "Venecia", salta y protesta en Argentores porque ése es su título, y la repercusión que tiene mi obra y mi puesta, se presta a confusiones. Desde Argentores me llaman y me piden, me sugieren que utilice el título completo, para evitar trastornos con el Sr. Juan Pérez y dejar a todos contentos. Digo que sí, que estoy de acuerdo, pero el título "Venecia" es tan cortito, tan entrador y, total, la difusión siempre la hacen otros y yo como autor y director, no tengo por qué ser responsable de ese asunto. Así que mi obra sigue promocionándose como "Venecia" y hasta tiene una página web y todo. A partir de allí, Juan Pérez tiene que comerse el garrón de que otra obra se difunda con su título y que su propia obra sea confundida con la mía. Y viceversa.
Qué harían ustedes si fuesen Juan Pérez ? Hay algo que se pueda hacer ?
Perdón: No voy a seguir el procedimiento del amigo Ianni. No tengo razón para originar suspenso. En la historia que les conté yo soy Juan Pérez y la obra en cuestión se llama "Cotillón". El autor y director José María Muscari registró una obra con el título "Cotillón, una Historia Perversamente Familiar". Se está dando en estos días por Buenos Aires. Se promociona como "Cotillón". Reclamé reiteradas veces a Argentores. Sólo le pidieron al Sr. Muscari que utilizara el título completo en la difusión. Seguramente el Sr. Muscari desconocía la existencia de mi obra, porque lamentablemente el estreno de "Cotillón" no tuvo la repercusión de "Venecia". Pregunto: Qué pasaría si se me ocurriese estrenar realmente una obra con el título de fantasía que aquí utilicé. No creo que al Sr. Accame le causase mucha gracia. Le darían en Argentores más bolilla que a mí ?
De José Luis Arce (Córdoba, Argentina): Lo independiente
Sigo tratando el tema dentro del marco general que se desató como ‘rol del Estado’, dentro del cual 'lo independiente' es un aspecto con singularidades.
Augusto Fernández pronosticaba hace algunos años que una verdadera renovación del teatro vendría impulsada desde el Interior del país. Podría decirse que su vaticinio no se cumplió. Para eso debería haber habido un proceso de re-distribución de fuerzas, un nuevo equilibrio geopolítico y cultural que supusiera condiciones que nos acercaran a su intuición. No obstante, el vaticinio de Fernández me parece que estaba lanzado como una expectativa contra-hegemónica, para un artista que procura funcionar fuera de la égida de poder, fuera de los paraguas (de los discursos, los lenguajes, la política, la distribución, las influencias, los mercados) y aún así reivindica la sustancia que la mundanización de la cultura le ha hecho pagar como banalización. Aclaro que estar en Córdoba, si pongo lo personal, no es para mí estar en el Interior. Desde donde trato de poner las cosas, podría decir que el mentado Interior no existe, que es una categoría con la que se puede certificar el latrocinio geopolítico, pero en tanto ‘riqueza de lo posible’ no existe en realidad, es una categoría mental alienadora como cualquier otra. Esto es, estoy en Argentina no en el Interior. Somos nosotros mismos los que nos debemos negar a morfarnos las subalternidades. Sancionar internamente una no-pertenencia a una unidad de país, puede ser convalidar el cuadro económico que necesita que pensemos así. Además, si la Creación es universal (en el tiempo y el espacio) que más da hacerlo aquí, en Curuzu Cuatiá o en Aimogasta. Es falsear los equilibrios de ese dominio que se trata de contrarrestar. No ir a Bs. As. a ‘triunfar’ es romper con un lugar común que parece querer unanimizar un deseo que tendríamos todos. Entonces creo que es imperioso luchar con nuestras herramientas por un sentido de Totalidad, Unidad, y pertenencia diferentes. Por decirlo filosóficamente, un Universal distinto y en eso sí creo que podemos aportar una experiencia, no mejor a priori, pero distinta a la que dictan las deducciones en el Centro. Pero no es así en la Periferia. Según esto que digo y siento, uno elige un lugar para ‘estar’ y trabajar y en tanto teatrero, adscribiendo y acogiéndose a lo independiente como a lo típico (la legislación refrenda esta caracterización). Tipicidad que tiene una tradición. Aquí no obstante planteamos ajustar denominaciones, porque de esas precisiones pueden surgir beneficios, nada más que por un simple juego de lenguaje: a las cosas por su nombre. Es cierto que si lo representado coincide con la representación, el significado toma primacía sobre el significante, el fondo sobre la forma, el concepto sobre el nombre, pero para hablar de la contra-hegemonía digamos de un país real, debe haber parafraseando a Laclau un desplazamiento sísmico, un corrimiento de las fallas geoculturales, que haga factible la re-articulación, ya que esa maniobra favorece la entrada de lo alternativo. La producción de nombres (significantes) desafiantes en su posible capacidad contenedora, son como un vacío que invita a la plenitud (es en un vacío que entra lo que llena), es un vacío que se llena con un ‘tipo’ alimentado por fuerzas particulares que representan a la universalidad. Pero es un desafío cultural groso. En esto puede haber posturas ideológicas diferentes, pero también asumamos que es un terreno donde se gana o se pierde. La pelea es cómo el Vacío de la noción universal es ocupada por una u otra versión particular que pujan en esas batallas cotidianas. Nuestros enojos devienen de que el “esquematismo trascendental” como le llama Kant a ese proceso, esté dominado por visiones que obstruyan soluciones para todos. Cada sector intentará llenar ese vacío del recipiente universal con su idea de “lo típico”. Ahora, es el rango de lo político alimentando esa tipicidad lo que defiendo acá. Esto nos pondría también en una sintonía responsable con una contra-hegemonía global. “Otro mundo es posible” se dijo en el Foro Social Mundial de Porto Alegre y tratamos de montar nuestro taller de ideas (no importa cuantas se desechen por día, importa las que florecen). Aquel ‘estar’ que tanto ocupó a Rodolfo Kusch, empieza como posición geocultural contrahegemónica que no tiene nada que ver con desechar o posponer o desairar gestos compañeriles porque estén planteando visiones críticas al funcionamiento de nuestras propias entidades representativas, cuando sus gestiones o sus ‘lobbys’ no incluyen nuestras realidades ni visiones. El lenguaje de las ‘buenas ondas’ es necesario pero no por eso le hace justicia a situaciones como esta, que requieren consagración, coherencia, rigor, estudio y contracción a las acciones elegidas. Comparto la posibilidad de hacer un Foro presencial del Celcit para documentar nuestras propuestas de hombres pensantes que merecen consideración social. Si esa es una fórmula participativa, concretémosla. Algunos gobiernos metropolitanos (Ciudad Autónoma, Rosario, Córdoba, desconozco si hay otras) están aplicando una idea que surgió en el Foro Mundial cual es la del Presupuesto Participativo. Es un experimento interesante que debe ser moldeado para evitar los vetos del Ejecutivo. El teatro tiene con la Ley Nacional un camino servido en este terreno, si se coordina con Leyes de Teatro provinciales se puede armar una formidable Red de dineros provinciales, municipales y nacionales y con una base consultivo-representativa genuina (más allá de las desavenencias intestinas puntuales).
Una hegemonía cultural se crea incorporando elementos de la propia gente a la que nuclea y domina. ¿O acaso tantos ‘sentimientos populares’ no han sido manipulados para legitimar luego los mismos estadios que crean esa dominación? Como no hay que subestimar la materia gris que echa a funcionar el sistema que se critica, se puede ver cómo usa la técnica marcial de golpear con la misma energía del golpeador. Para eso entiende que hace falta una distorsión de la fuerza de partida, un bucle, un feed-back cibernético, una retroalimentación. Este bucle recursivo o torsión implica que una idea dominante no necesita ser la del que domina. Qué le importa a Wrangler que los jóvenes maldigan al capitalismo mientras llevan sus jeans puestos. Para el caso ser un ‘malo del under’ programado luego en el circuito comercial, sirve para bendecir con una prestigiosa pseudo-transgresión al propio sistema que explota sus condiciones con una engañosa ‘promesse du bonheur’ (promesa de la felicidad) para todos. Con esto el propio sistema se depura y sofistica en su funcionamiento y manera de dominar y mientras los intelectuales y artistas no tomamos el desafío urgente de pensar acorde a esto, ese sistema será demoníaco o injusto, pero nos superará siempre en inteligencia. Ya Marx en los Grundisse (“Elementos para una crítica de la Economía Política”, los borradores de El Capital), lo proponía como ‘general intellect’, principio visionario éste que hoy en día es atendido hasta por el empresariado liberal-progresista más joven, atento a la eclosión de una Economía Inmaterial basada sustancialmente ya no en actividades manuales, como mentales. Los artistas e intelectuales están llamados a un gran desafío, porque bajo estas formas la intelectualización del Capital condena a la pobreza a sectores amplios de la población. Pero los deslizamientos sísmicos en el falso equilibrio que guardan nuestras fórmulas de pensamiento como trataba de decir arriba, nos obliga a no quedarnos con el “sólo conocer de las cosas lo que nosotros mismos ponemos en ellas”. Hace falta esa nueva audacia. Por eso digo que el eclecticismo que lleva a dejar inocular el arte con los designios culturales que lo niegan (en la cultura industrial, en los medios monopólicos, en el teatro comercial, etc) es contraindicado para cualquier sueño de autonomía y emancipación, si es que aún se puede hablar así entre nosotros. Dos palabras sobre el concepto de ‘trabajo’ aplicado a nosotros. El TI es una forma de trabajo voluntaria, no socializada, que no excluye el trabajo profesional, éste sí socializado, que el primero eventualmente con astucia usa para potenciarse. El TI responde a una libre elección, el profesional es un empleo. Con Luis Rivera López acordábamos ver si lo independiente aún califica acabadamente a nuestro teatro y yo agrego que si sugiere alguna limitación para la cohesión social, estamos en un aspecto negativo de esta nomenclatura que supuestamente nos define. Pero creo que si se trata de manejar lo independiente como autonomía e individualidad (no individualismo) opuestas a ‘masificación’ alienante, creo que se positivan los términos. Lo independiente no tiene razón de ser en tanto no hay fuerzas que atacan y pretenden dominar su autonomía. Acá lo independiente simboliza una avanzada respecto a un concepto de ‘trabajo’ distinto al de una factoría capitalista o a un mercado de consumo. La apertura que el sistema comercial le hace a actores de prestigio, los lleva a un solo punto: la neutralización de todo discurso activo, opositor y subversivo que contradiga en ilusión, ese fantasma que para un actor se sintetiza en: “para mí es trabajo”. En este caso, la torsión aludida, el rulo es para dominar con dicho trabajo, con la paga. Es el reino de Sofovich. El reino de los tiburones blancos que hacen del arte una pulsión de poligrillos muertos de hambre que se arreglan con dos mangos (bueno, a veces hasta tres). Entonces, acá, en tanto ‘general intellect’ (sic), lo independiente es un germen que marca inalienablemente la importancia de una sociedad del saber, una sociedad donde los procesos imaginarios se concretan como producción poiética (esto dicho a la griega donde creación=producción) y donde estamos llamados a cumplir una noble tarea.
4/2/007: De Clodet (Mar del Plata, Argentina) para Alberto Drago y foro: Una sede para el Celcit
Creo que con el asunto de los cuatro pesos se está corriendo el riesgo de sacar el foco de donde debe estar. Carlos Ianni fue muy claro rechazando esta propuesta, creo que esto es coherente con la propuesta del foro y la propuesta del CELCIT. Creo que fue muy distinto el caso de la campaña de ayuda a la Veleta, una sala destruida por el fuego. En este caso, hay un agujero en el famoso "rol del estado" que pone en riesgo las activida-des del CELCIT pero fundamentalmente de la sala no sólo por cuestiones económicas sino por cuestiones legales, que insisto, deberían generar un debate sobre el asunto.
Creo que el pedido es claro: se trata de energía pero no energía constante y sonante, sino de movilizarnos, ponernos en red, como estamos haciendo, para pedir se considere este caso y el CELCIT tenga su sede, facilitada por los méritos acumulados en estos años, allanando el vacío legal, poniendo en valor el trabajo cultural de todos estos años.
Creo que si llenamos el foro viendo como juntamos plata, corremos el riesgo de desvirtuar el propósito del foro y de la movilización por la sede del CELCIT. Sepamos ver, sepamos escuchar y hagamos lo que es útil en este momento.
A mi entender queda pendiente el debate acerca de otros posibles casos, desconozco la situación de otros espacios independientes pero no creo que todos sean propietarios del local donde funcionan, lo cual implica que el mismo riesgo está latente para ellos y además, aquellos que aspiren a tener una sala, hoy, están atados de pies y manos. En un tiempo, no van a alcanzarnos $4, ni 10 ni 30. Pero si alzamos la voz y estamos en red, sentamos precedente y no nos quedamos impávidos viendo cerrarse un espacio, ni este ni ningún otro.
Movilizarse debería, además de hacerse por el CELCIT mismo, generar un caso testigo que ponga el foco en el bache jurídico y en el rol del estado. Un abrazo para todos.
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De Humberto Lio (Avellaneda, Buenos Aires, Argentina): Una sede para el CELCIT
Amigos: les pido que agreguen mi nombre en la lista de los que queremos una sede par el CELCIT. Coincido con Leandro Andrini, y estoy en total desacuerdo con Mirta Demestri. La educación y la formación cultural de un pueblo es una responsabilidad del Estado y por lo tanto es de él la obligación de sostenerla, para que todos tengan acceso a ella. Esa idea que si nosotros a través de un aporte nos mantenemos autónomos tiene un cierto grado de verdad, pero sólo un cierto grado. Es la fantasía individualista de que si yo ne arreglo solo no le debo nada a nadie. La autonomía y/o independencia del estado no reside en no aceptar subsidios o apoyaturas, sino en realizar acuerdos justos, por los cuales nadie tiene derecho a obtener beneficios por las prebendas que recibe, porque además, no son prebendas. Mucho más se puede agregar a este tema. Un abrazo.
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De Patricia Terzano (Resistencia, Chaco): Una sede para el CELCIT
Hola... ¿Se imaginan ustedes que si el CELCIT se encuentra en semejante aprieto, las cosas que pueden llegar a pasar y que pasan aquí en el Chaco?... El Chaco, mi querido Chaco... no recuerdo bien si estamos en 1º o 2º lugar de las provincias pobres, ¡ja! antes era Formosa... pero le "¡ganamos!". En fin... solo una pequeña introducción para darme a conocer...
100% de acuerdo con Alberto Drago (amigazo chipa!) creo que se podría implementar una caja de ahorro y/o cta. cte. en un Banco que tenga sede en todo el territorio nacional, (si es que no la tienen ya) y porque no internacional para que los amigos europeos y del resto del planeta también puedan hacer su aporte...¡en euros/dólares! eh?!... Ahora... mi estimado Albertito... mis cigarrillos cuestan $3... ojito!!; bueh... soy una convencida que podemos ponerle una pizca de humor a toooooodas las cosas de la vida. Además... si no ocurrieran estas cosas no tendríamos que contar en los próximos años; en 5 años podemos: hacer talleres, conferencias, seminarios, dramaturgia, poesía, esculturas, pinturas, hasta fotos artísticas! : "Cierre de la sede del CELCIT"... (je je). Mis queridos amigos artistas... dejemos de hacer elucubrados y maravillosos análisis históricos y contemporáneos de los que nos pasa y de lo que nos "hacen". Desistamos total y absolutamente de esperar gestión política estatal cultural (o sea que los políticos nos tiren un "gueso").
No les parece extraño que por un lado los funcionarios de turno canten loas a la Cultura Nacional, Regional, Provincial, etc. y por otro lado, no se atienda este tipo de emergencias???. Que se yo... con mi medio siglo a cuestas, he visto demasiado para esperar que "ellos" se ocupen de nosotros. ¡¡VAMOS A JUNTAR LA GUITA NOSOTROS!! y según dice un amigo y compañero del arte y de la vida... ¡¡ que san "p..ta" (¡pip!) los lleve a todos!! (refran popular, origen y autor desconocido, con cierto contenido obsceno -¿obsceno?- permitida su reproducción total o parcial). Un fraternal abrazo chaqueño para los Argentinos y para los de "ajuera"... ¡También, canejo!. VIVA LA AUTOGESTION!!
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De Ezio Rinaldis (Buenos Aires, Argentina): Una sede para el CELCIT
Concuerdo con Mirta Demestri y Leandro Andrini. Asimismo la propuesta de Alberto Drago me parece extremadamente buena. ¿Podremos ponernos de acuerdo y llevarla adelante con cierto grado de organización? Pero, las palabras de Mirta y Leandro me hacen reflexionar sobre el verdadero papel de las instituciones estatales. ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Qué sentido de existir tienen? ¿Si en estos momentos de zozobra (y no de cualquier institución sino de una que tiene permanencia probada desde hace una treintena de años), no aportan su grado de compromiso para salvarla ó SOLUCIONAR su problema? ¿qué papel cumplen? ¿Continuaremos siendo objetos de estadísticas para llenar papelería estatal ó de una buena vez por todas quienes están probadamente comprometidos con la tarea serán atendidos y encontrarán una significativa contención? El ejemplo de Mirta sobre la obtención del subsidio para sueldos es clara evidencia de que la cultura llena la boca de muchos, pero importa poco. Mirta, ¿tal vez ya se ha "dedalizado" a alguien "con título" para ocupar el lugar del idóneo? Leandro, seguimos adelante con nuestra vocación, haciendo de la única forma que sabemos... ¡luchando contra la adversidad! Recolectando fondos de infinidad de formas, para darnos el gusto de estrenar, para continuar haciendo cultura. Siempre a pulmón. ¿No? Y esta forma de hacer sigue siendo mal interpretada (rectifico: es una forma cómoda de dejar hacer para llenar estadísticas), y continuamos mal educando al estado que de esa forma omite realizar su función. Es como vos decís: los $4.- mensuales no alterarán el presupuesto de cada uno, pero continuaremos promoviendo, concordante a las políticas culturales oficiales y gubernamentales, el desfinanciamiento de la cultura, el olvido de las agendas de temas como el teatro, sacarlos del mapa de lo programático en política. ¿Qué más quieren que no los molesten? Sí, Leandro..., eso es lo que quieren. Y si no es así que nos demuestren que existen y tienen una importante función que cumplir, desarrollándola como corresponde a un estado contenedor que no sólo se jacta en estadísticas de los logros de sus ciudadanos sino que los contempla amplia y verdaderamente en sus presupuestos.-
Los intelectuales del mundo y LA NACION 31/1/2006
"CUANDO LOS ARGENTINOS PIENSAN UNA COSA, YA CREEN QUE ESTÁ HECHA
Lo afirma el catalán Toni Puig Picart, que pone su lupa sobre Buenos Aires
"El problema de los argentinos es que cuando piensan una cosa, ya creen que está hecha y resuelta", dice el catalán Toni Puig Picart, asesor en comunicación del Ayuntamiento de Barcelona e impulsor del concepto de "marca ciudad", que puso a la tierra de Miró y de Gaudí en la primera división de las ciudades europeas.
Especialista en gestión cultural y en marketing público, Puig Picart es autor, entre otros libros, de Se acabó la diversión y La comunicación municipal, cómplice de los ciudadanos (Paidós, 2003). Ahora pone la lupa sobre Buenos Aires para descubrir sus fortalezas y debilidades.
"Esta ciudad debe dar un gran salto cualitativo y plantearse qué quiere ser en el futuro, porque no se trata solamente de arreglar las cosas para que sigan funcionando, sino de dar soluciones a la cantidad de problemas irresueltos que, evidentemente, existen", dice quien después de estudiar teología, filosofía y arte, y de crear, en 1974, la innovadora y desenfadada revista Ajoblanco, decidió, a principios de los 80, dar un sorpresivo salto a la gestión pública, a la que llegó para quedarse.
"Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat de Cataluña, me convocó y me dijo: «Lo que has dicho en la revista, hazlo, y cuando tengas problemas con algún funcionario le respondes: el intendente está de acuerdo». Comprendí que para lograr cosas tenía que salir del círculo intelectual, trabajar con jóvenes y con los agentes sociales y culturales de la ciudad, y con semejante respaldo a mi favor, la experiencia funcionó de maravillas", se entusiasma el creativo español.
Desde ese lugar, Puig Picart fue protagonista del derrotero que siguió Barcelona: de una ciudad postergada a primer destino de España. Su experiencia es interesante en tiempos en que la Argentina está viviendo un momento extraordinario en cuanto a recepción de turistas extranjeros.
-¿Qué atrae a los europeos a un lugar tan lejano como Buenos Aires?
-Venimos aquí fascinados porque sabemos que más abajo no hay nada. Este es el último confín de la Tierra. También por la amabilidad increíble, que ya no se encuentra en ninguna otra gran ciudad del mundo, y por la creatividad, la inteligencia, la innovación. Los bares, los restaurantes, la cultura: el mejor teatro de mi vida lo he visto en Buenos Aires, desde lo más underground hasta lo más culto. La oferta es impresionante. Aquí he visto exposiciones que no se ven en ninguna otra parte, y si das una conferencia, se llena. En moda, en diseño, en creatividad, hay gente que se atreve. No tienes que ir a Milán para comprar moda... ¡tienes que ir a Palermo Viejo! ¿Cuántas ciudades pueden ofrecerte todo esto? Yo creo que lo más importante de una ciudad es que el visitante se sienta acogido y esto en muy pocas grandes ciudades del mundo del tamaño de Buenos Aires lo encuentras. Hoy la gente quiere ciudades amables, cómodas, para enamorarse, para sentir emociones. Este tiene que ser el proyecto de Buenos Aires, porque es lo que ustedes saben hacer.
-¿Cree que lo estamos logrando?
-Buenos Aires todavía tiene que decidir qué quiere ser dentro de 20 años. Debe diseñar su futuro. ¿Quiere ser la Nueva York de América del Sur? Así como el norte latino está en Nueva York, el peso del sur económico y cultural, ¿quieren que esté en Buenos Aires? Ahora está en San Pablo, me parece, pero esa ciudad tiene un problema tremendo: la criminalidad, la delincuencia.
-¿Cómo lo lograron ustedes?
-Barcelona era una ciudad de segunda o tercera división en Europa. No éramos París ni Londres, ni ninguna de las grandes capitales europeas. Más bien fuimos una ciudad dejada de la mano de Dios durante muchos años, postergada por el franquismo. Pero en un momento dado nos propusimos revertir la situación, y lo conseguimos. Para eso hace falta una decisión política, por supuesto, pero una decisión de ese tipo no la puede tomar sólo un intendente. El gran ejemplo de Barcelona es que nosotros tomamos las decisiones políticas con el consenso de la ciudadanía, de las asociaciones civiles y de los empresarios, que no querían ser más ricos, sino que la ciudad funcionara mejor, porque si la ciudad funcionaba mejor sus negocios funcionarían mejor. En Barcelona tenemos ahora 12 millones de pernoctaciones al año. No somos capital, no tenemos nada, pero somos la ciudad de Europa adonde los europeos quieren vivir. La gente nos visita y lo que hemos hecho es simple: aeropuerto cerca de la ciudad, vuelos baratos, una urbe acogedora y cómoda, con buenos servicios. No se trata de una cuestión de turismo solamente. Allí hay rediseño de la ciudad, hay propuestas. Yo veo que Buenos Aires tiene condiciones similares, porque aquí hay un talento emergente increíble.
-En algún momento usted dijo que Buenos Aires había perdido el rumbo
-Yo creo que no. Incluso ustedes, con el corralito, ganaron en humildad. Antes yo los veía muy desconectados, como que estaban aquí por casualidad, siempre soñando con irse, con viajar. A partir del corralito y de la feroz crisis que vivieron se han sentado en Buenos Aires y han comprendido, finalmente, que ésta es su casa y que quieren que funcione mejor. Y se han enamorado, incluso, de su país, de la Argentina, y esto es muy importante, porque le da un plus a esa inteligencia que siempre han tenido. Pero tienen que reforzarla con voluntad de hacer las cosas. Porque el problema de los argentinos es que cuando piensan una cosa creen que ya está hecha, resuelta. No es difícil: hay que empezar. No es un milagro: es la voluntad de los ciudadanos y los políticos de tener una ciudad agradable para vivir. Tienen que pensar qué quieren ser y trabajar para lograrlo.
-Usted es un visitante asiduo de Buenos Aires. ¿Cómo la encuentra?
-No se puede tener una ciudad que funcione más o menos, y ésa es la impresión que tengo de Buenos Aires. Yo creo que se necesitan un intendente y un equipo de gobierno que tengan visión para definir cuál debe ser la Buenos Aires de dentro de veinte años y para encarar desde ya problemas que nunca se han resuelto. Lo digo con cariño, porque he estado muchas veces aquí. Algunos explotaron, como Cromagnon, que sacó a relucir el tema de la seguridad de los edificios, pero hay muchos más: cartoneros, delincuencia, transporte. No soy de aquí, pero me doy cuenta de la cantidad de problemas irresueltos que hay en esta ciudad. Porque se trata no solamente de arreglar la s cosas para que sigan funcionando, de cubrir baches, sino de dar soluciones.
-Los porteños han perdido el orgullo de su ciudad: piensan que está sucia, deteriorada, con un tránsito caótico, con gran polución visual...
-Todo puede revertirse. Entiendo que Buenos Aires es complicada, porque la ciudad es muy grande y tiene muchos puntos conflictivos, pero en pocos años esta ciudad puede ser una maravilla.
-La tendencia al éxodo hacia los countries y barrios cerrados, ¿no juega en contra?
-Ese es un problema. Por eso, primero tienen que atajar la violencia. La delincuencia es barbarie, no es democracia, y el político que no ataja la violencia no está cumpliendo con el mandato democrático de protección a los ciudadanos que lo eligieron. En Barcelona la gente que se había ido de la ciudad está regresando. Se habían ido a los countries, pero eso es una tristeza, un aburrimiento, es optar por ser eremitas, monjes de clausura. La vida está en las ciudades. Pero, claro: las ciudades tienen que ser seguras. Es cierto que en el mundo de hoy en todas partes los ciudadanos se sienten inseguros. En Barcelona también. Primero, por el trabajo efímero. En todas partes el trabajo para toda la vida se terminó y la gente educada en la cultura del trabajo, que siempre creyó que el trabajo nos hace ciudadanos y nos da identidad, ahora duda, teme, no sabe qué pasará el mes que viene y eso va formando la sociedad del estrés, de las pastillas. La gente se siente mal, piensa que no hay futuro y esto, naturalmente, genera ansiedad.
-¿Qué fue lo que determinó en Barcelona el regreso de la gente a la ciudad?
-En las ciudades, como en todo, funciona la ley de la oferta y la demanda. La gente se va cuando no le ofrecemos nada mejor. Por eso hay que atraerla con buenos servicios: limpieza, barrios remodelados, iluminación, trenes subterráneos y autobuses que cumplan sus horarios, seguridad personal y una ciudad con una buena oferta cultural. Cosas tan simples como ésas. En Nueva York, en los 80, se marchó todo el mundo. La ciudad estaba en una crisis tremenda, el ayuntamiento en quiebra... Los homeless estaban en todas partes. Pero la tendencia se revirtió y ahora todos sabemos que la gente rica de Nueva York vive en el centro de la ciudad, frente al Central Park. La ciudad funciona. Nueva York no es los countries de Nueva York. La gente volvió. A todas las ciudades que funcionan, la gente regresa. Un caso es Girona, una ciudad muy pequeña, de 80.000 habitantes, con un casco antiguo genial, gótico, abandonado, donde no vivía nadie. Tuvo un intendente que dijo: voy a hacer de Girona la Florencia de Cataluña. Y lo logró. Ahí está el casco gótico restaurado por los judíos americanos, la universidad, la inteligencia, y la gente ha vuelto a vivir en las casas que habían abandonado sus abuelos y sus padres. En Madrid, la gente que se había ido está regresando. El concepto clave que debe utilizar un gobierno municipal es cuidar a los ciudadanos, cuidar la ciudad. Cuando la gente siente que no la cuidan, se va.
Por Carmen María Ramos
Para LA NACION
5/2/007: De Martín Ortiz (Buenos Aires, Argentina): Una sede para el CELCIT
Si el problema fuera puntual de la Sede del Celcit, quiza tendría sentido una movilización de pequeños fondos de cada foreuta u otros interesados para intentar resolver una cuestión puntual... Pero el caso del Celcit toma relevancia por la relevancia del Celcit mismo, por el lugar que ocupa y de esta manera, se transforma en un caso testigo, en la punta de un iceberg; es la punta del iceberg la que se inclina y, entonces, el problema se hace visible... Antes de que esto pase muchas otras salas han tenido el mismo problema quiza no por la venta del espacio, sino porque los alquileres se triplicaron y tuvieron que cerrar o mudar la sala a un lugar más periférico, o, en el caso de algunos grupos, pasar de tener una sala a tener un espacio donde desarrollar sus proyectos para luego salir a buscar sala donde presentarlos... ¿qué habría que hacer para que resolver el problema actual del Celcit signifique un presedente para resolver los problemas futuros de otras salas o grupos del pais?
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De Alberto Drago (Buenos Aires, Argentina): Una sede para el CELCIT
Apreciado Carlos Ianni. E leído algunas opiniones respecto a mi propuesta, o mejor dicho idea, para que el CELCIT siga funcionando ante la inequivoca situación de pérdida de la sede de Bolivar. Quiero comentar que, en primer lugar no leí tu rechazo o negativa a lo por mi propuesto. (Descuidos de vacaciones). Acepto tu posición pues si bien CELCIT es de "todos", claramente existe porque vos y tus compañeros lo han hecho. Jamás trataría de obligar a alguien a que haga lo que no quiere hacer, por las razones que tenga. La propuesta mía es una propuesta política. Soy un hombre político. Detesto esos que dicen "No, yo no hago política. Yo soy actor, ( o músico, o deportista, o ...) no soy político. ¡Mienten! Practican la más infame política, la del individualismo, para aprovechar en forma personal lo que mas les convenga". ¡Y el mundo sigue andando! O sea, lo que se conoce claramente como un sorete político. Mi querida foreuta de Mar del Plata, ¿vos creés que las personas que abrieron comedores comunitarios, son ingenuos, o equivocados? Cumplen el rol que debería cumplir el estado en un país (ideal) con premisas claras a lograr: "El Derecho al trabajo", "El Derecho a la salud", "El Derecho a la vivienda", "El Derecho a la educación", "El Derecho a la vida". "El derecho a la libertad". Y cuantos Derechos podamos pensar en bien del ser humano. Podemos ordenar estos Derechos de la foma que satifaga nuestros deseos. Pero tienen que estar TODOS. No creo que los comedores populares o comunitarios, sean un error. Que morfen un pedazo de pibes, mujeres y hombres, gracias a personas que se organizaron y salen a pedir, a buscar, todos los días lo necesario para "el otro",a la vez que reclaman y reclaman. Mientras tanto no miran como los pibes se mueren de hambre. Porque en nuestras provincias, hay pibes que se mueren de hambre. La piba maestra, que en el tren blanco, iba enseñando a leer a chiquitos cartoneros, no es una boluda alegre. Es una mina que pone lo suyo al servicio de lo que ama. La solidaridad tiene muchas caras y actitudes. La tecnocracia también. Y no es solo de funcionarios. Ahora podría venir la parte que Drago, retira su propuesta. Pero, no. Respeto lo tuyo como posición Carlos Ianni. Pero, sigo creyendo que mi idea puede ser positiva. Más allá, que la Muni de Baires, como esto ya tiene una buena promoción, te de un espacio, y salgan las fotos sonrientes con el gorila afeitado de turno. O no. No creo que vos lo aceptes) Creo en lo que están haciendo. Pero, entiendo que deben tener, que tienen objetivos claros para ustedes. Vos generaste toda una polémica con el tema de tu idea y una autora que escribía para vos. Ahora aparece otra por el título de una obra. Sí, hay intenciones de respetar a quien titula y estrena una obra primero. Hay aprovechados en todas las instancias. Si un autor argentino, no sabía que había una obra que se llama "Venecia", (sé, era una suposición, la obra en cuestión se llama "Cotillón") o estaba internado incosciente por años, o recien llegó de alguna isla solitaria. Por otra parte los títulos genéricos no son exclusivos. (Sillas, puertas, Cordoba, Elisa, cotilló, serpentina, Venecia, etc) pero hay una ética entre colegas de respeto por la creación del otro por el laburo del otro. Ianni, respeto tu desición de no aceptar que los que recibimos correo CELCIT, nos desprendamos de cuatro rupias, para arreglar la situación. No acepto arengas partidarias que solo buscan capturar la atención a la caza de posibles adherentes votantes el día de mañana. Sigamos adhiriendo. Sigamos teatrando, sigamos amando. ¿Carlos, no querés que tomemos un feca en La Paz, o en cualquier boliche? Un abrazo. Alberto DRAGO (hapteatro@hotmail.com)
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De Alberto Drago (Buenos Aires, Argentina): Una sede para el CELCIT
Gracias Carlos, por enviarme el mensaje que no había leido. Hay algo si que no traté. En ningúm momento hablé de dejar de reclamar lo que el estado debe hacer por la cultura. No olvido tampoco lo que tenemos y otros países que nos rodean, adolecen, Instituto Nacional del Teatro, Fondo Nacional de las Artes, Asociación Argentina de Actores, Argentores, Proteatro, y algo nuevo que no recuerdo el nombre, que funciona en planta baja de Casa de la Cultura, en Baires. Sí, se trata, de actuar ahora, rapidamente, en esta ocasión para el CELCIT. Cada cual, entiende lo que quiere entender y no creo en la ingenuidad de nadie que organice solicitadas o marchas en pro de .... También A.A.Actores, o Argentores, podrían hacerse cargo de habilitarles un espacio. Claro, esto daría lugar a otro tipo de debate, ¿porqué al CELCIT y a tal por cuál, no? Pero, reitero. Me interesa la solución, ahora. Ya. Ruego como habitualmente lo hacés, publiques lo que te envié anteriormente, que hizo me mandes lo que habías contestado, a mi propuesta. No me retracto, ni me parece dar lugar a otras cosas. Reitero, nunca hablé de no seguir reclamando lo que hay que reclamar, que no es lo que ocurre hoy a CELCIT. Muy bien decís, ya existió, antes de ahora, y que los dueños de la propiedad, siempre han tenido buena disposición, y no se debe perjudicarlos. En fin, de verdad, me gustaría tomar un café contigo, en San Telmo, San Nicolas, Flores, o Recoleta. Un abrazo.
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De Diego Ledezma (Tucumán, Argentina): Una sede para el CELCIT
Coincido totalmente con Clodet. Terminaremos creando una red solidaria si salimos a asistir con donativos a cada sala que se encuentre en problemas económicos. Aquí la discusión no debería estar en la salvación de una sala en particular, sino de la creación de un cuerpo legal o administrativo que vele por la subsistencia, mejoramiento y difusión de los espacios teatrales (bah, artísticos en general) alternativos, que ante una situación como ésta esté preparado para brindar soluciones. Saludos a todos!

Carlos Ianni mete la cuchara: Pues, te cuento, Diego, esas leyes ya existen. A nivel nacional es la 24.800, la Ley Nacional del Teatro. Y en la Ciudad de Buenos Aires, es la 156, Régimen de Concertación para la Actividad Teatral No Oficial. Saludos.
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De Patricia Terzano (Resistencia, Chaco, Argentina): Una sede para el CELCIT
Amigos: Mirta Demestri, Leandro Andrini, Clodet, Ezio Rinaldi y Carlos Ianni... ¡claro que tienen razón! mucha razón, toda la razón; y Alberto Drago también la tiene y seguramente que miles de opiniones coinciden con los que antes nombré y con los que antes de antes seguramente habrán opinado y no leí sus correos... Solo quisiera que recordemos juntos algunas cosas que seguramente en el torbellino de urgencias se nos van resbalando por el camino.
El "rol del estado".... ¿estado...estado? Ah!... si había una materia que me gustaba en el secundario! Instrucción Cívica... y nunca me pude olvidar de un concepto: el "ESTADO" somos todos los habitantes de la nación, por ende seriamos nosotros/estado los que no cumpliriamos nuestro rol y que además de acuerdo a Ezio estamos mal educados, coincido con Mirta y con Ezio; años de mirar para otro lado evadiendo impuestos por ejemplo; eso es no cumplir con nuestro "rol de estado y estar mal educados"... no lo digo por ustedes... lo digo por todos nosotros. Si tenemos con qué, tiremos la primera piedra... Si ya sé, todos los sinvergüenzas políticos, empresarios y militares que tuvieron el poder, se robaron todo, nunca pagaron nada y nos hicieron añicos; así que nosotros no somos responsables. Y tal vez no lo seamos... y tal vez sí... personalmente no me gusta hacer responsables a otros por las cosas que me salen mal... ahora, aquí y a mí... aunque me duela y después no sepa como reparar la equivocación. Siempre hay una forma. Volviendo a mi profe de Instrucción Cívica, ¡le gustaba armar debate en clase!... para que pensemos... Las Instituciones del Estado (nuestras/nosotros) están complicadas por no decir al rojo vivo u otros apelativos posibles... Los que trabajan en ellas (no funcionarios)... están sistematizados, burocratizados y desinteresados o sea hartos; sus funcionarios en general no tienen poder de decisión, ni de nada y responden a un superior que responde a un superior, etc, podríamos seguir... Los legisladores están preocupados y ocupados por ver de que forma van a conseguir mas votos, mas poder y más plata; y si son oficialistas... están estudiando como quedar mejor aún con su máximo Jefe. ¿Saben que políticos en función pública, trabajan de sol a sol, tratando de ganarle la guerra al hambre, la miseria, la desocupación, la drogadicción, a la sequía o las inundaciones, inclusive a la desculturización... y ya no sé a cuantas cosas más?? ¿no lo saben? los Intendentes de los pueblos del interior... (no soy parienta ni siquiera lejana de ninguno) pero los he visto trabajar, nunca falta algún intendente avivado... ese sale en los diarios y todoooooos hablan... los otros no venden marketing de noticiero, así que.... solo trabajan en silencio. Disculpen... descubrí otro mundo, otro universo, otro país, acá en el Chaco y en otras provincias del Noreste y Noroeste que es: NUESTRO... del Estado...¿y?. Saben quienes trabajan poniendo siempre de su esfuerzo, coraje, voluntad, privatizando sus vidas para salir a flote, metiendo la mano en el bolsillo por el que haga falta; que jamás remataría su tierra, aunque sea alquilada... al mejor postor; que no rezonga por el calor o el frío para salir a laburar, que mira con orgullo para adelante con la esperanza en la frente; que tiene sueños, deseos y que cree y confía que podrá cumplirlos aunque le lleve la vida... y ya no se que cosas más... ¿no lo saben?... NOSOTROS/ESTADO!!.
Nosotros que cortamos rutas, puentes, que juntamos firmas, que defendemos nuestros hospitales sin remedios y nuestras escuelas sin tizas; que hacemos arte y sumamos cultura nuestra para que tengamos/recuperemos IDENTIDAD...
Nosotros que contamos las monedas para llegar a fin de mes, que votamos mal o votamos bien (nunca lo sabremos); que a toda costa y pese a quien le pese queremos y vamos a salir del pozo... por eso, porque somos nosotros/estado maravilloso que con todas nuestra riquezas y nuestras miserias nunca dejamos de intentar encontrarnos en algún lugar para ser NOSOTROS.
Entonces si los gobiernos de turno han decidido o no han decidido nada... ya no podemos seguir esperándolos... porque entonces sí vamos a perderlo todo... nosotros/estado debemos resolver la urgencia; y para remediar lo importante... sigamos marchando, firmando, cortando, caceroleando, para reclamar en paz a nuestros gobernantes (o sea nosotros/estado... porque los elegimos y son nuestros "empleados") que Legislen, Ejecuten y Legalicen lo que sea que tengan qué. Personalmente entiendo que para sostener un proyecto tan "grosso" como el CELCIT sea lo que sea que se haga para sustentarlo deberemos asumir un compromiso importante para que no se caiga a mitad de camino, por ejemplo, si de juntar dinero se trata... nos cuesta meter la mano en el bolsillo o por que no tenemos o porque... no lo sé. Tal vez esa sea la solución a muchos de nuestros dolores de cabeza nacionales; la capacidad que podamos o no tener para: Asumir Compromisos. Todos tenemos razón... y ya no se trata de quién la tiene o quién no; o quién la tiene más o quién menos... solo se trata de vivir... de honrar la vida. Un beso grande y desde mi corazón para mis queridos "estados" !!.
(lastalasteatro@yahoo.com.ar)
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De Lina De Simone (Buenos Aires, Argentina): Una sede para el CELCIT
Una historia: volví después de muchos años de estar fuera del país, hace apenas un año y resto... situaciones graves familiares, mi suegra" geriátrica"... todo, todo, lo que podemos imaginar en teatro, eso, paso en la realidad... o a la inversa...¿no? Después de dar vueltas durante un año y medio, llegando por señales que otros me iban dejando, como en el cuento... ¿recuerdan?, llegué a la Ley 24.901. Una vieja ley de discapacidad, que asegura a la persona en esas condiciones la cobertura 100% de lo que necesite, cobertura médica, geriátrica, remedios, pañales, pasajes, hasta le exoneran los impuestos ABL y algunas otras cosas, miré a mi marido y expresé..." dios aparece cuando lo buscamos correctamente"... y revisé lo que hice... no me enojé con la vida, no despotriqué contra el gobierno de turno, no pelee inútilmente con mi marido... sólo me dije a mi misma, debe haber una forma correcta de hacer las cosas, sin necesidad de soltar mis emociones y salpicar de dolor todo lo que a mi lado aparezca... de lo contrario, estaría siempre repitiendo la misma historia... quiero otra ley que no sea la del "ojo por ojo", nos vamos a quedar todos ciegos...
Y esa ley la que hizo calmarme, esperar activamente, me llevo a esa otra ley escrita que no es que se la este promocionando en radio o TV, no, hay que buscarla, estaba, la encontré y la usé... y hoy me dan todo lo que esa ley ampara... y vuelve la tranquilidad a mi hogar, no es que tenga mas que ayer, estoy mas tranquila para seguir resolviendo lo que me trae la vida... Mi suegra centenaria casi, está en un lugar cuidada, tiene todo lo que necesita y yo con responsabilidad hago que se cumpla, a veces no llega el cheque, me atemorizo, no llega la cobertura para cubrir el kinesiólogo, me vuelvo a atemorizar, pero volteo mi cara, y veo esa ley, la 24.901, y siento que dios me habla a través de ella, y me la recuerda, es un poco de mas tiempo, pero el resultado aparece... y apunta hacia adelante.
Estoy totalmente de acuerdo con Clodet de Mar del Plata, lo que debemos fortalecer en la sociedad son las leyes, tardan si, pero son las que nos protegen y a largo plazo...
No es un valium mediático, es para proyectar, para los que vienen... y si. hay que trabajar para eso... no tenemos cultura democrática, es verdad, no hay que sorprenderse, si no trabajamos para asegurarnos esas leyes que nos van a proteger a nosotros y a los que vienen, estaremos trabajando para algo mediático, que cambia cuando cambia nuestro estado de animo...
Cuatro o tres pesos no es lo que resuelve este tema....ni los reclamos frente al congreso... Eso. Es eso, y ese día, mañana me canso, tengo otro problema que resolver y me olvido de depositar esos pesos, y otros también y otros, y así ese mes el Celcit no logro reunir el dinero que necesita... Si trabajamos inteligentemente a favor del tiempo resolveremos con esa leyes que deben si lograrse, no sólo la sede para el Celcit, sino, que no le suceda a otro que viene detrás... porque si no tendremos que abrir cuentas bancarias por todos lados... y tengamos "sinceridad interior" cuántos de nosotros recordaran poner esos 4 pesos todos los meses, o nos cansamos... de hacerlo, porque no es nuestro negocio o porque tengo otras prioridades, la condición humana es algo real... lo que creo firmemente, que en este mundo que se nos avecina, tendremos que trabajar para asegurarnos las leyes que nos cobijen, y respalden... y hay buenos abogados, no quiero mas enfrentamientos, busco almas con deseos de "evolucionar" y para mi eso significa ser cada vez un poco mas responsables, y vernos a nosotros mismos...
En el problema con mi suegra, que les aseguro llego a límites de gravedad real... nos salvo esa Ley 24901. y a cuanto discapacitado conozco se la presentó y lo ayudo más que dando una simple moneda, que siempre es un dar impermanente... Creo en una verdadera evolución de la vida, en un cambio, que empieza calmando primero las fuerzas emocionales siempre con ganas de pegar hacia afuera , y luego aquellos pensamientos que solo me empujan a la guerra... Trabajemos para conseguir esa ley que ayudara al Celcit y a otros que lleguen a estar en esa misma situación-
Con verdadero amor, los saluda
7/2/007: De Mario Delgado (Lima, Perú): Una sede para el CELCIT
Querido Carlos, ¿que más podemos decir que no se haya dicho yá?. ¿Que podemos añadir a todas las emocionantes adhesiones que el CELCIT de Argentina ha movilizado?. Ya hace un año pasó algo gravísimo con el CELCIT de España (de nuestro querido Luis Molina, gran gestor de ésta enorme iniciativa permanente en la que se ha convertido el CELCIT y ahora, más aún gracias al INTERNET), y creo se le movilizó hasta el Rey.
¿Qué se ha demostrado ahora con la crisis del CELCIT? ...la existencia de una solidaridad enorme de las gentes de teatro de todo el mundo, una vez más. Desde un país, como el Perú; en que el Estado ha estado desde siempre ausente a todo el esfuerzo superior por el arte que hace su pueblo; nuestra solidaridad es mayor aún. Mayor, porque nos es tan ajeno todo lo que pasa en el resto del mundo en cuanto a los derechos que los ciudadanos tenemos a la cultura. Aquí el Estado es ausente, absolutamente. Hay un Instituto Nacional de Cultura que satisface a los sectores en poder y a algunos coyunturales, nada más. Aquí el Estado nos cobra para representarnos o respaldarnos con sus documentos, en los que certifican nuestra existencia.
La lucha del CELCIT es para nosotros emblemática por su carácter nacional e interna-cional. Porque nos acerca a la civilización y nos da fuerza para imaginar quienes pode-mos salir de la barbarie e ignorancia de una administración del Estado, que nunca ha cumplido con la ley ni con la democracia. Y eso que votamos y elegimos "democráti-camente" a nuestros líderes.
La lucha del CELCIT es y debe ser la causa de todos los que somos absolutamente ignorados por un Estado que ha sido expropiado por las clases políticas y las clases "cultas"• de nuestras sociedades, sean de izquierda o de derecha. Ellos nunca han sido populares en el Perú. El teatro sí. Ese es el ejemplo que podemos dar. El teatro peruano ha sido y es popular a nivel nacional e internacional. ¿No es extraño que sea el CELCIT quien con su iberoamericano premio OLLANTAY (¿se sigue otorgando?) entregados a los dos grupos emblemáticos del teatro peruano, YUYACHKANI y CUATROTABLAS; lo haya así reconocido.
Por todas estas razones, la solidaridad del teatro peruano creo que ya está presente con ustedes.
¿Qué hacer? Sólo una idea...¿ utópica?. Tocar las puertas enormes y amuralladas de la vieja administración del Estado. De la administración del Estado expropiado, porque el Estado en realidad somos todos. Nosotros somos ciudadanos de la utópica REPUBLICA y ellos los encargados de darnos a la felicidad, administrando bien los fondos para promover la Educación y la Cultura. Entonces que cumplan con su trabajo.
Una gran movilización internacional, para que se cumplan esas leyes que ustedes ya tienen. Un foro internacional si es posible para apoyarlo. Todo lo que sea necesario para que desde el presidente hasta el último funcionario de vuestro país se enteren que lo que ellos hacen por la cultura es inferior a lo que hace el CELCIT, y que éste y todas las iniciativas culturales que son inmensamente populares en vuestro país, sean apoyadas porque el pueblo así lo quiere. Y éste ejemplo que cunda por todo Iberoamérica. Dinero hay, que no nos mientan, que nos muestren las cuentas verdaderas.
Por ahora éstas son algunas ideas que apunto de reflexión podrían hacerse más concretas. No repartamos nuestra pobre pobreza. Exijamos la riqueza, la mejor parte de la torta o de la res pública.
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De Alberto Drago (Buenos Aires, Argentina) para Lina De Simone: Una sede para el CELCIT
Muy atinadamente, Carlos (mete la cuchara) y le cuenta a Diego Ledesma de Tucuman, que clama por una ley de protección, que ya existe. Reitero la información de Ianni. "En la ciudad de Buenos Aires, es la ley 156, Regimen de Concertación para la actividad teatral no oficial, y a nivel nacional es la 24.800, la ley Nacional de Teatro". O sea, la ley que pedís, Lina, ya está. En cuanto a los cuatro pesos, aclaré muy bien que sería una suscripción anual de $48, ya que era imposible cobrar todos los meses 4 mangos a tres mil quinientos suscriptores. O no lo leíste, o no sé cual es la parte que no querés entender. Tampoco hablé de no reclamar lo que "legalmente" correspondería, cada vez que se cierre una sala por distintos motivos. Y recuerdo que aclaré que fué una idea mía, que no me sugirió nadie,´por lo que puta pudiera, y menos Carlos Ianni, que no le parece bien. Entiendo que si a él, no le atrae la idea, no le parece, o no le va, entonces, ya fué la propuesta de Drago. No me retracto ni me parece mal lo que propuse. Pero, si él, no quiere, cháu, ya fuiste Drago con tus cuatro mangos de idea. Además, Lina apreciada te cuento que hay muchas leyes que no se cumplen. Demos gracias a Dios, que en tu caso, todo fué de diez. También existen Los Derechos del Niño. Y seguramente los verás a los llamados "chicos de la calle". Clodet de Mar del Plata, no piensa que sea atinada mi idea. Bien, bárbaro Clodet, tal vez alguna vez tomemos un café juntos en algún Encuentro Teatral, o por otra circunstancia. Pero, sepamos, que "legalmente" podés juntar miles de firmas, para apoyar a CELCIT. ¿Y? Celcit es un emprendimiento privado de GENTE DE TEATRO. ¿Y? Legalmente no está encuadrado en las leyes "ya" existentes, entonces nos pueden decir, "andá a tocarle el fueye a Troilo". Y es legal. Gracias Ianni, por tu paciencia. No deseo perder mas tiempo con éste tema, donde fuiste absolutamente claro, diciendo no," no me parece bien la donación". Y aunque a mí sí, ya fué. Un abrazo, Alberto DRAGO (hapteatro@hotmail.com)
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De Omar Musa (La Plata, Buenos Aires, Argentina): Una sede para el CELCIT
Estimado Carlos, compañeras, compañeros: Estaba con mi compañera Nina de vacaciones, cortados todos los vínculos con el mundo; la vuelta a la ciudad, la vuelta a la realidad, fue un duro golpe.
Estamos más que sorprendidos con esta situación y, por supuesto, estamos a vuestra disposición en cuanto podamos colaborar.
En principio acompañar la enorme serie de firmas que se han puesto a disposición del Celcit; también dispuestos a colaborar económicamente de ser necesario; ya he leído atolondradamente los mensajes de los últimos veinte días y si bien acuerdo con lo que plantean algunos compañeras/os como Yaique, creo que, a la hora de encontrarme, como muchas veces, frente al que tiene una necesidad( yo también las tengo)peleo contra el estado, pero comparto un pedazo de pan o lo que pueda; creo que las dos cosas pueden ir a la par, sin contradecirse, en todo caso depende de los integrantes del Celcit, pero nuestra solidaridad económica, al igual que la política, debe estar presente. Un abrazo de Omar y Nina del Grupo Barataria y Centro Cultural El Núcleo.
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De Juan Coba (Ecuador): Una sede para el CELCIT
Estimado amigo Carlos Ianni: Los integrantes del teatro ARAWA de la Universidad de Guayaquil asumimos el compromiso de sumarnos a las miles de voces de toda América Latina, pronunciarnos y apoyar la lucha por un espacio para CELCIT, sensibilizar y exortar a las autoridades respectivas para que se solucione en el corto plazo, CELCIT constituye un referente histórico teatral de nuestra América ..
8/2/007: De Sonia Daniel (Cordoba, Argentina): Una sede para el CELCIT (y tantos más)
Amigos del foro, en la misma situación del CELCIT, somos varios los espacios que vemos peligrar nuestra trayectoria ante la inminente venta de los espacios que ocupamos y que se han convertido en teatros por obra y gracia de nuestro esfuerzo cotidiano. A modo de breve presentación les cuento que nuestro teatro se llama MARIA CASTAÑA, que está en el centro de la ciudad de Córdoba y que tiene 12 años de trayectoria ininte-rrumpida. Varios foristas estimo, conocen el lugar, por haber estado dando funciones, talleres, participando de algun festival, de visita, como publico o por la simple recep-ción de un mail informativo. Con la intención de que se analice la preservación de este y otros espacios de características similares cuyo valor significa un patrimonio histórico, artístico, cultural y social para el Estado es que proporcionamos la siguiente fundamen-tación que ruego lean con detenimiento, para posibilitar un posterior debate:
“Las salas teatrales independientes son, por excelencia, espacios donde se desarrollan los proyectos culturales en el campo teatral de nuestra ciudad… Desde la reapertura democrática (1983), y a partir de la aprobación de la Ley Nacional del Teatro (Ley 24.800) y la subsiguiente creación del Instituto Nacional del Teatro, los espacios teatrales independientes crecieron en número y en actividad. Hoy son dieciocho las salas de teatro de Córdoba, con propuestas culturales propias, que proyectan al medio cultural una identidad particular. Esta identidad tiene mucho que ver con la construcción de una memoria grupal que se cristaliza en el modo de funcionamiento de los espacios. Esto es: características de los espacios teatrales y de su programación, modos de producción, circulación y consumo de las obras, metodologías de trabajo, relación con las instituciones, políticas de los organismos que las nuclean…” (estracto de “Casas que Dicen” de Daniela Martin)
Observamos con preocupación como espacios de significación para la cultura, al ser propiedades alquiladas, se exponen a situaciones de riesgo, debido principalmente a condiciones de índole económicas. Hoy en día el mercado inmobiliario de las rentas juega con reglas poco claras, por lo cual, cada renovación de contrato implica el riesgo de la falta de continuidad del proyecto, si no se llega a un acuerdo con los propietarios. Problemas de este tipo se han multiplicado en el país en los últimos tiempos. No es difícil recordar la notoriedad pública que tomó el conflicto suscitado en Córdoba con los propietarios del edificio del Teatro Comedia (hasta ese momento considerado una sala del circuito comercial) que contó con el posterior salvataje de la Municipalidad quien lo convirtió en su sala oficial.
Los antecedentes de protección del Patrimonio Artístico Cultural de nuestro país se remontan a principios del siglo pasado.
El 26 de febrero de 1913, el Honorable Congreso de la Nación sanciona la ley 9080 que regula las investigaciones científicas y culturales, protegiendo los yacimientos y objetos localizados en el suelo de nuestro país. Diez años después, el Poder Ejecutivo Nacional procedió a reglamentar dicha ley mediante un decreto del 29 de diciembre de 1921.
A partir de ese momento algunas Provincias han dictado leyes locales de protección, e incluso, debe destacarse que algunas de las Constituciones Provinciales, han incorporado preceptos tendientes a la preservación e investigación del patrimonio cultural de las provincias.
Asimismo, el Estado Nacional conserva su jurisdicción en aquellos lugares que adquiera por compra o cesión de las provincias y sean declarados "establecimientos de utilidad en el territorio de la República". Dicha jurisdicción de acuerdo con el artículo 75 inciso 30 de la Constitución Nacional, es concurrente con las facultades de los gobiernos locales, ya sean provinciales o municipales, quienes conservan los poderes de policía e imposición sobre estos lugares, siempre y cuando éstos no interfieran con la finalidad del establecimiento. En concordancia con este criterio es que funciona el Instituto Nacional del Teatro, organismo creado a consecuencia de la reglamentación de la Ley Nacional 24 800, la más relevante para la actividad teatral, en plena vigencia. En ella se destaca:
“ARTÍCULO 1: La actividad teatral por su contribución al afianzamiento de la cultura, será objeto de la promoción y apoyo del Estado Nacional".
Hay más antecedentes a tener en cuenta:
Se cita la Ley Nacional Nº 12.655 sancionada el 30 de septiembre de 1940 que en sus primeros artículos enuncia:
Art. 1.- “Crease la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, dependiente del Ministerio de Justicia e Instrucción Público…”
Art. 2.- Los bienes históricos y artísticos, lugares, monumentos, inmuebles propiedad de la Nación, de las Provincias, de las Municipalidades o Instituciones públicas, quedan sometidos por esta ley a la custodia y conservación del gobierno federal, en su caso, en concurrencia con las autoridades respectivas.
Art. 3.- El Poder Ejecutivo a propuesta de la Comisión Nacional, declarará de utilidad pública los lugares, monumentos, inmuebles y documentos de propiedad de particulares que se consideren de interés histórico-artístico a los efectos de la expropiación; o se acordará con el respectivo propietario el modo de asegurar los fines patrióticos de esta ley. Si la conservación del lugar o monumento implicase una limitación al dominio, el Poder Ejecutivo indemnizará a su propietario en su caso.
En tanto que del documento surgido en el “II Seminario sobre la Convención del patrimonio mundial de 1972” realizada en Córdoba en el año 2002 se extrae la siguiente recomendación:
“Promover la difusión de los principales instrumentos y recomendaciones de la UNESCO destinados a la protección del patrimonio cultural y natural. Dicha promoción debería realizarse, en la medida de lo posible, a través de jornadas, seminarios, publicaciones periodísticas, promoción en institutos educativos, medios parlamentarios, operadores turísticos, fuerzas de seguridad, empresas privadas, organizaciones no gubernamentales y todos los actores sociales concernidos en su protección”
Por considerarla como referente interesante para el punto en cuestión transcribimos parte de la ordenanza dictada por el Concejo Deliberante de Río Cuarto (Cba.) Nº. 1521/04:
“ARTICULO 1º. Establecer las acciones de preservación de aquellos bienes considerados componentes del Patrimonio Natural y Cultural de la ciudad, y fijar los alcances de las Declaraciones llamadas de Interés Cultural Municipal, que la Municipalidad haya realizado o realizare sobre bienes de dominio público o privado, situados dentro de la jurisdicción de la ciudad de Río Cuarto.
ARTICULO 2º. Se considera y declara como Patrimonio Cultural “la representación de la memoria colectiva, integrada con todo aquello que, a través de la historia, fueron creando todos los hombres a fin de adaptarse al medio y de organizar su vida, completado con lo que producen cotidianamente los que viven en el presente”. Incluye al conjunto de bienes patrimoniales de los grupos sociales urbanos y rurales, incorporando saberes y actividades que han sido o son expresión relevante de la cultura ciudadana o del campo, agregando así al Patrimonio Cultural Tangible, Mueble e Inmueble (edificios, mobiliarios, sitios arqueológicos, documentos), las expresiones de Patrimonio Intangible (espiritual, tecnológico, lenguaje, modos de vida, tradiciones, leyendas), y toda otra afinidad no contemplada en la nómina precedente sin perjuicio de normativizar llegado el caso de especificidad.
ARTICULO 4º…
b) Se consideran y declaran Bienes de Interés Cultural cualquier elemento o grupo de elementos que tengan relevancia comprobada como componentes de la herencia espiritual o intelectual de la comunidad…
ARTICULO 11º. La declaración de los bienes de interés municipal como componentes del Patrimonio Cultural y Natural de la Ciudad se realizará en cada caso por disposición del Concejo Deliberante, previo informe del Departamento Ejecutivo y de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras y Servicios Públicos. Estableciendo para dicha declaración de interés cultural y/o natural su irremplazabilidad y su simbolismo comprobado como componentes de la naturaleza o de la identidad cultural de la comunidad de Río Cuarto.
Por otra parte en 1959 con respecto a la demolición de los teatros por sus propietarios se forma una Comisión pro defensa que después de una intensa campaña obtiene la Ley 14800, que obliga a construir una nueva sala en el mismo terreno.
Como ultimo dato de relevancia en 2004, y luego de una intensa lucha por parte de los gestores culturales conformados en “Red de salas independientes de Córdoba” y con el apoyo de la "Coordinadora del Arte Teatral Independiente" se sanciona la Ordenanza Municipal Nº 10782 con fecha de 14 de Octubre “Creando un régimen de incentivo para "LOS CENTROS DE PRODUCCIÓN, PROMOCIÓN, DIFUSIÓN ARTÍSTICA Y CULTURAL INDEPENDIENTES" creado en el ámbito de la Dirección de la Cultura de la Municipalidad de Córdoba y su DECRETO reglamentario Nº 1811 del 20/05/05 ” Cuyo contenido demostró la necesidad de regular y dar marco de protección a los espacios que sostienen la actividad artística independiente en la ciudad.
Hasta aquí lo que hemos encontrado como antecedentes de leyes que de alguna manera se han ocupado del patrimonio cultural. Sabemos que es un tema de gran complejidad ya que se ponen en juego intereses encontrados. Es importante este movimiento grupal que genere un cuerpo legal que nos permita salir de la zozobra y que siente precedentes a los que vienen. Pero tengamos en cuenta que los problemas actuales de las salas cuyos contratos de locación se vencen son inminentes. Saludos a todos.
Para quienes quieran establecer un contacto personal les dejo nuestro mail TEATRO MARIA CASTAÑA mcastana@onenet.com.ar
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De Carlos Ianni (Moderador) para Alberto Drago: Una sede para el CELCIT
Alberto, me obligás a volver sobre el tema. Yo no escribí que "no me atrae la idea, no me parece, o no me va" una campaña de donativos, colectas o cobro de cuotas. Si leés con atención, lo que escribí el 31 de enero fue que no estoy de acuerdo en "andar mangueando teatristas sin un propósito determinado y poco claro". Y en este caso en particular, no se trata de que nos han aumentado el alquiler y no tenemos cómo pagar la mensualidad; tampoco se trata de recaudar fondos para comprar la propiedad que ocupamos porque el monto es inalcanzable; tampoco que hemos encontrado un lugar para trasladarnos y no nos da el cuero. ¿Para qué juntar fondos, entonces? De momento, estamos en otra: viendo si el Estado se hace cargo, como lo establecen las leyes que mencioné, de darnos una mano.
Vuelvo a repetir lo que, también, escribí el 31 de enero: "Las preguntas clave que en estos momentos nos hacemos es: ¿Hasta dónde le interesa a las autoridades culturales de nuestro país que el CELCIT siga existiendo? ¿Hasta dónde le interesa a la comunidad teatral argentina y de América Latina -y las instituciones que los nuclean- que el CELCIT siga prestando sus servicios? ¿Qué están dispuestos a hacer, hasta dónde son capaces de movilizarse para que nuestros funcionarios se hagan cargo de darnos una mano en estas circunstancias?" Un abrazo
11/3/07: De Marta Papponetti (Buenos Aires, Argentina): Ley de Mecenazgo
Alguien tuvo la inquietud de conocer la lista de legisladores de la Ley de Mecenazgo. Aclaro que fue dictada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Carlos Ianni mete la cuchara: La Ley, Marta, fue sancionada por la Legislatura de Buenos Aires el 14 de diciembre del año pasado. Fue promulgada por el Ejecutivo por Decreto 187 de comienzos de año, y publicada en el Boletín Oficial Nº 2268, del 2 de febrero. Un cordial saludo.
De Marcelo Eschoyez (Villa Ballester, Buenos Aires, Argentina): Paranoia
Gracias al CELCIT EN ACCIÓN nº 364 me anoticié de una nota del Diario Clarín en la que dice que en esta ocasión los 4.000.000 de pesos que titula la nota (después dicen casi y después dicen 3.799.500 es decir 500 menos de 3.800.000 pesos) y que La novedad de esta edición es que la calidad de cada uno de los proyectos que se presenten este año, será evaluada por el nuevo Consejo Asesor integrado por tres productores culturales: Adriana Rosenberg, Jacobo Fiterman y Guillermo Alonso, y que luego se derivarán a un área encargada de otorgar el subsidio o rechazarlo.
A mi me surgen preguntas:
1 ¿Por qué tantos casi en la nota del diario Clarín? ¿El Fondo Metropolitano de las artes y de las ciencias cuenta con menos presupuesto que en el anterior? Si la respuesta es esta última alguien sabe ¿quién o quienes son responsables?
2 Que productores culturales sean quienes "asesoran" (¿filtran?) proyectos artísticos y científicos ¿es una novedad buena o patética?
3 ¿Soy muy paranoico o exagerado (ojo puede ser) o si al análisis de los sucesos le sumamos la forma que adopta la ley de mecenazgo, se está intentando controlar con determinada (y tal vez perimida) visión la producción de la cultura de la Ciudad o como dice la Ministra Fajre a los proyectos del polo cultural de Latinoamérica y para peor con la eficiencia que dice el jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Telerman, de "ser vigías, curiosos, de estar metidos en los barrios, en los talleres, en los estudios de los creadores para detectar aquello que vale la pena impulsar".?
Perdón que insista ¿Soy paranoico, inconscientemente mal intencionado en mis apreciaciones y con un olfato atrofiado (porque siento olor al pasado)?
Si creen que es o nó así por favor comuníquenmelo porque si no también creeré que alucino de que participo en un foro.
Un abrazo a todos (Sin chaleco de fuerza)
De Carlos Canavese (San Martín, Buenos Aires, Argentina): Más alegrías
Ante una consulta, recibi de el sitio google una info donde tiene publicado el ranking de los sitios de internet sobre teatro y de habla hispana mas visitados. Una inconmensurable sorpresa fue ver entre los 20 primeros a Mi sitio www.teatralizarte.com.ar en la posicion nro 12 del ranking. No me importa ser el primero ,lo importante es estar entre los mejores . Estos sitios no son los que solamente se ven en Argentina, si no los que se ven en todo el mundo incluso de distintas lenguas. En la lista de los top 20 en castellano compiten sitios Españoles y Argentinos ( y uno solo estadounidense en castellano ) y esto habla de la calidad de la enseñanza digital teatral que hacemos aqui en nuestro pais en webs como "didascalia", "Bambalinas" o "Ritornello" y otras como la de "Rovner". Los sitios son de distintas categorias y tematicas en este caso Google los cataloga por rubro teatro y por cantidad de pedidos de busqueda. Es decir Goggle ofrece ante la palabra "teatro" y sus derivados un Resultados 1 a 10+ de aproximadamente 98.800.000 hojas de teatro. (en 0,25 segundos) . La mayoria de los cyber nauta elige entre esas hojas, estos sitios en ranking:
Copia del listado del "Google PageRank" Sobre sitios mas buscados de teatro
1-Stichomythia - http://parnaseo.uv.es/stichomythia.htm
Revista de estudios sobre el teatro contemporáneo, documentación visual, monográficos de autores y reseñas.
2-Ars Theatrica - http://parnaseo.uv.es/ars.htm
Artículos de teatro contemporáneo, documentación visual, estudio y edición de textos teatrales.
3-Florinea - http://parnaseo.uv.es/Lemir/Textos/Florinea/Index.htm
Sitio con la comedia llamada Florinea, de Juan Rodríguez Florián (1554). Edición de José Luis Canet 4/5/2000.
4-Farsa de Lucrecia - http://parnaseo.uv.es/Lemir/Textos/Lucrecia/Lucrecia.html
Sitio con la obra la Tragedia de la castidad, de Juan Pastor, mitad del siglo XVI.
5-La estrella de Sevilla - http://www.coh.arizona.edu/spanish/comedia/anonymous/esestsev.html
Aquí puedes leer la comedia que le da el nombre a la página, la cual es anónima.
6-La vida es sueño - http://cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/692228232897370265432914/
Edición digital a partir de la edición de Evangelina Rodríguez Cuadros, Madrid, Espasa-Calpe, 1997,de este clásido de Calderón de la Barca.
7-Didascalia - http://andamio.freeservers.com/dida.htm
Revista electrónica de teoría y práctica teatral, de aparición trimestral.
8-Comedia Rosabella - http://parnaseo.uv.es/Lemir/Textos/Rosabella.html
Sitio con esta obra de Martín de Santander (1550) Edición realizada por José Luis Canet (Universidad de Valencia) 8/3/96.
9-Ritornello - http://www.ritornello.com.ar/
Contiene ensayos conocimiento en las zonas vinculadas a la Pedagogía Actoral.
10-La Clase Muerta - http://www.enfocarte.com/3.18/teatro.html
Ensayo sobre el director teatral polaco Tadeusz Kantor y su obra La Clase Muerta escrito por Isabel Tejeda.
11-Rafael Belmonte - http://www.rafaelbelmonte.info
Presenta fragmentos actualizados de sus obras de teatro.
12-Teatralizarte - http://www.teatro.meti2.com.ar """
Selecciones digitales de tecnicas teatrales de diversos autores
Tambien puede verse en www.teatralizarte.com.ar .
13-Escuela Dramática Valenciana - http://www.uv.es/entresiglos/teresa/pdfs/generos.PDF
Sobre conflictos dramáticos que se reiteran o evolucionan en la obra lopesca y otros autores de esta escuela. Por Teresa Ferrer, documento en formato PDF
14-.Santiago Serrano - http://usuarios.lycos.es/Santiago_Serrano/
Historia del teatro universal y latinoamericano.
15-El método en la actuación - http://www.andamio.freeservers.com/dida/num-uno/nota-sup.htm
Análisis del modelo del actor naturalista, la concepción del teatro ritual, la versión místico-religiosa y el modelo de la Antropología Teatral.
16-Bambalinas - http://www.bambalinasteatro.com.ar/
Archivos de lectura con historia del teatro, obras para niños y adultos.
17-Chocolate post mortem - http://www.geocities.com/cronica01/adaptacion
Adaptación basada en el e-book homónimo y en fragmentos de Cuentos de sueñobscuro, por Cristian Berríos Navarro.
18-Eduardo Rovner - http://www.eduardorovner.com.ar
Contiene material sobre cada una de sus puestas en escena en distintos países y sus textos dramáticos traducidos al inglés y un reseña sobre su trayectoria.
19-Ollanta - http://cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/208737398899355785443708/
Edición digital a partir de Teatro Hispanoamericano. Tomo I, Época colonial, Nueva York, Anaya Book, 1972, pp. 427-455. Teatro peruano del Siglo XVII de autor anónimo.
20-La elección de los municipales de Daganzo - http://www.geocities.com/daganzuelo/
Ficción narrativa basada en la obra de caracter costumbrista sobre una pequeña población cercana a Madrid.

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